• CAPÍTULO 82 •

1.7K 96 3
                                    

Karol Sevilla

Y aquí estábamos, en la fila de mero enfrente viendo como Karen y Bruno se unen en matrimonio, Dios, su vestido está precioso, me encanta demasiado... En verdad me ha hecho ilusión imaginarnos a Ruggero y a mi en el altar, pero se que aún tenemos muchas cosas por hacer, como terminar nuestras carreras, tal vez comprar una casa, adoptar un gato, o... tatuarnos. ¡Sería fantástico tatuarnos! ¡Lo voy a convencer! O sino, no me importa, se que cuando yo vaya a tatuarme acompañada de Valentina, cuando él lo vea se va a sentir mal consigo mismo que querrá tatuarse él también. ¿Porqué iría con Valentina? Porque se que ella me animaría a hacerlo, la conozco y seguro que ella también se querrá hacer algo. ¡Perfecto!

—Los declaro Marido y Mujer, Puede besar a la novia—Y la besó, suspiré tierno a la vez que aplaudíamos todos en aquel lugar, me recargué en el pecho de Ruggero mirando para arriba y viendo su gran sonrisa. Me alegro de que esté feliz por su padre, me encanta verlo sonreír.

Después de la ceremonia tocaba ir a festejar, Ya íbamos de camino a un lugar de área libre.

[...]

—Vaya... Que Lindo está todo—Le comenté a la vez que íbamos entrando, todo era de color plateado con dorado, decorado con miles de tulipanes y rosas, es encantador.

—Si... ¿Quieres algo de beber?

—De lo que tú tomes me parece bien.

—Bien, Ahora vuelvo—Yo seguí caminando mirando todos los arreglos, había una orquesta musical tocando música lenta al otro extremo de las mesas, es divino todo.

—Veo que tú eres de quien han estado hablando tanto—Una chica se me acercó, vestía un vestido muy extravagante a comparación del mío, pues tenía demasiados brillos por donde sea.

—¿Disculpa?—Entonces se acercaron otras dos chicas.

—Somos amigas de Ruggero, es tu novio ¿No?

—Oh—Sonreí—Si...

—Ya... Pues que suerte tienes ¿No? Cualquiera desearía estar en tu lugar.

—Disculpa ¿Qué marca es tu vestido?

—¿Perdón?

—Lo he visto en algún sitio, pero no puedo recordar si fue en un mercado o en el tianguis de la esquina—¿Eso debió ofenderme? La chica con la copa en una mano me miraba con arrogancia, demasiada arrogancia.

—No se...—Entonces ¡Me aventó el Vino!

—Sonia, Tranquiliza a tus amigas por favor—Jason había llegado antes de que se me ensuciara todo el vestido—¿Acaso estaban por manchar un vestido C&S? ¡Por Favor! Las estoy viendo como la ven como Pájaros hambrientos, así que lárguense ahora mismo si no quieren que las eche a patadas.

—¡Eres una Golfa!—Me gritó una, Y Jason dio un paso enfrente.

—¡Es una Arrastrada, Jason! ¿¡Porqué la defiendes?!

—¡Si Jason!

—¡Largo!—Les gritó hasta haciéndome sobresaltar a mi, así que di media vuelta y me dispuse a irme yo también—Tú no, Karol—Al escuchar salir mi nombre de sus labios hizo que se me erizara los vellos de los brazos, di media vuelta y lo volví a enfrentar—Siento mucho a esas pesadas, por lo general todas van detrás de tu noviecito cuando vienen las vacaciones, ya sabes como son hoy en día las chicas...

—No te preocupes.

—Ey, No me tengas miedo—Sonrió—Creo que no nos presentamos bien, ¿Podemos volver a empezar? Soy Jason, ¿Y tú eres...?—Lo miré bien a su rostro, estaba lleno de moretones que seguro que mañana se le pondrán mas feos, sus labios están partidos y aunque tenga la cara destrozada no puedo creer que siga siendo ¿Apuesto? Bueno, es que tiene los labios de Ruggero, y sus facciones son casi idénticas, lo único diferente es que Jason es castaño casi rubio y sus ojos son verdes. Dejé mis pensamientos a un lado y decidí contestarle.

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora