Al rato entró Maia a la tienda.
-¿No ibas a sacar el pastel de calabaza del fuego?- dijo
-Ah, cierto- lo había olvidado.
Lo saqué y luego de que se enfrió nos sentamos a comer. Ninguno hablaba en la mesa, el ambiente era algo... incomodo.
A lo largo del día pudimos volver a hablar tranquilamente, ya todo era como antes.
Al atardecer, Stievenson salió de la tienda por un largo tiempo. Aburrido yo solo ahi adentro, decidí salir y la vi sentada en el borde del precipicio con un ave Fénix apoyada en su brazo.
-¿Cómo...- dije pero ella me interrumpió haciendo un gesto con la mano para que me callara.
-Acercate despacio y con confianza- dijo ella.
Lo hice y me arrodillé junto al ave.
-¿No es hermosa?- dijo ella acariciando las brillantes plumas color fuego del ave.
Yo sonreí como respuesta, luego me atreví a tocarla y sus plumas se sentían realmente suaves.
-Cargala tu, deja que se apoye en su brazo- dijo ella acercandome el brazo donde el Fénix estaba posado.
-¿Que? No no no, sabes que no me llevo bien con los animales- dije recordando cada incidente que tuve con ellos, desde el pollo de Hagrid, el Huron e incluso de niño tuve uno con mis propios pavos reales.
-Solo acerca tu brazo, que vea que confías en él- dijo segura y en voz suave.
No muy convencido acerqué mi brazo y el ave abrió sus alas rapidamente, crei que me iba a atacar, en cambio, voló esos pocos centimetros hasta mi antebrazo y permaneció allí.
-¿Ves? Le agradas- dijo Maia sonriendo.
-Supongo- dije acacriciando el Fénix. Luego lo dejé ir y este voló majestuosamente hasta el resto de su especie. Adentrandose en el Fénix Canyon
Maia y yo ingresamos a la tienda y dormimos juntos, pero sin necesidad de apartarnos tanto esta vez.
Ella despertó primero y me apuró de manera que me cambie rapido y guarde la tienda de nuevo en mi bolso. Eso hice y ella con el traslador decidió nuestro destino.
En un abrir y cerrar de ojos ya estabamos en... un puente?
《Narra Maia》
-¿Un puente?- dijo Malfoy en cuanto aparecimos al borde de un gran puente.
-London Bridge. Quise que aparecieramos en la ciudad pero no lo pensé muy bien- dije.
-¿Un momento, dices que estamos en el mundo muggle otra vez?- yo asentí y reí al ver su expresión de desagrado.
Caminamos hasta salir del puente y llegar a la ciudad.
-¿Donde planeas que nos quedemos esta vez?-
-En un hotel, la plata que tengo no es suficiente, pero puedo conseguir más- sonreí de lado.
-No necesitarías hacer eso si fueramos a destinos magicos- dijo convencido.
-Buen intento Draco, pero prefiero que tu me lleves a lugares mágicos y yo te llevaré a ti a lugares no mágicos-
Caminamos hasta llegar a un hotel que por suerte había uno no tan lejos. Pedimos un cuarto y sin más nos acomodamos en él.
-Esto se ve mucho mejor que la casa anterior- dijo Draco mirando por la gran ventana del sexto piso.
-Bueno, quiero que en la mañana descansemos asi que... pido desayuno a la habitación o desayunamos abajo?- pregunto.
-Lo que tu quieras- dijo el dando un paseo por el cuarto.
-Sabes que? mejor vayamos abajo, no tengo idea de como hacer funcionar esto- dije intentando descifrar un aparato colocado en la pared con números en su interior. (Un teléfono)
Bajamos y pedimos jugo de naranja con tostados. Desayunamos tranquilamente y sin apuro.
-No he planeado a donde iremos hoy, pero haremos algo tranquilo- dije dandole un sorbo a mi jugo.
-Tranquilo cómo- pregunta él.
-Pasear por el centro, sin presiones... lo que se nos ocurra hacer- Draco asintió convencido.
-Debo admitir que tu dinámica de los viajes no esta tan mal Stievenson-
-Gracias lo se, soy brillante- dije revoleando mi pelo en chiste.
Terminamos el desayuno y volvimos a la habitación. Horas mas tarde salimos.
Caminamos por la calle mirando los locales y sinceramente yo demostraba mas interés por los artículos Muggles que Draco, él solo los miraba con extrañeza.
En la caminata, chocamos con un local grande y muy lindo de ropa, tenía que entrar y eso hice. A pesar de que Draco bufó lo hice entrar al local.
-Mira esta hermosa ropa, debo probarme todo- dije y abrí mi boca mirando a Malfoy, él entendió, entendió que tuve una idea.
-Cual es tu brillante idea enana- dijo esperando lo peor.
-Tu... te quedaras aquí y yo... me probaré outfits, tu me diras que opinas- dije guiándolo hasta un sofá mientras yo busqué conjuntos para probarme.
-Dijiste que saldríamos sin presiones- se quejó pero ahi esperó hasta que saliera del probador.
-Bien... que opinas- dije ignorando a Draco y saliendo del probador usando una pollera blanca y una remera con estampado.
-Se parece a lo que usas siempre- dijo desde el sofá dando su mas sincera opinión.
Luego de otros minutos, salí vistiendo un pantalon olgado y una remera del mismo estilo. Ambos asentimos en que no me quedaba bien.
Asi continuamos por otros conjuntos más hasta probarme un vestido corto rojo elegante.
-Woow, te ves... ese definitivamente te queda- dijo Draco al verme.
-Bien, me lo llevaré- dije sin dudar y trate de ocultar el rubor de mis mejillas.
-Tu turno- dije ahora yo.
-Olvidalo, no hay manera de que yo me pruebe ropa muggle- negó por completo.
-A que usabas ropa muggle de niño- dije alentandolo.
-Exacto, de niño, no pienso hacerlo ahora- intenté convencerlo un par de intentos más pero fue inutil. Finalmente accedí y lo dejé en paz. Fui a la caja para pagar el vestido y nos fuimos de ahí.
En la calle compramos algo para comer y nos sentamos a almorzar en el mismo lugar.
-Ya se en que ocasión estrenar el vestido- digo. Draco algo preocupado por lo que vaya a decir espera a que continúe.
-Ponte algo elegante, saldremos a cenar- propongo.
-¿Ahora?- dice sonando lo mas tonto posible.
-Claro que no idiota, a la hora de la cena- digo obvia.
-Cierto, umm bien, lo que digas- dice él satisfecho.
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《Maia Riddle》 Draco Malfoy
FanficMaia Riddle es hija de Lord Voldemort, claramente. Pronto recibirá un regalo de cumpleaños no muy esperado, pero deberá aprender a vivir con ello. Ser Mortífaga. En el camino conocerá personas, amará a algunas y odiará a otras. Entre ellas, Draco Ma...