Capitulo 36

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Ella se quedó conmigo hasta que los primeros rayos del sol empezaron a aparecer. Tan solo depositó un beso en lo alto de mi cabeza, se deshizo de la parte de la manta que la cubría, se levantó y empezó a caminar hacia la salida.

Si ella pensaba que iba a dejar que lo hiciera, estaba equivocada.

-Por favor no te vayas.- supliqué cuando llegó al lumbral. Ella se detuvo y giró para mirarme.

-Se acaba el tiempo, Camz.-

Esta vez me levanté, tome la manta en mis manos y me acerqué.

-Buscaremos otra manera de evitarlo, de evitar al ejército...-

No esperó a que terminara de hablar, tan solo se dio la vuelta y bajó por las escaleras.

-Olvídalo.

¡Oh no, claro que no!

-¿Por qué no quieres intentarlo? ¿Esperas que solo te vea alejarte por mi culpa?-

Irrumpimos en su habitación y mi exasperación despertó a Ally en el proceso.

-Buenos días para ustedes también.- murmuró la pequeña obligándose a mantener los ojos abiertos.

-Ally, dile que no debe irse.- supliqué.

-Lauren, dice Camila que no debes irte.- repitió adormilada con los ojos cerrados.

Lleve mi mano a la cara, increíblemente frustrada.

Lauren no nos escuchó. Se acercó a su armario por algo de ropa y sin ningún aviso, levantó su camiseta para quedar solo en brassier. Abrí los ojos sorprendida, aunque nuevamente no sabía exactamente por qué. Quizá por su hermoso brassier, su definido abdomen, su blanca y atrayente piel o lo increíblemente sexy que se veía.

-¿Buscas algo?- subí la mirada para notar que me veía, con una sonrisa burlona en el rostro.

-No, yo... lo siento.- dije de inmediato para girarme y darle su espacio.

-Sin duda tu última opción fue mi favorita.-

Abrí los ojos avergonzada.

-Escuchaste... ¿estabas en mi cabeza?-

No escuche sus pasos, tan solo su cálido aliento en mi oído cuando susurró.

-Siempre.-

Se acercó y depositó otro beso en mi cabeza antes de pasar de mí hacia sus tenis, que estaban botados al lado contrario de su armario.

Tenía puesta otra camiseta, unos tenis y un pantalón deportivo. Finalmente sacó una maleta de su armario que parecía lista y la dejó sobre su cama.

Me miró y supe que se despediría.

-No lo hagas.-

-Camz...-

-Llévame contigo.-

-Eso no funcionará.- dijo convencida.

-¡Ally!- llame despertando de nueva cuenta a la pequeña.

-Tengo sueño.- murmuró adormilada.

-Lauren se irá.-le recordé haciendo que abriera los ojos y notara la maleta sobre la cama pero no dijo nada más.

-Debo irme.-

-No es verdad, la que debe irse soy yo.- insistí.

-¿Irte a dónde?- preguntó Dinah entrando en la habitación. Llevaba aun el pijama y algo me decía que había llegado hasta ahí por buscarme. Se preocupaba cuando despertaba y yo no estaba en la habitación. Caminó hasta la cama de Ally y se metió en las cobijas, apoyando la espalda en el respaldo.

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora