-¿Qué miras?- preguntó colocándose a mi lado y siguiendo la línea de mi mirada. -Sé que no es bonito pero esta aceptable.- la miré con reproche.- quiero decir, luce muy bien en ti.- intentó arreglarlo. Ella era un caso perdido. -llevas 15 minutos mirando tu armario. La ropa no va a cambiar por arte de magia.-
-Podría suceder pero necesito a Serafín para eso.-
-A veces tu rareza hace que me olvide del ángel que eres.- murmuró más para ella que para mí.- ¿Qué estás haciendo?-
-Tengo una cita.-
-¿Qué?- no necesitaba mirarla para saber que sus ojos estaban abiertos como platos. -¿Con quién?-
-Un chico.-
-Esta sobrentendido.- dijo girando los ojos.- ¿Cómo se llama?-
- Noah Centineo.-
-Es lindo.- supuse que lo conocía y sentí su aprobación. Asentí completamente de acuerdo con ella. Era lindo.
Volví la mirada a mi ropa y un tenue suspiro escapó de mis labios.
-No pareces emocionada.- comentó lo obvio.- ¿Por qué aceptaste salir con él?-
De inmediato recordé a Lauren y su mirada triste pidiéndome que no lo hiciera.
-No quería ser grosera.-
-Ángel.- murmuró acercándose a mi armario para darme un suéter blanco que dejaba al descubierto una pequeña parte de mi abdomen, unos jeans y unas botas negras de tacón. Lo tomé dudosa.- Confía en mí, ve a cambiarte.-
Así lo hice. Tomé la ropa junto a mi toalla y fui a tomar un rápido baño. Al volver Dinah me miraba satisfecha. Supuse que lucía bien. Ella me ayudó con el maquillaje aplicándolo con sutiliza. Secó mi cabello y lo rizó para formar unas pequeñas ondas. Me vi al espejo y Dinah había hecho magia, aunque sentía que algo faltaba. Tomé una diadema con un lazo blanco y me lo coloqué bajo la mirada resignada de la polinesa. Me gustaban mucho los lazos.
-Estás hermosa.- halagó mi amiga tirándose a su cama.
-Gracias.- respondí algo avergonzada y sintiendo mis mejillas sonrojarse. Otra experiencia humana.
Miré la hora en el reloj del despertador: 19h:50 era mejor bajar.
Tomé el bolso negro que Dinah me prestó y busqué las llaves del dormitorio en mi cómoda.
-Vuelve temprano.- habló Dinah con firmeza.- y si algo pasa, mi teléfono está en el bolso.- no sabía eso. -Si te sientes incomoda o Noah se comporta como un patán, solo tienes que llamar a Ally e iré por ti. Su número está registrado en mis contactos.-
La miré. Bajo toda su facha de chica indiferente, se preocupaba mucho por mí y por Ally, aunque intentaba ocultarlo.
Dejé el bolso sobre mi escritorio y bajo su atenta mirada corrí y salté lo más alto posible para caer sobre su cuerpo en la cama. Reí por su deseo de soltarse del fuerte abrazo que le daba.
-¡Déjame, Mila!- gritaba tratando de ocultar su sonrisa.- ¡Arruinarás tu cabello!- era lo que menos me importaba. Dejó de luchar cuando notó que no iba a soltarla y finalmente correspondió a mi abrazo.
-Gracias, Dinah.- lo decía por todo lo que había hecho desde que llegue.
-No hay de que.-Sentí que dejó un pequeño beso en mi cabello.- Ahora vete que llegarás tarde.- asentí para finalmente levantarme de la cama y volver a tomar el bolso.
-Te veo en unas horas.-
-¡No llegues tarde!- gritó cuando salí de la habitación. Sonreí.
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Siempre tu
Fanfiction¿Qué pasaría si te enamoras una y otra vez de la misma persona? ¿Una y otra vez en... cada vida? Creo firmemente que algunas personas están destinadas a conocerse, a encontrarse a pesar de las circunstancias, algo así como el mito del Hilo Rojo pero...