02《REGALO DE CUMPLEAÑOS》

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Ayer pasé mi cumpleaños sola, ya lo dije, pero si recibí un regalo,  o algo asi, de mi padre. Me dijo que fuera hoy a un lugar especial, que allí me esperaría él.

No se que pueda ser la verdad.

Bien temprano me arreglé y me dirigí al lugar con un traslador. Este me Llevó hasta allá pero un poco lejos. Colina abajo.

Subi la colina sin imaginar ni esperar nada.

Al llegar pude presenciar mucha gente a los costados formando 2 filas y un camino libre en el medio. Al final del mismo estaba mi padre, junto a Bellatrix Lentrange, quien me miraba ansiosa y con una gran sonrisa.

Mire confundida a la gente que me seguia con la mirada mientras me acercaba lentamente al señor oscuro.

Este me esperaba con una pequeña caja en sus manos y una sonrisa.

-ahora tu, hija, Maia Riddle...-
Lo mire confundida debido a que me presentó como su hija delante de tantas personas, pero estas no parecian estar sorprendidas.
-...de cabellos rubios, tes palida, pecas tímidas, iguales a las de tu madre, ojos verdes como manzanas, de una altura.. no muy prometedora -wow gracias papá-...seras portadora del anillo de almas, antes en mi mano, y más antes en la de tu abuelo- contó Tom abriendo la pequeña cajita negra con un anillo negro y una esmeralda verde arriba.

Sonreí mientras me lo ponía en el dedo anular derecho.

-Gracias padre, es un gran regalo- le dije sonriente

-y se pone mejor-  hizo una pausa, agarro mi brazo izquierdo y continuó

-por años has sido no solo mi hija, si no tambien mi ayudante, asististe a Hogwarts por tres años y luego abandonaste cuando se te lo pidió. Gracias a eso aqui me tienes hoy, con un cuerpo propio de nuevo y muchas mas fuerzas...- comenzo a poner su varita en mi antebrazo y mi respiración se agitó y comenzé a preocuparme.

No dejo de mirar mi brazo, pero volteo desesperada al ver al resto con una sonrisa triunfante.

-...al siguiente año decidiste revelarte contra mi y mis órdenes, pero no hay que preocuparse mas por eso, ya que ahora seras... ¡mi eterna seguidora!- exclamó eso último victorioso dejando una marca en mi antebrazo izquierdo.

-que?! Nooo!!- exclame a punto de llorar sosteniendo mi brazo.
-no quiero, no no por favor te lo suplico, quitame esto papá, no no, yo... no puedo- dije ya suplicando con lagrimas en mis ojos. Caí en mis rodillas mirando el cesped y dejando mis lágrimas caer.

-levantate! Riddle, y haz honor al apellido- dijo Voldemort

Yo seguia en el piso pensando que esto nunca pasaría.

-quiero que te levantes y alzes tu brazo en forma de victoria-

Procedí a levantarme secando mis lagrimas y alzé mi brazo aguantandome las ganas de llorar e intentando aceptarlo. Al menos para que esto no sea lo peor del mundo.

Al levantar mi brazo todas las personas presentes aplaudieron con grandes sonrisas en sus rostros. Excepto por una persona,Snape, Severus Snape, pude verlo aplaudir en el fondo sin ninguna expresión en su rostro.

Despues de eso me retiré lentamente no sintiendome orgullosa de lo que acababa de pasar. Una vez que me aleje lo suficiente de ellos, corrí colina abajo hacia el traslador y de un segundo a otro ya estaba en mi cuarto tirada en la cama llorando a mares.

Luego de un rato me encontraba sentada en la cama dejando entrar la luz opaca del sol ya que estaba nublado. Observando cada detalle de mi marca oscura. Me veia seria, me quería sentir fuerte. Quiero demostrar que soy fuerte, que puedo con esto, una Riddle no es debil, una Slytherin no es debil; no puedo llorar siempre que vea esta marca eterna, me propuse a mi misma ser fuerte y demostrarle a mi padre, y al que sea necesario, que puedo con esto.
Pero eso si, no mataré a nadie, si me tienen que matar por no hacerlo, que lo hagan, no pienso pasar a la historia como una asesina.

Ahora mi vida va a ser totalmente diferente, de a andar por la aldea como una chica normal de 16 años, a vivir de reuniones y misiones con gente que no conosco. Probablemente sea la mas joven mortifaga en la historia.

Me pregunto, si no me hubiera negado a mi padre hace unos 2 años, igualmente seria mortifaga ahora?
Yo creo que si, no solo por ser su hija, soy inteligente, hábil y buena con la magia, y eso él lo sabe muy bien.

No creo que me quiera de verdad, solamente... le sirvo.

《Maia Riddle》 Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora