• CAPÍTULO 79 •

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El resto del día Ruggero me había llevado a un parque, paseamos tomados de las manos, me compró un helado, nos sacamos muchas fotografías y por último me llevó a otra cafetería, una muy tradicional de aquí. Había tomado el coche de Bruno y ahora nos encontrábamos camino a casa, son las nueve de la noche y supongo que debemos dormir temprano porque mañana es la gran boda tan esperada.

—Buenas noches—Dije al entrar al comedor donde todos estaban charlando animadamente, todos menos Jason.

—Hola—Nos respondieron todos al uníson.

—¡O por Dios Mami! ¡A que no adivinas que! ¡Karol me regaló el vestido Armani! ¡El que sólo fabricaron cinco! ¡¿Te acuerdas Bruno?! ¡Te dije que yo lo quería pero me dijiste que se habían agotado! ¡Aaaah! ¡Ella me lo regaló!—Segundos después corrió hasta mi y me abrazó—¡Lo usaré mañana en la boda!

—¿En serio?—Se sorprendió Bruno—No tenias que molestarte Karol...

—¡Ella tiene dos! ¿¡Lo puedes creer!? ¡Es fascinante! ¡La amo!—Los cuatro comenzaron a charlar acerca del tema del vestido y que estaban felices por ver a Alison tan feliz, me dieron las gracias muchas veces hasta que Ruggero me susurra al oído.

—¿En serio?—Ríe—Me sorprende cómo puedes hacer a una persona tan feliz en menos de un minuto—Me besa—Pero a ti se te vería mucho mejor.

—La verdad yo sólo lo veía como un vestido simple—Reí—Que te parece si vamos al cuarto...

—¡Buenas Noches! ¡Nos vamos a dormir!—Fue lo que gritó al instante, me tomó de la mano corriendo escaleras arriba, entrando a la habitación y tumbándome a la cama besándome ferozmente. No pude evitar soltar una gran carcajada que lo hizo detener.

—Espera Pasquarelli, Traje algo y quiero probarlo contigo.

—Si es algún Puto vibrador ¡Ni hablar! Conmigo no vas a usar esa cosa—Reímos, negué con la cabeza mientras que me iba acercando a mi maleta, había traído unas esposas reales, y en verdad me ha sorprendido como en el aeropuerto no me las hayan quitado o mínimo me las hayan revisado. Volteé a mirarlo con una sonrisa—Oh no...

—Oh si...

—¿No me dejarás tocarte?—Hizo pucheros, Ow... Se ve tan adorable, así que le quité su chaqueta junto con su playera y lo tomé de la manos ajustándolo a un tuvo de la cabecera de la cama, así no iba a tener movilidad alguna.

—Todo mío—Le sonreí maliciosa, quitándome la prenda y quedando solo en ropa interior. Sin duda esto me va a encantar demasiado, es hora de yo tener todo el poder, es mi momento.

—Joder...—Jadeó cuando muy apenas me puse encima de él—¡Joder! ¡Quiero tocarte!—Lo besé para callarlo, lento, suave, y con pasión... Bajando mis besos a su mandíbula, barbilla, cuello, y repartiendo en el pecho algunos besos húmedos.

—Hoy las amigas de Alison comentaron que te la pasabas genial con ellas en las vacaciones—Seguí besándolo.

—Ah... Si es así no me acuerdo de nada... Ah—Lo mordí levemente en su mandíbula, comenzando a moverme sobre su pantalón.

—¿A no?

—Mmmh... No...

—Me alegro mucho—Sigilosamente mi mano se metió dentro de su pantalón masajeando su miembro.

—¡Oh! ¡Joder! ¡Mierda!—Y como noté que no tenía espacio, se lo desabroché para seguir jugando—Chúpamela, Mierda, Chúpame La verga Karol.

—Aún no estoy lista Ruggero... No puedo.

—¡Ah!

[...]

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora