Capitulo 2

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Había muchas cosas que no comprendía de los humanos. Demasiadas. Pero entre los misterios más grandes, me preguntaba cómo es que ellos no comprendían la magia que existía detrás de un amanecer. Quiero decir, era algo tan asombroso y que pasaba desapercibido. Mire hipnotiza, al astro atravesando el plano del horizonte y pasando al hemisferio visible, llenando de luz a lo que hace segundos estaba sumergido en la oscuridad. El cielo luciendo radiante con los diferentes matices que adquiría conforme los minutos pasaban. Era como si danzara dichoso de que un nuevo día estaba comenzando.

Era como si existiera magia en él.

-Si quieres que no te encuentre, deberías cambiar de escondite.-

Suspiré.

La magia no debería terminar tan pronto.

Se acercó hasta que se sentó junto a mí, siguiendo la línea de mi mirada.

-Demasiado efímero para mi gusto.- concordaba. El amanecer debería durar mucho más que un suspiro.

-Lo sé.-

Hable mirándolo por unos segundos. Él me miró y me dedico una pequeña sonrisa.

-Agradezco que hayas decidido salir.- asentí antes de volver la mirada al frente, viendo como el sol hacía su radiante entrada. -¿Quieres... hablar?- preguntó vacilante.

Evité hacerlo durante tres semanas, entendía su duda pero creo que estaba lista para hacerlo.

-Yo...- empecé a murmurar.- No sé cómo superarlo.- fui sincera.- Esto no debía suceder, él no debía morir.-

Finalmente lo dije.

Acepté la verdad en mis palabras.

-No era algo que podías evitar.-

-¡Claro que sí!- dije molesta mientras me ponía de pie.- Esa era mi responsabilidad.-

-Hay cosas que no podemos cambiar. Estaba escrito en el destino.-

-No, esto no es cosa del destino.- estaba en desacuerdo y molesta de echarle la culpa a algo que no estaba en mis manos.- Esto es culpa del estúpido amor.-

Si él no hubiera ido tras ella...

-El amor es un sentimiento intenso que mueve al hombre, les permite crear conexiones y relaciones entre ellos pero también los lleva a cometer locuras.- lo dijo con la sabiduría que tanto lo caracterizaba.

-Si él no... si él no hubiera subido a su moto para seguirla... -empecé a caminar por el techo del enorme edificio en donde me encontraba.- yo hubiera cuidado de él.-

-Su novia estaba a punto de marcharse.-

-¡Yo hubiera podido protegerlo!- grité con dolor y furia a la vez.- Si tan solo me hubiera escuchado...-

-Tu misión era cuidar de él, hiciste cuanto pudiste.-

-No fue suficiente.- caminé hacia el borde, mirando hacia abajo, mirando como todo seguía su curso habitual.

-Entiendo tu dolor, es normal cuando cuidas a tu humano desde el primer momento en el que llega a la tierra.- se acercó junto a mí.- pero ¿Por qué estás tan molesta?-

-Porque no lo entiendo.- lo miré tratando de conseguir su ayuda.- No comprendo cual es el objetivo del amor. Los humanos pasan toda su vida tratando de buscar a la persona adecuada y cuando la encuentran, descubren que no era la correcta. El hombre se vuelve irracional causando incluso la muerte de pueblos y ciudades. ¿Por qué es tan importante el amor? ¿Por qué no dedican sus vidas a la ciencia o los misterios del universo?-

-No hay misterio más grande en el universo que el amor.- su calmada apariencia empezaba a tranquilizarme.- No puedo darte las respuestas a esas preguntas, pues ni el mismo hombre ha logrado resolverlo.-

-Pero nosotros conocemos los misterios del universo. Nuestro conocimiento es mucho mayor que el de los hombres.- refuté.

-Lo sé, pero el amor es cosa de humanos.- dijo finalmente alejándose del borde. –Debes presentarte ante los arcángeles lo antes...-

-Quiero entenderlo.- dije causando que se detenga.- Quiero saber porque los hombres matan y mueren en nombre de este sentimiento. Quiero saber porque es tan importante para ellos.-

-¿De que estas hablando?- peguntó con cautela.

-Quiero ir a la tierra.- su rostro era inexpresivo.

Llevaba días con esta idea en mi cabeza.

-Lo que me pides es imposible.- dijo haciendo otro intento por marcharse.

-Espera.- lo detuve.- durante estas tres semanas, he pensado en lo sucedido con mi protegido y no dejo de sentirme culpable por lo que paso...-

-Si lo que quieres es enmendar tus errores, solo espera. En poco tiempo serás el ángel guardián de un nuevo ser.-

-No es eso lo que quiero.- dije acercándome a él.- Quiero ir a la tierra.-

-Tu desobediencia a las órdenes de tu superior, podrían meterte en muchos problemas.-

-Lo se.- dije consciente de que él era un Serafín. –Pero solo tú puedes ayudarme.- vi que bajó la guardia ante mis suplicas.

-No solo desobedecerías mandatos Divinos, sino que cruzarías líneas estrictamente separadas por Dios. – me lo recordó.

-Pero hay ángeles que bajaron a la tierra.-

-Son ángeles caídos.- dijo recordándome parte de la historia prohibida. -se rebelaron ante las órdenes del Creador y como castigo, fueron desterrados del cielo y condenados a vivir en la tierra. Nadie en su sano juicio ha deseado bajar por voluntad propia.-

-Pero yo quiero hacerlo.-

-Cariño.- dijo colocando una mano en mi hombro.- Es mejor que lo olvides.-

-No puedo. He tomado una decisión y si eliges no ayudarme, buscaré a alguien que lo haga.-

-Nadie estaría dispuesto a hacerlo.- dijo seguro de sus palabras.

-Claro que si.- 

Refuté antes de caminar al borde del techo y abrir mis enormes alas antes de dar un pequeño salto al vacío.

Solo necesitaba esperar a que el reino oscureciera.

Había tomado una decisión y el único ser capaz de ayudarme me vería esta noche. 

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora