Sábado por la mañana y Lauren parecía más nerviosa de lo normal.
Durante los días siguientes a la conversación con las chicas, Lauren empezó a pasar más tiempo conmigo. Así que se volvió normal verla en mi dormitorio haciendo sus trabajos o pasando el tiempo.
-¿Todo bien?- bajé el “tomo 1” que aún no termina de leer para mirarla.
Ella estaba sentada junto a mí en la cama, pero su mirada se mantuvo fija en la puerta por un buen rato.
-Si.-
-Pareces preocupada.-
-Siempre estoy preocupada.-
-Hoy más de lo normal. ¿Qué sucede?-
-Nada.-
-Lauren, no puedes seguir ocultándome cosas.-
-Hey, chicas.- interrumpió Dinah entrando a la habitación con Ally. –Iremos al centro comercial por café y quizá una película. ¿Se animan?-
Mire a Lauren que parecía intranquila.
-No creo que sea buena idea…-
-Iremos.- respondió Lauren y yo la miré sin comprender.
Intentó levantarse de la cama pero tomé su brazo deteniéndola.
-¿Nos dan unos minutos?-
Ambas chicas asintieron y salieron de la habitación dejándonos solas de nuevo.
-¿Qué sucede?-
-¿A qué te refieres?- preguntó evitando mi mirada
-Estas tan… rara.- ella suspiró y finalmente me miró.
-No sé nada sobre lo que ellos están planeando. Creí que sabía lo que harían pero de repente solo se detuvieron.-
-¿Qué pasó con la persona que te ayudaba?-
-Tampoco lo sabe. Está tratando de averiguarlo.-
Asentí comprendiendo su preocupación.
-Será mejor que nos quedemos aquí.- dije suavemente tratando de evitar ponernos en peligro.
-Aun no es hora.- ella volvió a levantarse y esta vez extendió su mano en espera de la mía.- Ellos aún no están listos y no quiero pasar un sábado en la mañana encerrada. Ven conmigo.- pidió de manera tierna y no pude evitar sonreír.
-Iría contigo al fin del mundo.- se me salió.
Ella intentó ocultar una sonrisa pero supongo que mi sonrojo se lo hacía difícil.
Tome su mano y ella entrelazó nuestros dedos para salir.
Dinah y Ally esperaban por nosotras en la entrada. Intentaron no mirar nuestras manos entrelazadas pero Dinah no era precisamente la reina del disimulo. Lauren lo ignoró.
-El centro comercial no está lejos. Si caminamos llegaremos en unos…-
-Podríamos ir en mi auto.- interrumpió Lauren mostrándonos las llaves.
Nuestras caras de asombro dejaron al descubierto nuestro desconocimiento sobre su auto. Lauren sonrió y caminó al parqueadero.
El auto nos dejó sin palabras.
Desconocía de marcas pero según Dinah era un Audi deportivo y su brillante color negro solo lo hacía más asombroso. Creo que Dinah estaba babeando por él.
-¿Puedo conducir?- preguntó la polinesa entusiasmada.
-¿Sabes hacerlo?
-No, pero puedo aprender- dijo causando que soltáramos una risa.
-Quizá otro día.- dijo con dulzura, desbloqueando su auto y abriendo la puerta del copiloto para mí. Yo también babeaba pero no precisamente por el auto.
Cuando llegamos al centro comercial, nos dirigimos por el café de las chicas.
Dinah me dio un poco del suyo y mi amor por él fue inmediato.
Compré un vaso gigante de nevado moccachips de café y sentí que volvía a tocar el cielo.
Iba a comprar un segundo vaso pero Lauren me detuvo.
-No más café.-
-¿Qué? ¿Por qué?- protesté.
Ella solo rio y me sacó de la cafetería
-Demasiado café para ti.-
-No, no es verdad.- intenté volver pero ella tomo mi cintura y tiró de mi para pegarme a su cuerpo. Mi espalda quedó en su pecho y sentí su respiración en mi oído. Suavemente susurró.
-No más café, Camz.-
Me giré, quedando muy cerca de ella y su hermosa sonrisa.
-¿Camz?-
Ella iba a responder pero Ally cortó sus palabras cuando se acercó.
-Debemos entrar. La película comenzará en unos minutos.
Nuevamente ella no me dio tiempo a responder y solo tiró de mi mano llevándome a la sala.
Decidimos ver una película de romance, muy al pesar de Dinah que quería una de terror. Las películas de terror no eran de mis cosas favoritas.
“Siempre adoraste el café”- habló Lauren en mi cabeza. Supongo que era la única manera de hablar sin que nos saquen de la sala.
“¿Te refieres a las vidas pasadas?”
“Si” ella me miró con una divertida sonrisa en su rostro.
“¿Por qué esa sonrisa?” pregunté dudosa. Era como si intentara no reírse a carcajadas.
“Tienes que ver esto” dijo antes de extenderme su mano. La tomé dudosa y en cuestión de segundos me introdujo en uno de sus recuerdos.
Nuevamente ella eligió ser solo una espectadora más y se quedó a mi lado.
De repente estábamos en una cocina. Todo estaba muy limpio y ordenado.
¿Qué hacemos aquí?- pregunté.
“Solo espera”
Dos segundos después entró la otra Lauren acompañada de quien parecía Dinah. No estaba segura de sí era la misma Dinah que yo conocía ahora.
“No lo es.” dijo respondiendo a mis dudas.- “Cuando reencarnas, te mantienes cerca de los tuyos. Incluso Dinah ha coincidido con nosotras en algunas vidas pasadas.”
Asentí mirando como dejaban algunos platos sucios en el lavaplatos y se dedican a limpiar.
-Me debes 10 dólares.-
-¿Estas demente?- preguntó la otra Lauren dejando lo que hacía para mirarla.
-¡Te lo dije! Ally no iba a dejar que le rapemos la mitad de su cabello.- Lauren soltó una carcajada antes de volver a lo que hacía.
-Esa fue mi apuesta. Tu dijiste que si lo haría. Me debes 10 dólares.
-No recuerdo que fue así como sucedió.-
-¿Qué voy a hacer contigo, Dj?- preguntó divertida terminando de limpiar algunos utensilios.
De repente, Ally… o bueno, la otra Ally entró a la cocina con su libreta de pedidos. Parecía nerviosa y al parecer no fui la única que lo notó.
-¿Estas bien, Ally?-
-Si yo… necesito dos Frappélattes y dos pie de limón. Volveré por el pedido. – dijo antes de salir de la cocina. Ambas chicas se miraron confundidas y antes de hablar, Ally volvió a aparecer.- Y no dejaré que me rapen la cabeza. Por si aún tenían dudas.- volvió a salir y esta vez causó una carcajada en las chicas.
Lauren tomó lo necesario para preparar el frappélatte pero Dinah se quedó pensando.
-¿No es extraño que ella vuelva por el pedido?-
-¿A qué te refieres?-
-Ally no entrega los pedidos, Laur.- dijo como si fuera obvio.- Ni siquiera dijo para que mesa eran los frappélattes.- Dinah caminó hacia la puerta y la abrió solo lo necesario para mirar a los clientes. La sorpresa se marcó en su rostro de inmediato.- Te aseguro que quieres ver esto.- dijo divertida.
Caminé con ellas mirando a mi otra yo en una de las mesas. No pude ver a mi acompañante porque estaba de espaldas.
-Esto será interesante.- terminó antes de caminar al frappélatte. La vi tomar el tarro de sal y ponerlo en la bebida.
“¿Qué hace?”
-¿Qué haces?- repitió mi pregunta la otra Lauren.
-¿Crees en el Karma?- preguntó Dinah sirviendo las bebidas.
-Si.-
-Pues yo no. Hora de la venganza.- sonrió como si fuera una pequeña niña. La otra Lauren se lo pensó pero finalmente solo negó con la cabeza mientras dejaba salir una pequeña sonrisa.
Ally ingresó llevándose los pedidos y la seguimos. Nos acercamos a la mesa y esta vez pude reconocer a Normani como mi acompañante.
-Gracias, Ally. – dijo Normani.- Jamás quise desaparecer la basura de mi habitación.- continuó Normani cuando la joven chica se retiró.- ¡Y no es basura! Son momentos importantes acumulados en un solo lugar.-
-¿Llamas a la caja de pizza de hace una semana un momento importante?- preguntó mi otra yo en medio de una sonrisa.
-Lo fue y brindo por eso.- dijo mientras levantaba el envase de café. Mi otra yo imitó su acción sin ganas de contradecirla.
“Esto no les gustará” lo sentía por ellas.
Mi otra yo llevó el envase a sus labios y en cuanto el café tocó su lengua escupió el líquido sobre el rostro de su mejor amiga. Diría que me siento mal por ella, pero Mani hizo lo mismo con su café.
Solté una fuerte carcajada al ver sus rostros empapados.
-Mila, lo siento.-
-Mani, lo siento.-
No pude dejar de reírme, incluso mi risa fue más fuerte cuando se limpiaron el rostro mutuamente.
Cuando terminaron, miraron con cierto asco el café frio que tenían en sus vasos.
-¿Sucede algo?- preguntó Ally al haber llamado la atención de todos los comensales con su acción.
-¿Quién carajos le pone sal al café?- preguntó Normani conteniendo su enojo.
-¿Sal?- repitió la pequeña confundida. De inmediato volvió la mirada hacia la cocina y nosotras hicimos lo mismo, solo para mirar como Lauren y Dinah reían a carcajadas.
-Lo lamento tanto.- se disculpó Ally. –Creo que mis chicas encargadas de la cocina se equivocaron con la sal.-
Todas sabíamos que no era así.
-Si claro.- dijo Normani poniéndose de pie.
-Lamento el inconveniente. La casa invita.- se apresuró a decir la pequeña apenada.
-Sé que no es tu culpa, Ally.- tranquilizó Normani.- Pero dile a tus amigas que acaban de declararnos la guerra.-
-¿La guerra?- preguntó ella asustada.
“La guerra” pregunté aun divertida.
“Te lo contaré después” dijo Lauren con una sonrisa.
-Fue un placer conocerte, Ally.- dijo mientras depositaba un pequeño beso en su mejilla. –Por favor, agradéceles por el café.- mi otra yo tomó su bolso y salió de la cafetería. Podía sentir el esfuerzo que hacía por aguantarse todas las blasfemias que su cabeza reproducía con una rapidez asombrosa.
Lauren me sacó de sus recuerdos y su sonrisa era hermosa.
Negué con la cabeza mientras mi sonrisa era igual o más grande que la suya.***********************
N/A: Agradezco mucho su paciencia, sus comentarios y sus mensajes. 🌷
-Stefa ♡
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Siempre tu
Fanfiction¿Qué pasaría si te enamoras una y otra vez de la misma persona? ¿Una y otra vez en... cada vida? Creo firmemente que algunas personas están destinadas a conocerse, a encontrarse a pesar de las circunstancias, algo así como el mito del Hilo Rojo pero...