SOMOS UN CONJUNTO DE PEQUEÑOS MOMENTOS
ADAM
—Me encanta lo que haces —dice inclinándose hacia mi oído y dejando su mano sobre mi antebrazo que descansa en la mesa. Observo el vaso de whisky y las luces tenues del bar se reflejan en él —. Supe de ti por el caso de los niños siameses y la tutoría de sus tíos. ¿Cómo es que no lloras con esas cosas?
Me había olvidado de ese caso, pasó hace más de un año.
Es el segundo sábado que pasamos en el bar desde la pelea con Hanks, pero Will se propuso volver a ser como éramos antes. Asi es que con Alex no dudamos en unirnos a su idea de amigos felices. Lo cierto es que cada uno tiene su propio lio y no quiere afrontarlo. Salvo Jude, él solo viene porque su esposa fue a visitar a sus padres a Ohio.
Levanto la vista y observo a Alex que parece entretenido con la conversación que mantiene con Will y la chica que lo acompaña mientras Jude se les une con risas. Parece incómodo.
Por el rabillo del ojo noto como la chica de cabello negro y ondulado mantiene su mirada fija en mi. Su nombre empieza con A, pero no recuerdo bien. Su mano se enrolla en mi brazo mientras lo acaricia con el pulgar.
—Es experiencia —digo tratando de que suene como una especie de broma, pero no. Suena más bien como es: Un fastidio.
—Por eso escogí el área tributaria —añade Will desde su lado de la mesa con el vaso a medio camino hacia sus labios. Sonríe con orgullo y pega un trago —, ahí solo ves llorar a los hijos de puta que se las dieron de listillos y ahora deben pagarle al Fisco.
—También me especialicé en laboral —sigo, ladeando un poco el rostro para observarla. Tiene los ojos claros, pero las luces que danzan por todo el local no me dejan saber si son verdes o celestes —. No es tan interesante, pero la discriminación es cosa de todos los días. Hay cosas que te acostumbras a ver y después te haces inmune.
Y lo que sigue es más de lo mismo. Conversaciones. Risas. Más alcohol y alguna que otra indirecta para ligar. No es mi caso. No quiero. No estoy de humor. Ni si quiera se bien porqué he venido.
Por debajo de la mesa, siento el zapato de tacón de la chica acariciar mi pantorrilla por sobre el pantalón.
Me levanto del asiento y el sonido de la silla arrastrándose se escucha por sobre la música del bar.
—Voy por más —digo alzando mi vaso vacío.
—A mi también se me ha acabado —añade Adele, creo que se llama. Sí, Adele. Mierda, esto es tan molesto.
—¿Quieres otro? —le pregunto y sin esperar su respuesta cojo su vaso.
Ella se adelanta y coloca su mano sobre la mía sin darme tiempo de levantarlo.
—O podemos ir a otro lado. Hay que celebrar. Mañana es mi primer día en la firma y quiero empezar con mucho entusiasmo —Entiendo la indirecta.
Levanto la vista disimuladamente hacia William, Alexander y Jude. Me observan con esa cara de gilipollas que solíamos tener cuando éramos unos niñatos. No. No todos, en realidad. No puedo discernir que es lo que Alex está pensando y prefiero pensar que es porque las sombras que se esparcen por su rostro producto del juego de luces no me dejan ver bien su cara. Aún así, noto su ceja alzada. Tal vez se pregunta lo mismo que yo.
«¿Qué mierda haces?»
Y lo cierto es que lo sé. Sé lo que quiero desde ese lunes luego de la discusión con Hanks, cuando vi ese puto árbol de navidad.
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Fuera de contrato - EN FÍSICO A PARTIR DEL 18 DE AGOSTO
RomanceHannah ha sido premiada con una beca en una prestigiosa firma de Nueva York. Adam no está feliz con la llegada de la novata. Hannah es alegre, espontánea y risueña. Adam es arrogante, escéptico y orgulloso. Hannah es golpeada por una noticia que pod...