• CAPÍTULO 101 •

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—Bienvenidos a Palermo Buenos Aires—Leí cuando recién entraba a la ciudad—Bien Karol, Si puedes, Vas a lograr todo lo que te propongas—Suspiré.

Pasaron unos largos minutos, Y Ruggero me había dicho que iría primero a dejar sus cosas a Alpha Delta Kappa, Su fraternidad.

Suspiré, Bajando una maleta yendo a la puerta y tocando el timbre.

—¿Si? Oh Perdón Chiquita, Aquí no aceptamos niñas exploradoras—Una rubia teñida me había abierto la puerta.

—No, Yo...

—¡Karol! ¡Llegaste!—Emily Corrió hasta mi con un gran entusiasmo—Ivanna, Ella es Karol, La chica de la que te platicamos.

—¿Esta chica?—Sus ojos me recorrieron de arriba abajo para luego rodar los ojos y dejarme entrar.

—Hola.

—Ven Karol, Tú amiga la Rubia está en la cocina.

—Si, Ella se vino antes que yo...—Emily junto con Emma me ayudaron a subir dos maletas mientras yo cargaba una, me ayudaron a meterla a mi habitación, ellas son tan buenas.

—¿Hola?—Una chica Pelinegra de cabello muy largo y lacio se asomó—Soy Charlie.

—Soy Karol.

—Lo se—La Chica se acerca a mi con una sonrisa algo fingida—Gigi me dijo que este año solo tendríamos dos integrantes más, y por lo visto ya conocí a la otra, ¿Cómo es que se llama? ¿Valentina?

—Si, Ella es Modelo ¿Lo sabias?—Dice con entusiasmo Emma—¡Y a que no sabes quien es Karol!

—No lo sé, Y ahora mismo no me interesa. Estoy muy ocupada, Iré a una fiesta con unos chicos y necesito estar bella, Digo, No es que me haga falta a mi, Aunque a ustedes dos si que les hace falta.

—No digas eso—Le dije—No tienes que ser grosera—Y se me quedó mirando, Pero me miraba de una forma como si quisiera decirme algo con sus ojos, y al cabo de unos segundos me sonrió.

—Tienes razón, Lo lamento chicas, Fue muy descortés de mi parte. Bien, Me tengo que ir, Nos vemos luego, Que disfrutes tu estancia aquí, Karol—Y sin más que decir, se marchó.

—Que falsa—Soltó Emily.

—Si, Pero así es, Mínimo se disculpó con nosotras.

—Algo es Algo.

Ruggero Pasquarelli

Me estacioné frente al auto de Karol para bajar su refrigerador, Aún no puedo creer como es que en verdad lo compró, creí que era alguna clase de broma o algo por el estilo pero veo que hablaba muy en serio. Pero bueno, Así de loca yo la amo.

Me bajé del coche y abrí la puerta de atrás, ahí me había ayudado a meterlo el Señor Sevilla ya que la cajuela estaba muy pequeña, la cargué y cerré la puerta con el pie, Joder, Si que pesaba. A duras penas toqué el timbre y puse la gran caja en el suelo.

—Si que está pesada—Jadeé, Y una chica me recibió sonriéndome al instante.

—¿Vienes por Charlie?—¿Quién es Charlie? No me dejó hablar pues dio un fuerte grito—¡Te Buscan Charlie!

—¡Y Yo Ya te dije que así no se preparan los pasteles de limón!—Vi como La rubia se paseaba con una pala de cocina en las manos discutiendo con otra rubia pero teñida.

—¿¡Tú que vas a saber!? Eres nueva, Aquí yo preparo las cosas.

—Ivanna, Para empezar esas cosas yo las traje para ser buena con ustedes y hacerles un rico pastel, ¡Tú eres la que sobra!

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora