• CAPITULO 49 • "3/3"

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15 días después...

Es 23 de diciembre por la mañana, y la gente está vuelta loca en las calles comprando los últimos detalles para la noche buena. Voy llegando a mi casa, ya que había ido a la cafetería para comprar algo de desayunar.

Me bajé con las cosas en mano justamente cuando Agustín iba saliendo de su casa, así que le metí velocidad para no hablar con...

—¿Ya no saludas?—Rayos.

—Tengo prisa.

—¿En comerte tú desayuno?

—Tengo que hacer compras navideñas.

—Dale, ¿Podemos hablar?—Era verdad, no podía evitarlo a todo momento, vamos al mismo instituto y somos vecinos, sería imposible.

—Sobre que—Camina hasta meterse dentro de mi jardín.

—Nos dejaste de hablar a los tres de la noche a la mañana, no lo entendemos, estamos muy confundidos.

—Tú sabes perfectamente que hizo Ruggero. Por eso le dejé de hablar a él.

—¿Y a nosotros? ¿A mi? Karol yo te quiero, esto no se puede acabar así nada más, al menos dime lo que hice mal para no tener que atormentarme todos los días pensándolo. Y no aceptaré eso de "Odio la violencia, ustedes dos no paran de discutir" porque ni tú te la crees. Hemos sido así desde los cuatro años y jamás te habías quejado tanto. Así que no, no te la creo, a mi no me engañas.

Sentí un nudo en mi garganta, sentía que si hablaba en cualquier momento podía empezar a llorar o... no sé. Pero creo que si merece saberlo, ambos caminamos hasta sentarnos en el escalón de mi puerta.

—¿Porqué quieren ser mis amigos?

—¿Cómo?

—Se que tú y yo ya hemos tenido esta conversación, se que me has dado un argumento muy válido aquella vez que estábamos en el coche, pero, viéndolo de esta forma. Ya estamos grandes, y esto de la amistad de toda la vida no se da, ustedes son muy diferentes a mi, en todos los aspectos, así que ¿Porqué Yo? No soy inteligente, divertida, bonita...

—Tú eres muy hermosa—Me interrumpió, y por un momento nos miramos a los ojos—Créeme que si yo tuviera novia, sin duda me encantaría que fueras tú—Sentí como mi corazón empezó a latir demasiado fuerte, sentía incluso como si lo pudiera escuchar—Y no solo en el ámbito de tu belleza, no te minimices, estoy seguro que vuelves loco a cualquier chico con solo una risa tuya—Sonríe—Esas que contagian a todos a tu alrededor.

—Solo lo dices porque...

—Porque es la verdad—Me vuelve a interrumpir—Pero prosigue con lo que tienes que decir.

—Yo...—Ahora si sentía como decía mi abuela "Te comió la lengua el ratón" no tenía palabras, no sabía que decir en lo absoluto—Siento que son mis amigos solo por interés.

—¿Interés?—Frunció el ceño, sabía que no tenía que decir eso, pero al sacarlo de mi he sentido como se me quita con peso de encima—¿Me estas jodiendo?

—¿Porqué otra cosa sería?

—¡No se! Pero ¿¡Interés?! ¿¡Qué diablos te pasa?! ¡Jamás seríamos tus amigos por interés! ¡Te juro que le partiré la madre a quien te haya metido esa estúpida idea a tu cabeza! ¡Estas demente!

—Vale, ponte en mi lugar—También fruncí el ceño—Si no tengo nada que me caracterice de ustedes más que mis padres ¿porqué más sería?

—¡Joder! Si que estás mal, muy mal. Y me ha llegado al corazón tus palabras, ¿interés? ¿Piensas que te queremos solo por tu maldito dinero? ¡Pues no! ¡Estás mal! ¡Muy mal! La verdad creí que nos dejaste de hablar porque te hicimos algún mal comentario o algo por el estilo, pero, esto alcanzó los límites de tu cabeza.

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora