NO LLEGARÁ
ADAM
Aún puedo escuchar las carcajadas de mis sobrinos en mis oídos. Hace apenas tres segundos atrás yo también reía con ellos. La voz de Terry que me pregunta qué sucede y su mirada contrariada me parecen muy lejanas, mientras que mi hermano aún no se ha dado cuenta de que todo ha cambiado, tal vez porque su mundo no es el que se acaba de sacudir; si no, el mío.
Mi corazón late. Lo escucho. Está aquí, en mi pecho, sacudiendo todo por dentro.
Quiero vomitar.
La curvatura en los labios de mi padre se ha borrado. Ahora, ladea el rostro hacia Joseph y Joseph hacia Terry. Todos se miran sin entender nada. Mi hermano le hace un gesto a sus hijos para que dejen de reírse de aquella broma que ya ha pasado.
Joseph extiende su brazo hacia mí, me toca el hombro y me sacude. Veo sus labios moverse, pero no lo puedo escuchar.
Yo tampoco me puedo mover.
Los labios se me separan y trato de hablar, pero es inútil.
Al otro lado de la línea escucho un suspiro.
—¿Adam? ¿estás ahí? —pregunta Haru que todavía suena desesperado.
Cierro los ojos lentamente y los vuelvo a abrir.
Una exhalación sale con fuerza de mi pecho.
—¿Puedes repetirlo? —le pido, deseando que sea una pesadilla.
El almuerzo que Terry nos ha servido humea en nuestros platos. No he alcanzado a probar un bocado.
Joseph vuelve a preguntar que sucede y yo levanto una mano para hacerlo callar.
Haru tarda en hablar.
—Es Hannah —murmulla apenas, como si sus propias palabras lo ahogaran. Entonces, lo sé. Sé que el momento ha llegado —Algo le ha pasado a Hannah y papá no está en Stanford. Estoy solo. Me han dejado con una mujer social. Una... una asistente —Me levanto de la silla, apenas. Me tambaleo contra una silla e intento esquivar los muebles, pero choco con dos de ellos y doy vuelta un vaso de agua —. ¿Adam? ¿¡Adam!?
—Voy para allá. Tomaré un avión. No me cortes. Estaré aquí contigo, ¿vale? —Es todo lo que puedo decir.
Escucho la voz de Joseph atrás mío.
Pero, entiendo lo que dice.
El piso parece arena movediza y lucho contra ella. Lucho con el tiempo. Lucho con mis pensamientos.
Cierro los ojos y los abro.
De pronto, esto se parece mucho al día en que recibí la llamada de la policía, notificándome del accidente de Lynn.
Alguien me coge el hombro y me da vuelta. Me siento tan débil que no he podido ni si quiera reprochar.
Mi padre viene detrás de él con Terry conduciendo la silla de ruedas.
—¿Qué ha pasado? —pregunta con su voz desgastada.
—Que creo que ese corazón nunca llegará —confieso en un susurro.
Cojo cinta adhesiva y pego los pedazos de mi alma trizada. No puedo permitir romperme ahora.
—Yo conduzco —dice Joseph y me quita las llaves de la mano..
.
.
Continuará.
Capítulo cortísimo porque es de transición. Ahora se viene lo bueno.
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Fuera de contrato - EN FÍSICO A PARTIR DEL 18 DE AGOSTO
RomanceHannah ha sido premiada con una beca en una prestigiosa firma de Nueva York. Adam no está feliz con la llegada de la novata. Hannah es alegre, espontánea y risueña. Adam es arrogante, escéptico y orgulloso. Hannah es golpeada por una noticia que pod...