Capítulo 43

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La información que necesitaba para dejar de sentirme por lo menos, un poco menos estúpida solo él podía darmela, si, había muchas cosas que aclarar, pero en ese momento solo quería sacarme o clavarme las palabras de mi padre. Cualquiera de las dos sería bueno y podía estar segura de ello.

En ocasiones el dolor no es tan malo como te lo hacen creer.

-. ¿Vas a casarte?-sus ojos dieron con los míos, todavía recuerdo como sonrió con tristeza.

No decía nada, solo me miraba con atención y un sentimiento que no puedo ni quiero describir; los ojos me picaban por las lágrimas que en ellos se acumulaban, su boca no se había abierto para nada, pero sus iris me decían más de lo que él algún día podría llegar a hacer.

-. Ese es el plan-desviaba la mirada-. La cena de compromiso es en una semana, es noticia en todas partes-me sentía tonta, pero desde que eso empezó ¿cuándo no era así?

¿Por qué no había prestado atención a los detalles? Todo esta en eso, los detalles.

-. No sé que es lo que estoy haciendo Madisson-estaba cabizbaja mientras intentaba pensar en el mundo de cosas que tenía que contemplar, cosas que a mis ojos parecían solo pequeñas, pero que ahora se habían duplicado en tamaño-. Pero puedo jurarte que eso no era parte del plan-al sentir su mano sobre la mía levanté la vista y me aparte.

-. Ya no quiero que me jures, prometas o expliques nada-exhalaba con pesadez-. Sabes perfecto lo que haces y todo lo que conlleva hacerlo, no somos víctimas en está situación, yo soy la ingenua que espera cosas que en el fondo sabe que no llegarán, tú-clave mis ojos a los suyos-. Eres otra marioneta de Erick Morgan y no sabes la lastima que me da darme cuenta en este preciso instante de eso-me levanté de la cama como pude.

-. No sé que vine a buscar aquí con exactitud pero tengo claro que sea lo que sea que haya sido, ya no puedes darmelo tú-las lágrimas quemaban en mis ojos pero me negaba a derramar una más.

-. ¿Puedes perdonar a un idiota? ¿Puedes tratar de entender mi mundo por un segundo? ¿Puedes ponerte un instante en mi sitio y encontrar soluciones a todo?-su voz a mi espalda me paro en seco, giré para verle-. Aunque quisiera mandar todo a la mierda no puedo Madisson, no así-la impotencia me invadía.

-. ¡¿Y por qué no?! ¡¿Por qué no puedes hacer por una vez lo que quieres y no lo que debes?!-la voz se me había roto al final pero no tenía tiempo para odiar eso.

-. Traicione la confianza que tu padre puso en mi, traicione el amor que Lara me dio a manos llenas, traicione a todo y todos los que me ayudaron cuando lo necesité, no puedo huir Madisson, no se lo merecen -asentía comprendiendo.

-. ¿Y yo si?-trato de llegar hacia mi pero me alejaba con cada paso que daba.

-. Dame tiempo para arreglar lo que hicimos mal-me llevaba las manos a la cabeza en señal de clara desesperación, mi respiración estaba agitada y ya no podía contener más las ganas inmensas que tenía de llorar.

-. No se trata de tratar de arreglar lo que hicimos mal, porque todo, tratándose de nosotros está mal desde el inicio-trataba de calmarme, hablaba con los ojos cerrados-. Se trata de aprender de nuestros errores y eso otra cosa que tú no entiendes Dylan.

-. Dijiste una vez que no te interesaba lo que podía o no poseer el hombre que dejo a tu madre en primer lugar, dijiste que lo arreglarias, dijiste tantas cosas y es tan triste darse cuenta que ninguna es cierta-en un ágil movimiento me acorraló con la puerta principal mientras yo golpeaba su pecho musitando cosas de las que ya no tengo memoria-. Nunca serás capaz de hablarle al mundo de lo nuestro, siempre será tu silencio el que ocupe el puesto.

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