Capítulo 49

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-Yo no quiero alejarte de ella, cariño.- dijo Serafín con calma.

-¿Qué puedo hacer para evitarlo?- pregunté bajando mis defensas. La preocupación pudo mas que la ira. 

-Sinceramente no hay mucho que puedas hacer.-

-Si Camila será enviada de vuelta a la tierra, yo quiero lo mismo.- habló Lauren con firmeza.

-¿Espera que?.- pregunté sorprendida por su petición. La miré. –¿Qué crees que haces?-

-Lo único que puedo hacer para no perderte.-

-No, espera. Tenemos que buscar otra solución. – camine hacia ella para mirarla fijamente.- No voy a arrebatarte la oportunidad de ir al cielo. No después de todo lo que has pasado.-

Ella sonrió tenuemente mientras tomaba mi rostro entre sus manos.

-No tengo intenciones de perderte, Camz. – esa mirada. Aquella que estaba dándome era la misma con la que me miraba en todas las vidas pasadas. Había tanto amor en sus ojos. – El cielo no sería suficiente si no estas conmigo.-

Sonreí. Sonreí completamente enamorada.

-¿Estas segura?-

-Lo estoy.- dijo sin dudarlo.

-Quizá no vuelvan a coincidir en su próxima vida.- dijo Serafín. Ella no dejó de mirarme y su sonrisa nunca desapareció.

-Sabré como encontrarla. Siempre te encuentro.-

Dios, ella era jodidamente increíble.

-Sé que si.- terminé acercándome para depositar un pequeño beso en su mejilla. Volví la mirada a Serafín.-No quiero que pierdas tus poderes.- dije sincera.

-No te preocupes. Quizá y me envíen de vuelta a la tierra. Creo que hay cosas que no terminaste de averiguar.- terminó con una sonrisa forzada. Veía su dolor incluso cuando intentaba ocultarlo.

-¿Cuánto tiempo tenemos antes del destierro?-

-Arreglé eso para ti.- dijo caminando hacia el portal cuando la mayoría de cadáveres fueron sacados del templo. Estaba listo para volver al reino.- Tienes hasta el amanecer. Aprovéchalo.- su sonrisa se volvió cómplice y atravesó el portal dejándome

-Pero…- intenté detenerlo pero él simplemente se marchó. ¿Tenía que presentarme frente a la Corte Celestial? ¿Tendría una audiencia antes de mi destierro? ¿Tendría que contratar un abogado? ¿Existían ángeles abogados? Eran demasiadas preguntas que no pude hacerle.

-Estaremos bien.- susurró Lauren en mi oído haciendo que apartara la mirada del portal. La miré y ella me miraba con tanta dulzura que…

-Tenemos que salir de aquí.- habló Dinah tomando la mano de Normani para llevarla a la salida. Nosotras la seguimos.

Cuando salimos del templo, la oscuridad de la noche nos envolvía. Habíamos llegado a la madrugada y sinceramente no era consciente de que hora era. Ni siquiera sabía en donde estaba. Cuando vi la fachada del templo, por fuera lucia como una simple escuela abandonada.

Caminamos hasta conseguir un taxi que nos regresó a la residencia. Lauren lo pagó dado que Ally, Dinah y yo estábamos en pijamas.

-Quédate conmigo, Camz.-  pidió Lauren tomando mi mano para evitar que entre a la residencia.

Era lo único que quería hacer. Quedarme con ella.

Asentí en señal de respuesta para acercarme a su cuerpo. Ella me envolvió en un abrazo protector.

-¿Puede quedarse conmigo?- le preguntó a Dinah que nos miraba. Me gustaba que pidiera permiso incluso cuando yo ya había aceptado. Lauren comprendía que Dinah se preocupaba por mí y lo respetaba.

-Seguro, solo cuídala mucho.-

-Con mi vida.- dijo con una hermosa sonrisa.

Ally y Dinah me miraron. Todas sabíamos que esta era la despedida.

Ally fue la primera en acercarse.

-Gracias.-dije sincera.

-No hay nada que agradecer, ángel.- me abrazó muy fuerte y solo pude corresponder.

-Si llego a ver a tu abuelita, le diré del increíble ser humano que eres.- le susurré en el oído. Ella me abrazó mas fuerte y cuando se alejó dejo un pequeño beso en mi mejilla antes de ir con Normani.

Luego vino el turno de Dinah.

Se acercó lentamente, como quien no quiere la cosa. Sonreí.

-Eres mi mejor amiga.- dije antes de que ella pudiera hablar.- Serafín no pudo encontrar a alguien mejor que tu para soportarme.-

-No fuiste tarea fácil.- dijo sonriendo.

-Si bueno, solo te preparaba para la vida.-

-Me haras falta.- susurró borrando la sonrisa que intentaba guardar como un recuerdo preciado. –No todos los días conoces a alguien que es un ángel y se vuelve tu mejor amiga.-

Finalmente logró borrar mi forzada sonrisa.

-Gracias por cuidarme, Dinah.- y entonces sentí como mis ojos se cristalizaban.

-Gracias por llegar a mi vida, rara.- terminó para envolverme en un fuerte abrazo.

Había conocido muchas cosas sobre los humanos y todo eso se lo debía a aquella chica que no quería soltar. Nunca tuvo malas intenciones y por su cabeza jamas pasó el tratar de aprovecharse de mi condición para su beneficio. Ella solo intentó cuidarme.

Ella era mi mejor amiga y no quería dejarla.

-Estarás en mis oraciones.- susurró en medio de un abrazo.

-Hablaré con tu angel guardián.- dije cuando nos separamos. Limpie las lagrimas en sus ojos.- Debe saber que cuida a alguien increíblemente importante para mi.-

-Suerte en tu próxima vida, Mila.-

-Espero encontrarte en ella.- dije como el deseo mas sincero.

Volvió a abrazarme antes de ir junto a Ally. Normani se acerco a Lauren y se miraron. Se quedaron ahí simplemente mirándose. Estaba segura de que para Ally y Dinah era raro, para mi era significativo.

No quise escuchar sus pensamientos. Era invasivo pero por la sonrisa de Lauren supe que ellas estarían bien. Terminaron su momento con un abrazo.

-Cuida de ellas.- dijo Lauren sujetando mi mano para irnos. Normani solo asintió en respuesta. Su tiempo también se terminaba.

Miré por última vez a Ally y Dinah. Las tres estábamos llorando pero intentábamos mantener una sonrisa.

En el fondo sabia que no seria la última vez que las veria.

Habían estado en todos los recuerdos de Lauren.

Quizá y si corría con algo de suerte, las volvería a encontrar.

Quizá…

Quizá solo necesitaba un poco de suerte…

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora