• CAPITULO 26 •

3.8K 152 52
                                    

—¡ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Si! ¡Así! ¡Más rápido Pasquarelli! ¡Vamos! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!—Es miércoles por la mañana, Anoche Ruggero se quedó a dormir conmigo ya que de nuevo no estaban mis padres, y se ha dado la situación de que estamos follando muy temprano.—¡Mmmh! ¡Ah! ¡Ah!—Lo estábamos haciendo de la posición "Perrito" frente al gran espejo del baño.

—¡ah...! ¡Muy... apretadita!

—Te molesta si... Mmmh... ¡ah! ¿Sacó una foto? ¡Ah! —Los movimientos de Ruggero se detienen, miré al espejo y pude ver como se estaba riendo de mi comentario.

—¿una fotografía de ahora mismo?

—Si... diablos, esta va a ser ahora mi posición favorita. Hacerlo frente al espejo.

—Vale, tómala—Se burló de mí al mismo tiempo que seguía penetrandome duro, como me gusta. Tomé mi bolso que estaba por suerte a un lado mío, tomé mi teléfono y justo cuando iba a tomar la foto...

—¡ah! ¡Diablos! ¡Mmmh!—Ruggero había hecho un movimiento extraño que me excitó mucho más, así que en la foto se ve nuestras caras de placer.

Se inclinó sobre mi espalda para empezar a darme pequeños besos—Me... vengo... ¡ah!

—Mmmh... ¡dale Pasquarelli!

Dos minutos después terminamos, lo malo es que ahora se nos hacía tarde para la escuela, y si no salíamos de ¡ya! Perderíamos la primera clase.

Nos vestimos rápidamente, tomamos nuestras cosas y nos subimos a su coche, ya no alcanzamos si quiera pasar por algo a la cafetería por algo de desayunar, pues ya se nos había hecho muy tarde.

—Estas loca ¿lo sabías?—Me mira de reojo con humor.

—¿yo?

—Eres la primera que me pide sacar una foto mientras lo hacemos.

—Oh, eso—Reímos—Me pareció un momento justo para tomar foto, pero si no te gusta que tenga cosas íntimas tuyas en mi celular lo puedo borrar cuando quieras ¿okey?

—Con que sea yo el de la foto y no otro hijo de puta estaría bien—Me sonríe. Coge de mí mano para besarla—Me encantas. Te quiero siempre en mi vida.

Le sonreí, y cosa que nunca suelo hacer, tomé de su brazo, rodeándolo y abrazándolo mientras que seguía manejando.

Tras unos minutos ya estábamos en el instituto, Ruggero se fue corriendo a su salón y por suerte mi profesor aún no llegaba. Entré corriendo hacia donde se encontraba Valentina en él celular.

—¡Creí que no vendrías Desgraciada!

—Bueno días Valentina—Reí.

—Aplánate bien el pelo, se nota que te lo estuvieron jalando mucho.

—¡oh! ¡Mierda! —Me presioné el pelo para que se mantuviera quieto.

—Me alegro verte tan feliz con Ruggero, por fin las amigas solteronas se han encontrado a unos buenos hombres—Me guiña el ojo.

—Así es... ¿qué tal te va con Logan?

—Ayer me he enterado de algo, ¿te acuerdas de lían? Su amigo—Asentí—Bueno, hace días estaba en casa de Logan y ahí estaba Lían, al parecer te ha pegado ojo desde ya hace tiempo.

—¿a mi?

—Si, a ti. Solo que se ha echado para atrás la vez que Ruggero lo golpeó en una fiesta por estarte mirando como bailabas.

—Me acuerdo de ese día, pero no le había prestado tanta importancia.

—¡Ruggero golpeó a alguien por que te estaba mirando!—Sonrió—Eso es ¡Perfecto!

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora