• CAPÍTULO 136 •

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Jueves por la tarde, Vengo saliendo de mis clases y unos gritos en la entrada me llaman la atención.

—¡Eres Una Maldita Zorra! ¡Le voy a contar a tus padres! ¡Eres Una cualquiera!

—¡Cierra la boca Enrique!

—¡No Samantha! ¡Ahora me doy cuenta que eres una maldita puta! ¡Solo mira esos chupetones en tu cuello! ¿¡Con quien te has estado acostando!? Maldita Zorra.

Samantha y su ex novio estaban peleando en la entrada, Y efectivamente esas marcas se las hice yo. Tenía dos opciones en mi cabeza ahora mismo, O me voy a mi habitación para estudiar para mi examen, O la defiendo.

—¡Ya no tienes derecho a reclamarme! ¡Tú me pusiste el cuerno!—Creo que la segunda opción es la correcta.

—A ver, ¿Quién coño eres tú?—Le pregunté al tipo, Pero es obvio que ya sabía quien era.

—Mejor dicho ¿¡tú quien eres!?

—Soy el Novio de Samantha—La abracé por los hombros—Vuelvo a preguntar ¿¡Tú eres...!?

—¿Así que tú eres el gilipollas que le ha estado dejando chupetones por todo el cuello?

—Por todo el cuello y por todo el cuerpo, Porque es mi chica y es de mi propiedad. Y si yo quiero hasta le esparzo mi semen por su cuerpo ¿Porqué? ¡Porqué es mi novia!—Eso al parecer lo hizo enfadar, Pues rápido me soltó un golpe que lo pude agarrar en el aire y regresarselo al rostro.

—¡Por Dios!—exclamó Samantha.

—Yo si te amaba Samantha, Pero veo que eres solamente una calenturienta.

—Deja de hablarle así, Porque en serio me estoy controlando mucho para no darte otro puñetazo.

—Tú me engañaste Enrique, Y con más de una chica. Así que tú cierra la maldita boca porque el calenturiento eres tú.

—Les contaré a tus padres, Y ya sabemos como son ellos de sobre protectores, Sería una gran pena que te tuvieran que cambiar de universidad ¡A una de Monjas!—Este idiota me tiene hasta la madre.

No me molestó tomarlo de la playera y soltarle otro golpe en la cara. Éste se trató de defender pero era inútil.

—Ahora se que vas en primer año de medicina, Que te llamas Enrique y que vas a esta universidad. Si me entero que le dices algo a sus padres te juro por mi puta vida que cada mañana entrarás con un ojo morado y tal vez en una de esas te rompa la cara, Así que vete largando de aquí y no molestes a Samantha—Lo volví a golpear una y otra vez hasta soltarlo.

Cuando creí que las cosas se habían calmado, El muy idiota me volvió a golpear, Esto si es la guerra.

Entre golpes y golpes ambos caímos al pasto, Yo tenía la ventaja, Pues estaba sobre él golpeándolo en el rostro.

Por un momento todo a mi alrededor desapareció, Los gritos de las personas para que lo soltara no eran audibles para mi. Yo solo tenía un objetivo, Y era librarme de toda mi tensión golpeándolo a él. Golpe tras golpe tras golpe, Pero el chico no me la dejaba fácil, Me soltó uno que otro puñetazo a la cara que seguro me hizo sangrar...

—¡Ya Para!—Sentí unas pequeñas manos irreconocibles tratando de separarme, Sin duda es Karol, ¿Cómo lo sé? Porque aparte de que conozco sus manos, Ha sido la única voz chillona que he escuchado entre todo este griterío—¡Suéltalo!

—¡Lárgate Karol! ¡Te puedo Lastimar!—Entonces, Algo pasó, Algo que solo ocasionó enojarme aún más. El maldito hijo de perra accidentalmente le soltó un golpe a Karol. La miré por unos instantes. joder, Aunque el golpe fue pequeño seguro que le dejará moretón en su brazo. Volví a fijar la mirada en este maldito y le dije;—Has firmado tu sentencia de muerte, Hijo de puta—Sin dejar que él se pusiera de pie, Me paré y lo tomé del cuello dándole golpes aun más fuertes. ¡Nadie podía golpear a Karol! ¡Ni accidentalmente!—¡Maldito Hijo De Puta!

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora