Capítulo 18

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Cerré los ojos rogándole al cielo que me dotará de paciencia, no quería perder los estribos y querer saliendo, le pedía valentía para no querer lanzarme del auto como aquella vez.

—Podemos fingir que no he dicho nada—cruzo los brazos sobre mi pecho y mi mirada no avandona la ventana mi un segundo.—Termina ya con esto, dime que mierda quieres para que me vaya—toma mi muñeca con más fuerza de la debida y lo fulminó con los ojos.

—No, ahora quiero saber de que mirrda hablas—negué y una risa carente de humor me avandona.—sueltame o si no... voy a lanzarme del auto—me miro como si estuviera loca, ¿lo estaba? Tal vez.

—Explicate, ¿en qué no he sido claro contigo Madisson?, te deje claro desde que te vi que era una persona solitaria, que no era el típico idiota que te iba a suplicar subir a su auto para que te llevase a casa después de una estúpida discusión...—le callo.

—¿Quién es la chica de la que hablaban? ¿Quién es tu chica? Y ¿,Por qué si tenías o tienes una jodida relación no me dijiste?—quería honestidad, boom, se la di, quería que fuera clara y directa, boom, también le di el gusto en ello.

—Te deje claro ayer que no te debo ninguna explicación de lo que haga o deje de hacer con mi vida, creo que te deje claro que nada de mis asuntos son de tu incumbencia—continuo como si no hubiera dicho nada, boom, golpe bajo, cerré los ojos intentando mantener la irá a raya.

—Prefiero tirarme del auto antes de seguir hablando contigo, ¡no quiero tener esta charla! Es más, ¿por qué no me dejas tranquila? Botame aquí, te aseguro que hasta en un callejón estaré mejor que contigo—su semblante cambió aunque no pude descifrar que era lo que decía con su mirada, no podía leerlo aún.

—¿Qué esperabas de mi?—pregunta entre risas.

Reí y negué—No me digas que soy estúpida, eso lo sé, ¿qué se puede esperar de alguien que conoces enrredado en una pelea?—vuelvo a reír.—No esperaba nada de ti, no lo espero ahora y no quiero quedarme a averiguar si es que alguna vez esperaré algo de ti, aunque, si fuera así, dudo mucho que lo haga, lo único que exigía, es que fueras claro, ¿querías sexo? Adelante, dímelo, ¿diversión sólo de una noche?, ¿querías una amiga? ¿Querías solo hacerme perder tiempo? De cualquier manera, sea lo que sea que querías siempre voy a preferir que me hablen con la verdad.

El semáforo se pone en rojo y me libero de su agarre para salir de su auto.

Camino a paso decidido sin mucha prisa, ví como me siguía pero no me moleste en decirle nada, bajo el vidrio de su ventana y se dispuso a hablar.
—Eres terca, aunque decidida—dice pero yo no me detuve, siguía caminando con una sonrisa triunfal en el rostro.—Haces que me de migraña cada que intento discutir decentemente contigo—una risita se me escapa pero ni siquiera lo veo.

—Sube—me detengo y lo veo arqueando una ceja, él sonríe con incredulidad y niega—Sube por favor, terminemos nuestra charla de manera civilizada, no como unos locos, ¿tienes idea de lo acosador que me miro siguiéndote y hablandote sin que me des respuesta?—vuelvo a reír, pero asiento y vuelvo a subir a su camioneta.

¿Estúpida? Quizá, ¿fácil de convencer? Sin duda.

—Quiero ser tu amiga—dije sin rodeos, él parecio divertido ante mi confesión pero asintió de igual manera.

—¿Quieres que seamos amigos?—aún había diversión en su tono de voz pero me hice de todo mi autocontrol para ignorar ese pequeño detalle.

Asiento.—Si Anderson, quiero que seamos amigos—al notar la seriedad con la que hablo deja de burlarse, pero aún seguía sonriendo.

—Estoy bien con eso, por ahora—le doy una mirada y él rié.—No me digas que no te mueres por besarme ahora mismo—no dije nada, la verdad era que si, pero si sonaba patética en mi cabeza no me quería imaginar si de verdad lo admitía.—Los amigos no se besan Madisson.—la burla de su voz me hace reír a mi también.

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