Habían pasado dos semanas desde el primer día en que pise Nueva York y apenas una desde el primer día en la firma. Parecía una eternidad. Dos semanas desde que dejé mi casa con muchas cosas pendientes.
Haru insistía con una video-llamada, para él los mensajes por Whatsapp o correo electrónico no eran suficientes y como es un consentido de primera, le dije que sí en cuanto comenzaron los largos mensajes de «eres una mala hermana, ¿por qué te fuiste tan lejos?». Antes de contestar su llamada, me aseguré de que la habitación este impecable, al igual que la cámara frontal del teléfono; amarré mí hermoso cabello castaño en una coleta de caballo alta y alisé la polera del pijama.
El rostro de mi hermano pequeño apareció en toda la pantalla del móvil. Su cabello negro estaba tan alborotado que me dio la impresión de que venía recién levantándose —para él, las dos de la tarde son las nueve de la mañana de una persona normal —. Los audífonos rojos conectados a su consola me decían que se había quedado escuchando música o jugando videojuegos bajo las sábanas hasta la madrugada y que, como siempre, había hecho estúpido a papá que seguía creyendo que él se dormía a la misma hora que el sol decidía esconderse.
Le sonreí y le lancé un beso con la mano en cuanto lo vi.
—Hey, pequeño, ¿cómo estás?
—Extrañándote —Su voz no se sincronizaba con la imagen, estaba algo desfasada —. Hay mucho silencio en la casa cuando no estás.
—En cuanto tenga libre podré ir a visitarte, ¿vale?
Se encogió de hombros y su mirada se desvió hacia el techo.
Parecía desanimado y solo tres cosas deprimían a Haru: Las verduras en el almuerzo, que los Lakers pierdan un juego y papá.
Papá no era amigo de las verduras y los Lakers no habían jugado aquella semana, por lo que me fui por la más segura.
—¿Cómo está papá? ¿Todo bien?
—No lo sé, está encerrado en el sótano, como siempre —Resopló con fastidio —. Creo que está terminando un cuadro para una exposición.
ESTÁS LEYENDO
Fuera de contrato - EN FÍSICO A PARTIR DEL 18 DE AGOSTO
RomanceHannah ha sido premiada con una beca en una prestigiosa firma de Nueva York. Adam no está feliz con la llegada de la novata. Hannah es alegre, espontánea y risueña. Adam es arrogante, escéptico y orgulloso. Hannah es golpeada por una noticia que pod...