54

4.7K 448 34
                                    

ENCIENDE UNA LUZ

HANNAH


*Coming up for Air - Signals in smoke



Abro los ojos. Parpadeo una vez. Dos veces. Todo es borroso.

Parpadeo, de nuevo.

La luz entra de lleno por las ventanas.

¿Ya es de día?

Estoy perdida en el tiempo y en el espacio. La habitación no es la misma y las máquinas que me rodean son más que antes. Alguien grita de emoción y creo reconocer la voz de esa enfermera de voz aguda, la misma que me llevaba los almuerzos cada día con una sonrisa que era opacada por un lunar grande sobre su labio superior.

Me estoy ahogando. Mi garganta se cierra y algo rasguña mi interior.

Aprieto los ojos con fuerza. Los abro. Se que mi mirada está clamando por ayuda.

Veo rostros sobre mí. Un tubo sale de mi garganta. Puedo respirar con calma.

Estoy viva.

Espera.

¿Estoy viva?

Una mujer hace unas anotaciones en un folio. Un hombre, vestido de ese celeste pálido, me conecta a un aparato que titila.

—Mira nada más, pero que buena circulación tienes ahora, cariño —dice la mujer al tiempo que masajea una de mis palmas.

Trato de empuñar. Lo logro. Es verdad, siento calor. Había olvidado lo que se sentía.

Siempre me dijeron que la reocupación de un trasplante de corazón era rápida y que los cambios se notaban apenas salías del quirófano. Jamás creí que fuese tan literal. Aunque, ¿cuántas horas han pasado?

Tengo tantas preguntas ahora, pero no tengo fuerzas para hablar.

Las líneas que contornean mi mundo se desfiguran. Trato de mantenerme despierta, pero mis párpados se caen.

Todo vuelve a ser oscuro.

He soñado muchas cosas y algunas parecían muy reales. Soñé con la secundaria y un amigo de la infancia, con un cachorro que iba al espacio y con una fiesta de disfraces donde mi hermano iba vestido de Spiderman y resultaba que, cuando se sacaba la máscara, no era él, si no, Tom Holland. Si todas las veces que estaré bajo los efectos de las drogas soñaré con Tom entonces creo que podría volverme adicta. También soñé con papá, que tenía una novia joven y, aunque odié la idea, se sentía bien verlo tan feliz.

Aprieto los ojos antes de abrirlos.

Escucho una voz. La conozco.

Es Haru.

Abro los ojos con más agilidad que la vez anterior. La oscuridad se asoma por la ventana estirándome sus brazos para un cordial abrazo como una bienvenida al mundo real.

¿Cuánto tiempo ha pasado?

—¿Hannah? —le escucho preguntar y en seguida un grito hacia el corredor.

—¿Ya despertó? —pregunta alguien más. Es papá. Su rostro se acerca al mío. Ladeo la vista y allí está como si acabase de ver algo imposible —: ¿Cómo te sientes? ¿Puedes hablar? ¿Te duele algo?

Fuera de contrato - EN FÍSICO A PARTIR DEL 18 DE AGOSTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora