Capítulo 47

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-Hey, ¿me escuchas?-

Casi era un susurro.

-Necesito que despiertes, Camz.-

No quería hacerlo. No por el dolor, de hecho ahora ya no sentía nada. Tan solo estaba cansada y mis ganas de dormir y soñar con alguna vida pasada resultaba tentador.

-Vamos, Camz.- volvió a susurrar Lauren.- aun hay cosas que solucionar.

De repente todo vino a mi cabeza. La guerra, los angeles caídos, el destierro.

Abrí los ojos para notar a todos a mi alrededor. Ally, Dinah, Normani y un anciano angel me miraban expectantes. Estaba recostada sobre las piernas de Lauren que me miraba con una tenue sonrisa.

-Vaya susto, señorita.- volvió a decir Lauren con dulzura. Sentía que intentaba disminuir el peso de la situación pero ya era tarde. Había cosas que solucionar.

Me levanté lentamente, temiendo que el dolor de mi espalda aparezca, pero no sucedió.

Confundida toque mi espalda esperando hallar las heridas abiertas de mis alas pero en lugar de es, solo encontré la parte desgarrada de mi blusa. Mi espalda no tenia ningún rasguño.

-Fue el angel.- dijo Lauren tomando mi atención.- gracias por eso.- le dijo al anciano.

Finalmente reparé en él. No era un angel guardián ni un Serafín o un Arcangel. Era un angel sanador y una tenue aura violeta lo envolvía de pies a cabeza.

El ángel sanador asintió lentamente y se retiró en busca de heridos.

-Creo que ya lo he visto todo.- dijo Ally sin retirar la mirada del ángel.

Busque a Serafín y lo vi a unos metros de distancia. Se encargaba de mover los cuerpos junto al resto de los angeles. No tenía ni una remota idea de a donde los llevarían ni que les dirían a sus familias.

Lauren me explicó que fuera de este templo, cada uno de ellos era una persona más. Con una vida e incluso una familia. Explicar la cantidad insana de muertes, no sería algo fácil.

Vi a Ally mirar con adoración a Serafín. Supongo que sus 3 pares de alas y la grandeza de las mismas no causaban otra reacción que la admiración.

-¿Crees que ellos nos maten?- preguntó Dinah mirando a los ángeles.

-¿Por qué harían eso?-

-Porque sabemos que existen, Ally.-

-Yo siempre supe que existen. Incluso creo que mi abuelita es una de ellos.-

Eso me encantó y también lo creía.

Quizá su abuelita era su ángel guardián.

Deseaba que así fuera.

Me puse de pie y a sabiendas de que teníamos que arreglar esto nos acercamos a Serafín que daba una que otra orden sobre inspeccionar todo el lugar.

Nos miró cuando los ángeles con los que hablaba se alejaron.

-Demasiada acción por un día, ¿no lo crees?- Le pregunté cuando no supe que más decir.

El me miró un poco serio.

-¿Qué va a pasar ahora?- le pregunté con tristeza.

-Lo que tenía que pasar hace tiempo. Volverás al cielo.-

-¿Existe la posibilidad de que Camila se quede?- preguntó Dinah atrayendo la atención de Serafín. –Solo si usted quiere, magnifico ser celestial.- dijo nerviosa.

Intentó ocultar una pequeña sonrisa pero le salió mal. Vi a Serafín ablandarse un poco.

-No, señorita. Camila no puede quedarse.- dijo convencido.- pero agradezco todo lo que hiciste por ella. Incluso agradezco que no le creyeras lo de ser un ángel.-

-Para ser justos, ella parecía un poco desquiciada.-

-¡Hey!- protesté.

-No te dejes engañar.- dijo Serafín mientras me miraba.- en realidad está un poquito desquiciada.-

Sus palabras hicieron reír a las chicas. Yo entrecerré mis ojos.

Era la única manera de defenderme que aprendí de los humanos.

-Concuerdo con el enorme ángel.- dijo Eithan caminando hacia nosotros. Me sorprendió enormemente verlo ahí, aún con vida.- También pienso que estás un poco desquiciada.- continuó con una enorme sonrisa.- enfrentarme y aún más, dejarme vivir… diría que solo una desquiciada lo hace.-

-¿Qué hiciste que?- preguntó Lauren mirándome confundida.

Había olvidado intencionalmente contarle mi enfrentamiento con Eithan.

-Camila lo dejo libre.- me hundió Normani.- Ella y su deseo de ser un “ángel”- dijo girando los ojos.

-¡Oye!-

¿Acaso era el momento de burlarse de mí?

-De todas formas agradezco lo que hiciste.- interrumpió Eithan.- No estaría aquí si no fuera por ti.-

-En eso tienes razón.- continuó Normani con una sonrisa burlona.

-Me encantaría repetir nuestro encuentro.- murmuró eliminando lentamente su sonrisa mientras miraba a Serafín.- pero creo que dejaremos eso para otra vida. Algo me dice que el tiempo aquí se nos terminó.-

-¿Los desterrarás?- pregunté insegura. El resto de ángeles caídos habían sido asesinados. Todos excepto Lauren, Normani, Eithan y la chica que encendió las velas. Algo me decía que ella era parte de esto.

-No tengo intenciones de desterrarlos.- habló Serafín.- Sinceramente estoy muy agradecido con todos ustedes.-

-¿Qué?- pregunté confundida, causando que todos me miraran.- Eithan intentó ¡asesinarme!- dije incrédula. –Y eso no es algo que puedas ni debas agradecer.-

-¡Oye!- chilló el chico indignado.- No le dije al resto de los caídos tu ubicación. De nada.- dijo con arrogancia.

¡Como si yo estuviera agradeciéndole!!

-¿Así que intentaste matarla, eh?- habló Lauren que estallaba en rabia. Desde que supo de mi enfrentamiento con Eithan su semblante cambio, incluso su mirada era oscura. – ¿Por qué no lo intentas de nuevo ahora que estoy aquí?- se acercó de manera amenazante y lo empujo con tal fuerza que lo envió varios metros atrás en cuestión de segundos.

-Lauren...- dijo de inmediato cuando logró mantener el equilibrio. Levantó las manos en señal de rendición.- Lo lamento, yo… tenía miedo. El clan tenia a todos buscándola y yo había decidido no ir tras de ti. Si se enteraban iban a desterrarme. Al menos si la encontraba tendría una excusa para salvar mi trasero.-

-Es una lástima que ahora tengas que explicarles eso en el infierno.- Vi a Lauren querer acercarse a Eithan pero Serafín levantó su espada prohibiendo que continuara. Ella lo miró como suplicándole que le dejara pasar.

-No hay tiempo.- le dijo Serafín completamente indiferente al deseo de Lauren.

-¡El intentó matarla!- recalcó Lauren haciendo otro intento por llegar al chico que parecía bastante nervioso.

-Lo se.- volvió a detenerla.- También supe que fue Normani quien lo evitó. – esta vez miró a Mani y su rostro indiferente desapareció. En su mirada había mucho agradecimiento.- y no puedo olvidar lo que ustedes hicieron por ella.- miró a Dinah y Ally. Por un momento pensé que la pequeña se desmayaría.- y por supuesto, a ti te lo debo todo.- miró a Lauren y sentí como su enojo fue desapareciendo.- jamás acabaría de agradecerte todo lo que hiciste por ella.-

-No lo hice esperando que lo agradecieras.- dijo Lauren con seriedad.- Lo hice porque la amo.-

Ella acababa de decir que me ama.

La miré y lo que dije salió sin pensarlo demasiado.

Te amo” dije en su cabeza.

Ella finalmente me miró y el enojo en su mirada se desvaneció. Incluso su mirada era de incredulidad. Como si no esperara mis palabras.

Pero estaba segura de lo que dije.

La amaba.

En esta y en todas las vidas.

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora