• CAPÍTULO 23 •

3K 182 52
                                    

Llegamos a mi casa para esperar a que Ruggero se fuera. Tomamos las bolsas que él mismo había puesto en la mesa para llevarlas a casa de Agustin. Quien era seguro que ya se encontraba en su habitación, así que solo abrimos la puerta y subimos las escaleras.

—¡Alcohooool!!—Gritó mi amiga con las botellas de cerveza al entrar a la habitación de Agustín, quien estaba limpiando su habitación.

Nos sonríe a ambas—Me alegra verlas. Veo que sus noviecitos fueron muy considerados en dejarlas quedarse en casa de un hombre. —me mira a mí.

—Ruggero no sabe, y yo no tengo novio—Me senté en su cama, cama que ha estado usada por muchas chicas... iiug.

—¿Ruggero no sabe? —sonríe divertido— Y si tienes novio Rubia, era su prima ¿Lo sabías?

—¡Si maldita sea! ¡Me acabo de enterar! ¡Aaagh! ¡¿Porque mi vida es tan complicada?! ¡Iré a quitarme esta basura de ropa! ¡Tomaré ropa prestada tuya Agustín!—Mi amiga corre hacia el baño, dejándonos a él y a mi solos.

—Ponte cómoda, ya antes has estado en mi casa, no tienes porque preocuparte por quedarte a solas conmigo.

—¿Que es lo que tienes?—Tomó una cerveza de las bolsas para luego mirarme.

—¿Mande?

—¿Que te pasa? Ya no te veo como antes Agustín, ya no eres el mismo.

—Soy el mismo.

—No conmigo, quiero saber si algo te pasa, si algo te dije que te hizo enojar—Suspiré— Ya no me saludas en las clases que compartimos, ya no me saludas incluso en el almuerzo... Si no fuera por esta pijamada estoy segura que no me hablarías.

Bebió de su cerveza sin quitarme la mirada de encima, caminó hasta sentarse a un lado mío y suspirar.

—He estado ocupado.

—No te he visto ni sonreír.

—Si sonrió, pero tal vez tú estás muy ocupadita follando con Ruggero.

—¿Qué?—bebió de nuevo de su cerveza para mirar hacia otro lado— ¿Es porque me acosté con él? ¿Todo esto solo porque me acosté con mi novio? Tú te tiras a diferentes chicas cada día...

—No me molesta que hayas tenido sexo, sabía que no eras virgen. Lo dijiste en el juego de verdad o reto, que por cierto me gustaría saber con quién fue...

—¿Entonces? ¿Que te molesta?—Se quedó callado— ¿Hola? ¿Me podías decir que es lo que te molestó?—me mira a los ojos de nuevo.

—No me gustaría que lloraras por algún imbécil como yo. Ruggero es como yo. Él estando incluso con Candelaria se acostaba con quién se le diera la gana, y ella lo sabía, lo sabía pero quería creer que él aún la amaba. No me gustaría que pasara lo mismo pero ahora contigo, me preocupo.

—Él ya no es así.

—¿Como estás tan segura? ¿Mmh? ¿Como sabes que ahorita en esa fiesta no se está enrollando con alguna Tía cualquiera?—Me quedé sin habla, simplemente, no sabía que contestar a eso.

Valentina llegó, vestida con una camiseta de Agustín y un short que al parecer es mío, si, él también tiene ropa mía en su casa.

Olvidamos la charla de hace rato y comenzamos a beber mucho, mientras charlábamos animadamente, con una película en la televisión que por cierto no le presentamos atención ya que hablábamos de cualquier tontería. Las horas se iban pasando, y el alcohol iba aumentando. Se dió la una de la mañana, Valentina ya estaba hasta el tope de bebidas, lo sé porque...

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora