49《PRIMER DESTINO》

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《Narra Maia》

Ya estamos en 1 de Enero y con Malfoy tenemos nuestras cosas listas para partir. Bolsas con hechizos de extensión para tener lo necesario.

Yo ya tengo decidido a donde iremos en primer lugar, no se que vaya a pensar al respecto.

Son las 10 AM y aún no he salido de mi cuarto, por lo tanto no he visto a Draco todavía. Yo me encargué de usar un pequeño cofre para encantarlo como un Traslador.

Después de un rato, salí de mi habitación con mi bolsa y al mismo tiempo Draco abrió su puerta, viendonos al mismo tiempo desde distintos puntos del pasillo. Ambos nos miramos sin decir nada, sin saber que decir de todas maneras.

Caminamos despacio hasta quedar frente a frente. Suspiramos nerviosos y fuimos a la sala principal, donde ya se encontraba su madre.

Su mirada hacia nosotros era de preocupación pero luego cambio a una más aliviada.

-Solo les digo que... se cuiden y no se apresuren en regresar- dijo ella sujetando nuestras manos delicadamente. Ni Lucius ni Bellatrix se presentaron.

Seguido dejé el cofre en el suelo y luego de un profundo suspiro, quedamos Malfoy y yo cara a cara, sonreí sabiendo el destino que nos esperaba y ambos tocamos el objeto. De pronto aparecimos en un callejón, uno sucio y con tachos de basura nada agradables.

-Diug que es este lugar Stievenson?- se quejó Malfoy haciendo muecas de asco.

-No se por qué no pensé en un lugar mejor, como sea sigueme- dije dirigiéndome a la luz, a la salida de ese callejón. Donde se pudieron apreciar mejor los sonidos de los vehiculos, las numerosas personas, las luces por todo el lugar.

-Donde... estamos- preguntó Draco impactado por lo que estaba viendo.

-En nada mas ni nada menos que Westminster, un lugar de Londres. Mas específicamente, no mágico- en cuanto lo dije el chico me miro sorprendido y algo disgustado.

-¡¿Me tragiste a un lugar sin magia?!- dijo alterado.

-Shhh hay muggles- dije mientras salíamos del todo de aquel callejón y caminábamos entre la gente.

-Esto tiene que ser una broma Maia Stievenson- dijo molesto entre el barullo.

Yo reía a lo bajo porque supuse que eso pensaría de un lugar sin magia.

Llegamos a un lugar mas tranquilo.

-No puedes sacar tu varita aca ¿de acuerdo?-

-¿Este es el mejor lugar que se te pudo ocurrir?- se quejó.

-Te gustará lo se, pero primero vamos a nuestra estadía- dije marchando al lugar.

-¿Tienes casa aqui?¿Como lo conoces?-

-Los años anteriores, cuando no iba a la escuela, tuve mucho tiempo libre en el cual me gustaba explorar y salir de la casa. En eso me tope con este lugar. Y no no tengo casa, pero si un lugar donde dormir- Draco me miraba para que me apresurara a explicar .

-Se trata de un apartamento abandonado, no muy lindo pero nadie vive ahi asi que podremos quedarnos, no queda lejos. Queda sobre un pequeño local, el dueño me vio la primera vez que vine y le pregunté si conocía de un lugar barato donde quedarme, me dijo que barato no hallaría mucho, pero él podia dejarme el apartamento de arriba gratis hasta que alguien lo alquilara. Nadie lo ha hecho, ya que la ventana da a un horrible callejón oscuro. Pero eso no importa podemos quedarnos cuanto queramos- terminé de explicar y Draco parecía querer vomitar de la situación.

Llegamos al ya nombrado local y me encontré con el dueño detras del mostrador.

-Lenny!- llamé como entonando.

-¡Aqui esta tu inquilina favorita!- continué.

-¡Santo cielo, Maia! Hace cuanto no pasabas por aqui querida- dijo este detras del mostrador.

-Hace tiempo ya, pero hoy vengo a pedirte lel apartamento, después de tanto tiempo. Mi amigo y yo necesitamos un lugar donde quedarnos- dije presentando a Malfoy a lo que él sonrió forzadamente.

-Pero por supuesto, el apartamento sigue vacio, por las escaleras de atras pueden subir y acomodense. Que bueno volver a verte niña- se despidió el señor de avanzada edad cuando nosotros nos dirigimos a las escaleras.

-Quizás no sea tu mansión pero hicimos un trato y nos quedaremos aqui dos dias- Draco ni siquiera se molestó en responder, su cara expresaba suficiente disgusto.

-Dame tu varita- dije extendiendo mi mano a él.

-Olvidalo, podría ser util- acepté y deje que conservara su varita asi como yo la mía.

Malfoy se acomodó en un sofá sacudiendo el polvo acumulado y dijo -Bien y... que tienes planeado hacer, anfitriona-

-Tengo muchas buenas ideas, pero primero que nada, tengo ganas de un helado-

-¿En invierno?-

-Siempre es momento para un helado. Vamos ven conmigo- dije y me llevé las llaves de la casa para salir. Draco, quien se acababa de sentar se volvió a poner de pie para ir a una heladería.

Ya en la heladería a unas cuadras de distancia Draco preguntó -¿Tienes dinero muggle siquiera?-

-Umm no, pero puedo conseguirlo- discretamente saco mi varita procurando que no se vea y con ella hago que la billetera de un hombre comiendo su helado levite hasta mi mano. Sonreí triunfante.

-Wow no sabía que fueras criminal Stievenson- dijo alzando una ceja y sonriendo picaramente.

-Shh. Sabes? yo tambien tengo mi lado... no muy santo, Malfoy- sonreí coquetamente.

-Bien, recuerdo de niño pedir sabor apio caramelizado-

-¿Perdon? Que asco, eso es una abominación al helado. Yo voy a elegir tus sabores-

-De que sabor querrán jovenes- preguntó el heladero.

-El mio de Banana Split y Chocolate. El de él de Granizado y Limón- le dije.

Draco observaba lo limpio y blanco que se veía ese lugar, no lo dice pero lo juzga en silencio.

-Gracias- dije en cuanto el heladero nos dio nuestros helados. Le pagué y nos sentamos en una mesa de afuera.

Draco observó su helado detenidamente y finalmente le dio una probada al de limón.

-Nada que no haya comido antes- dijo este indiferente.

-No creo que sea muy casual andar con un traje por la calle- le comenté al ver que traía su traje negro.

-Que les jodan, no usaré ropas muggle-

-Mínimo sacate el saco y ponte un sueter- le dije pero este solo rodó los ojos.

Luego, a espaldas de Malfoy vi pasar un grupo de niñas como de 14 o 15 años cuchicheando.

-Oh no...- dije sabiendo lo que vendría.

Estas entraron a la heladería y no dejaban de mirar a Draco mientras reían entre ellas.

Draco como todo arrogante que es, las miró, sonrió y les guiñó un ojo.

-Auch- dijo luego de que le pateé con el pie.

-Son niñas Draco- lo reté en susurro y este aceptó dejandolas de lado.

Luego ellas se fueron sin borrar sus sonrisitas y nosotros seguimos en lo nuestro.

《Maia Riddle》 Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora