Capítulo 17

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—¿Qué? ¿Entonces?—la voz de mi mejor amiga me saca de mis absurdos pensamientos, tengo que pestañear varias veces para poder prestar atención al aquí y ahora, bueno, ese aquí y ese ahora.

—Estoy de acuerdo—digo y ella entorna los ojos.

—Madisson te estoy preguntando si vas a entrar al aula de historia a aplicar el examen.—mierda, me remuevo en mi asiento y froto mi rostro con mis manos.

—Lo siento, La, ayer casi no dormí—ella se sienta a mi lado y me abraza con una mano mientras se recuesta en mi hombro.

—¿Quieres hacer un pijamada en mi casa? Hace mucho no vas y mamá me a preguntado por ti—sonreí al recordar lo amable que solía ser la Señora Baker conmigo, apesar de ser muy amiga de mi madre ellas eran totalmente diferentes, tanto, que no entendía como podían llevarse tan bien.

—Claro, sólo buscaré mis cosas en casa y después me marchó a la tuya—ella se despega de mi y sonríe con suficiencia.

—Excelente—me sonríe y yo le devuelvo el gesto mientras tomo la liga que solía usar de pulsera para hacerme una coleta en lo alto de la cabeza.

—¿Entonces vas a entrar? O ¿podemos ir a la cafetería?—asiento.

—La segunda opción, no tengo ganas de enfrentar a la vieja Jones, hoy no, mi cuerpo necesita cafeína—Lara suelta una risita.

—Vamos entonces—tomamos nuestras mochilas y nos dirigimos a la salida del Instituto decidas a ir por ese merecido café.

Caminamos mientras hablamos y hacemos bromas, bueno, ella era quien bromeaba con echarme el café encima si no la acompañaba al centro comercial.

—Estas loca—digo cuando entramos, el aroma a pastelillos, dulce y café inunda mi sentido del olfato, no pude eviar sonreír estando ahí, era uno de mis lugares favoritos.—Te conté que mañana voy a dedicar el día a mi cámara, puedes acompañarme pero no pienso ir a desperdiciar mi tiempo en algo tan no-importante como comprar maquillaje y ropa—se lleva una mano al pecho y abre la boca con indignación.

—Me dueles Morgan, me dueles—entorno los ojos y rió mientras no dirijimos al mostrador.

Cuando mis ojos se encuentran con esos rizos color caramelo y sus ojos color esmeralda mi sonrisa se vuelve más ancha—No pensé que vendrías a verme tan pronto—de verdad que por un momento había olvidado su trabajo ahí.

Antes de que pueda responderle Lara se aclara la garganta haciendo que ambos le prestemos atención, de repente había tensión en el aire y no sabía el porqué, ellos intercambiaron miradas que me hicieron sentir extraña y fuera de lugar ¿qué estaba pasando?

—Queremos dos frappés—soltó la rubia tan seria que por un segundo dude que fuera Lara.

Mike asintió y desapareció de nuestra vista segundos después.

—¿Qué fue eso?—pregunté seria de repente, ella me miro con inocencia, como si no tuviera idea de que le hablaba, se encogió de hombros.

—¿Qué fue que?—la mire mal y entonces ella deja escapar el aire que no sabía que estaba conteniendo.—Es una larga historia Madds—desvía la mirada y suelta un suspiro cansino—Sé que odias que te digan que hacer, pero soy tu mejor amiga y como tal te aconsejo—nego—Te pido—se corrige—que guardes tu distancis con él

Seguramente mi rostro era todo confusión, quería preguntarle porqué, quería razones, coherentes de preferencia.

Mi boca se abre pero se cierra rápido al notar la presencia del chico de cabello color caramelo.—Aquí esta su orden Señorita—Lara sonríe tan falsa que quisé golpearla para que dejara de comportarse de esa manera, sin embargo no hice ni dije nada, ella se dedicó a pagar—Quédate con el cambio—camina decidida y nos sentamos lejos de la vista del chico.

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