34《VISITAS》

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-¿que hay?- pregunto a Draco.

-ah ahí estas, ven siéntate, me parece que teníamos una conversación pendiente- dice haciendose a un lado para dejarme espacio. Acepto y me siento junto a él.

-quiero que sigamos hablando-

-¿Draco Malfoy quiere hablar de sus sentimientos? ¿queda más para decir? Quién eres y que hiciste con Draco- dije riendo a lo que él rió también. Parecía más relajado, en confianza. Mientras esto nos haga olvidar lo sucedido, por mi esta bien.

-Enana... te he tratado como no he tratado jamás a nadie, puedes estar segura de eso ¿Abrazar? ¿Yo? Hasta se me hace raro pensarlo- reímos

-bueno en eso tienes razón- No lo había pensado así, tenía razon, él era diferente conmigo, ¿será ese el Malfoy enamorado que nadie jamás ha visto? ¿Como sera Malfoy en una relacion seria? Me pregunte a mi misma curiosa.

Malfoy podía ser un cretino con otros, los Gryffindors por ejemplo, pero yo también tengo mi lado Slytherin malvado y debo admitir que algunas cosas crueles que él hacía me daban gracia. Sin embargo aún no me termino de convencer respecto a mis sentimientos hacia el chico. Qué es lo que debe pasar, qué es lo que debe demostrar para finalmente saber lo que siento. Me pregunto.

Tampoco es cuestión de vida o muerte, no me pasaría la vida pensando si gustar de Draco o no.

-¿Que? ¿quieres que cambie?- prosiguió -Puedo cambiar, bueno intentarlo, no creo pero podría- escucharlo decir esas cosas me da ternura lo que hace que suelte una pequeña risa.

-No no quiero que cambies, si me enamoro de ti quiero que sea del auténtico Draco. El tema es que no se cual es el auténtico Draco. Porque conmigo eres una persona pero con los demas otra-

-Y por qué el auténtico Draco no puede ser ambos?-

-Mmm buen punto, pero lo que si se, es que ambos Draco me caen bien, uno mejor que otro claro-

-Puedo adivinar cual es el que te cae mejor- dice sonriendo

-Jajjaja ya veremos huronsito- digo y me levanto de aquel sofá para irme de nuevo.

-entonces... confirmas que no sientes nada por mi? Solo mírame, no puedes resistirte por mucho- dice pavoneandose. A lo que libero una carcajada, ese Draco si que me hace reir.

-no me hagas reir Malfoy. Luego te veo- me voy sin dejar de sonreir.

-Luego te veo enana-

...

Me encontraba en la biblioteca de la casa leyendo un libro cuando escucho una voz acompañada de una risa desde las afueras de la Mansión. Suelto mi libro y voy al cuarto principal para ver de quien se trataba.

No fue una linda sorpresa.

-¡buenas familia!- canturreó la de pelo negro, Bellatrix Lestrange, abriendo bruscamente con su varita ambas puertas de la entrada principal. Y detras de ella se acerco caminando lenta y superiormente, mi peor pesadilla, y la de todos en esta casa.

-¿padre?- dije algo bajo pero esta vez sin miedo a que alguien escuche, pues todos en esta casa sabían de eso.

-estas muy orgullosa de tu padre ¿no es asi Maddison?- dijo Bella caminando por el lugar haciendo que sus tacos retumben el suelo.

-es Maia- digo de malhumor. Odio a esa mujer. Ella me dirige una mirada indiferente y sigue con lo suyo.

-¿ya no quieres esconder la verdad Maia?- dijo esta vez mi padre mirandome a los ojos de manera que sentí escalofríos en todo el cuerpo.

No respondí.

《Narrador omnisciente》

Tanto Malfoy como su madre sintieron como se les helaba la sangre en cuanto Voldemort cruzó aquella puerta.

-gracias por su hospitalidad, la residencia Malfoy servirá- dijo Voldemort con su voz aspera.

-si, gracias hermana- apoyó Bella

-¿servir? Pero yo jamás..- dice la mujer Malfoy confundida hasta ser interrumpida por Voldemort.

-¿que pasa?¿no te alegra tenernos a mi y a tu hermana en tu hermosa Mansion?...-

-si señor, sería un honor- dice ahora mas rígida y fingiendo una sonrisa.

-... y a algunos Mortifagos claro, aqui se darán las reuniones a partir de ahora- terminó por decir él.

-Draco, joven Draco...- se acerca a el chico mientras éste no mueve un pelo -me has decepcionado, que haré contigo...-

-no lo toques- dice ahora Maia fuertemente haciendo que hasta Bellatrix voltee a ver.

El hombre gira su cabeza hacia su hija pero sin moverse de su lugar. Ella lo mira firme, pero aún así nerviosa traga saliva.

-... te recompensare por reparar el armario, una tarea de preescolar sin duda, pero es triste no ver a toda la familia junta...- sigue este volviendo a Malfoy.

-hare una fuga masiva en Azkaban, espero que tu marido no sea tan estupido esta ocasión y pueda escapar- dijo ahora dirigiendose a Narcissa.

-claro, gracias- dice ella en tono bajo.

En cuanto pasó toda la charla de bienvenida el ambiente se había puesto tenso. Draco temía caminar por su propia casa. Maia vigilaba cada paso de su padre. Y Narcissa buscaba no intercambiar miradas ni con su hermana ni con ese hombre horrible.

A los chicos no les quedo otra opción mejor que ir a la biblioteca.

-esto... no tenía idea de que pasaría- dice Maia sentada en uno de los grandes asientos del lugar.

-bueno... no es tu culpa, pero esto va a ser horrible- dijo Malfoy con cuidado de que lo pueda oir, aún sabiendo que no es posible ahi dentro.

Ese lugar era amplio y silencioso. Algo oscuro en ciertas partes porque solo había dos grandes ventanales que permitian la entrada a la luz natural del dia. Con algunos sillones grandes de terciopelo color azul marino y amplias mesas negras, relucientes, sin una pisca de polvo. Los elfos hacían un buen trabajo. Grandes lámparas iluminadas por velas, colgaban del alto techo. Y otras mas bajas flotaban sobre las mesas para el disfrute de los lectores.

-agh me perdí, tendré que buscar la página- dijo Maia hojeando el libro que había dejado sobre una mesa.

Malfoy se levantó perezosamente del sillón y se dedicó a mirar las estanterías de la biblioteca. Leyendo el lomo de los libros que se encontraban allí. Todo marchaba muy aburrido ahi dentro, pero aún así ninguno quería salir.

《Maia Riddle》 Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora