15《OBSERVATORIO》

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Me levanté y desayuné como de costumbre. En unas horas es el partido de Quidditch y no he visto a Draco en toda la mañana, quizas se quedó hasta muy tarde ayer reparando el armario y solo esta cansado.

Pasaron las horas y me dirigí a la sala que tiene salida al campo de Quidditch, ahi estarian todos reunidos para el partido.

Me retrasé algo ya que hice otras cosas antes, asi que seguro ya habria bastante gente ahí. Y no me equivoqué.

Llego y veo a Harry, Ron y sus amigos en una mesa, muchos otros estudiantes más y en la otra mesa larga que se encontraba alli estaban Crabbe, Pike, Goyle, Blaise y Pansy sentados y hablando animadamente. Dirijo mi mirada un poco mas cerca de ellos y veo a Draco sentado, solo y apartado. No como si lo hubieran apartado, mas bien como si él quisiera estar solo.

Pero ya saben como soy, asi que es obvio que lo acompañaré. Caminé hasta él, que mantuvo su mirada fija en la mesa, y me senté a su lado. Sus amigos parecieron no notarme.

-¿a que hora te despertaste?- le pregunté para generar conversación -No te vi en toda la mañana-

-tarde, vine directo para aqui- asenti con la cabeza.

-oye..¿tu no jugabas Quidditch?-

-no hay tiempo para esas cosas, ademas, volvieron a elegir equipos, y obviamente no me presenté- me respondió él sin apartar su mirada de la aparentemente interesante mesa.

-y...¿como te fue anoche? Ya sabes, en la sala-

-¿nunca dejas de hablar?-

Rodé mis ojos y esperé una respuesta.

Malfoy giró su cabeza hacia mi sin decir nada, dando a entender que no le fue bien.

Esto ya me comenzaba a preocupar, no comía lo suficiente y su cara perdía color, ya ni siquiera se sentaba junto a sus amigos. Creí que si iba solo, se concentraría más y podría lograr algun avance. Veo que no fue así.

Quise consolarlo de alguna manera, pero es... Malfoy, cómo consuelas a un Malfoy. Son las personas mas frias que conosco, después de Snape claro. Seguro si intento abrazarlo o tocar el tema me aparte y se aleje aún más.

Así que solo miraba como jugaba con su anillo en su dedo. Recordé que hice el mismo gesto cuando nos conocimos formalmente, en Borgin y Burkes. Eso por alguna razón, me sacó una pequeña sonrisa. Rapidamente la borré cuando entró alguien a decirnos que podíamos entrar a las gradas de nuestras respectivas casas.

Me paré y Malfoy me siguió parándose de su asiento con pesadez, y largando un largo suspiro.

Gritos y abucheos se podían oír de parte de ambas casas, pero Malfoy, intacto. Sólido. Callado.

Yo observaba el juego de brazos cruzados por el frío, las escobas a toda velocidad en el aire provocaban un viento fresco.

Cada tanto giraba a ver a Draco, quien estaba sentado a mi derecha, aturdido por los gritos de Goyle a su lado. A mi izquierda estaba Pansy, no paraba de hablar con sus amigas, hablar a los gritos.

El rubio y yo parecíamos los únicos humanos ahi que no disfrutaban del partido. Ni cuanto nuestro equipo anotaba, ni cuando perdia.

No es que a mi no me guste el Quidditch, me parece un deporte bastante interesante. De hecho, se volar bastante bien en escoba. Es solo que, ya no lo veo como algo tan importante en estos dias, presiento que cuando reparemos ese armario, algo malo va a pasar, en serio malo. Eso me preocupa, por eso tampoco es que colaboro mucho cuando de reparar el armario se trata.

Luego de que el partido terminó tuvimos un tiempo libre hasta nuestra siguiente clase. Estaba en serio preguntandome si debería ir, no tengo nada de ganas de ir a Encantamientos.

《Maia Riddle》 Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora