《Maia Riddle》 Draco Malfoy

45《LA PREPARACIÓN》

Esta noche es la fiesta de Pansy y Draco se ve mas... feliz de lo normal. No suele charlar tanto ni sonreír, sin embargo ha estado todo el día desde ayer sacando conversación y preguntando cosas como ¿ya tienes pensado que usar?¿que le regalarás?¿crees que haya mucha gente?

Siempre le respondo con un "no se" hasta que decidí preguntarle.

-¿Oye Malfoy, por qué tan emocionado por la fiesta?- pregunté curiosa.

-¿yo?¿Emocionado?¿De que hablas?- dijo incrédulo.

-Hablo, de que no has parado de hablar de esta noche desde ayer- dije cruzandome de brazos y sonriendo.

-Solo digo, que es un evento y deberíamos socializar es todo- dijo tranquilamente.

-¿Socializar? Ya eres bastante popular Draco, que quieres lograr-

-Lo que pasa es que... hace mucho no voy a un baile o fiesta o lo que sea, desde una que organizó un viejo amigo el año pasado. Y pues.. supongo que estoy algo oxidado, por todo este tema de los Mortifagos y eso-

-A ver si entendí. Estas nervioso- dije sonriendo.

-Nop, yo no dije eso-

-Lo insinuaste. ¿Draco Malfoy nervioso de ir a un evento social en el que destaca?- dije sonriendo.

-Claro que no estoy nervioso, solo me interesa saber más sobre la fiesta, es todo. Malinterpretas todo enana- dijo malhumorado.

-Si claro claro. El chico popular esta nerviosooo- me burle.

-Callate Riddle- dijo poniendo los ojos en blanco.

Rara vez me llamaba Riddle, no es que me moleste, solo es raro.

-Bien. A proposito, ¿que dijiste que le ibas a regalar?- pregunté

-No lo dije, porque no lo se-

-Pues piensalo, nos quedan pocas horas. Yo le regalaré maquillaje, para que no te copies- reí.

-agh, ¿tu regalo no puede contar como el de ambos?-

-Jodete Malfoy- reí y le mostré el dedo del medio en cuanto me di la vuelta para irme.

En mi cuarto empecé a buscar entre mi ropa para ver que ponerme, ya que aún no lo tengo decidido. De lo que si estoy estoy segura es de que quiero que mi vestido sea rojo. Busqué y me fui probando cosas. Durante un poco más de 1 hr.

Finalmente encontré el indicado, pero este era verde asi que se me ocurrió usar mi varita y cambiar el color del vestido, y eso hice. Este pasó de ser verde a rojo en un instante.

Una vez que ya había escogido el vestido busqué tacones negros, que fueron facil de encontrar. Dejé mi outfit sobre la cama y dispuesta a tomar una ducha, entro al baño de mi cuarto y me desnudo, pero escucho que alguien toca la puerta antes de meterme al agua, asi que me pongo una bata para luego salir del baño y abrir la puerta.

El que estaba afuera era Draco, y como no quería que viera mi vestido aún, cierro la puerta rapidamente a mis espaldas.

-¿que quieres?- pregunto amablemente al chico.

-claro yo... umm.. vine a...- dijo con la mirada perdida.

-Hey! Mis ojos estan arriba- dije chasqueando los dedos frente a su cara. Sacude su cabeza y ahora si me mira a los ojos. Me cruzo de brazos y espero a que hable.

Él aclara su garganta y luego dice -¿tu crees que sea prudente regalarle a Parkinson una poción de amor?-

Lo miro confundida -¿una poción de amor? ¿por qué le regalarías eso?-

-No lo se, es lo único que se me ocurrió- dice sincero.

-Prudente no me parece pero... si dale lo que quieras supongo, solo asegúrate de que no lo use en ti- dije riendo.

-claro- dice sonriendo coquetamente para luego guiñarme un ojo e irse.

Sonreí frunciendo el ceño el señal de confusión y gracia.

Cerré mi puerta y me duché, al salir revisé la hora y ya eran las 19:00. Parecerá temprano pero yo necesito tiempo para estas cosas. Fui hasta mi tocador y me empecé a maquillar no muy exageradamente.

Siempre puedo maquillarme pero ahora pareciera que olvidé como hacerlo. Luego de varios intentos de hacer el delineado me puse mi vestido y me cepillé el pelo. Finalmente los zapatos y a todo esto ya eran las 20:38.

《Narra Draco》

Terminé de ponerme mi traje y salí de mi habitación hasta el salón principal, donde se encontraba mi madre. Ella me sonrió y se acercó a mi.

-Debemos acomodar esto...- dijo acomodándome la corbata.

-ya ya madre- dije apartandome ligeramente de ella.

A mis espaldas escucho pasos asi que volteo y por esa gran puerta veo pasar a Maia. Lucía un hermoso vestido rojo acompañado por el dije que le regalé y un pequeño bolso de mano.

-Luces hermosa Maia- dice mi madre. No se equivoca.

-Gracias Cissy- responde ella con una sonrisa.

-¿Crees que es temprano o deberíamos ir yendo?- pregunta ahora hacia mi.

Miré el reloj y asentí, en señal de que vayamos.

-¡Hasta luego Narcissa!- dice mi compañera antes de agarrar mi brazo y desaparecer del lugar.