-Dylan-
La veo, ríe y sonríe como nunca la vi, o, por lo menos como nunca recuerdo haberla visto.
Es ella, pero ha cambiado y supongo que todos hicimos igual y no solo físicamente; ahora su cabello parece más café y lo lleva debajo del hombro, ya no viste sus usuales faldas en colores oscuros, tampoco vestidos, tampoco luce los maquillajes de antes.
Pero a pesar de eso, en su rostro parece que los años no han pasado, aún en la distancia puedo ver ese tinte de inocencia que me llamo la atención desde que todo comenzo.
Ha formado una familia y no puedo juzgarla porque yo he hecho igual, ha hecho su vida aparte, muy lejos, y tampoco puedo señalarla por eso.
No puedo pedirle que me escuché ahora porque ya no es correcto, porque tuve mil oportunidades para hablar y las desaproveche todas, cada una. No puedo pedirle que vuelva unos segundos al pasado para que logré comprenderme, no puedo pedirle que siquiera me mire, no puedo, porque sería egoísta y aunque lo fui antes, ya no puedo serlo ahora.
El vacío que me acompaña a todas partes parece llenarse un poco con tan solo verla siendo todo eso que nunca pudo ser conmigo, de alguna u otra manera me alegra ver que consiguió lo que siempre me pidió a gritos silenciosos.
Supongo que es momento de irme, pero no puedo dejar de verla, no puedo dejar de mirar como observa a ese chico, como pone sus ojos después en el pequeño que tiene a su lado, los ama, realmente los ama.
Se levanta y camina hasta un pequeño puesto de helados, sonríe mientras pasa su peso de un pie a otro.
Salgo de mi escondite, sé que podría verme y eso es justo lo que busco aunque no sepa bien para que, aunque sea una total contradicción a lo que acabo de decirme. Paga, se gira y sus ojos dan conmigo.
No se mueve por lo que parece ser una eternidad, pero lo hago yo, camino hacia donde está de manera automática, porque ya no tengo el valor para darme vuelta y correr. Después también ella lo hace, camina hacia mi.
Todo pensamiento se esfuma cuando la tengo tan cerca, todo vuelve un segundo a ser lo que era cuando me animo a tomar su mano. No se aleja y eso me hace feliz.
Pienso lo que quiero decir pero nada suena correcto, mi vista se vuelve borrosa, sigue siendo hermosa de una manera que jamás nadie será capaz de explicar, es ella, es Madisson.
—.Te encontré—digo más para mi mismo pero logra escucharme ya que asiente con una sonrisa triste y lágrimas que no salen de sus ojos.
Una lágrima cae de mi ojo, después son tantas que solo siento mis mejillas húmedas.
—. Solo quiero que me respondas Madisson, ¿cómo le pongo un candado al corazón?
Fin.
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Prohibido
Romance"-Y aunque tal vez sea pecado yo me siento en el puto cielo." Sé, Ambos sabíamos, que dolería, aunque lo que duró fue lo que más añoraría. A veces sobran ganas, pero faltan fuerzas. Y es que... ¿Cómo ponerle un candado al corazón? -------- #46 fuerz...