• CAPÍTULO 21•

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—¿Disculpa?—Le dije caminando hacia donde Ruggero estaba.

—Que si estuvo bueno el polvo—Soltó el humo de su boca—Desde que llegué a casa he estado escuchando todo, a la próxima les recomiendo que cierren la puerta del balcón.—Antes de que alguno de nosotros dijera algo, una pelirroja en ropa interior se asoma, nos sonríe y abraza por detrás a Agustín, quien le dio exactamente igual, pues ni siquiera la miró.

—Al parecer alguien también tuvo una buena tarde—Habló Ruggero.

—¡Si! ¡Me alegro que me hayas llamado! ¡Hoy fue el mejor día de mi vida! ¡Gracias Agustín!—La pelirroja abrazaba más fuerte a Agustín, pero este estaba completamente serio mientras que no quitaba sus ojos de encima de mí.

—Vistete, voy a salir—Le dijo mi amigo a la chica, quien se sacó de onda pero no reprochó. Al marcharse la chica Ruggero decide hablar de nuevo

—No has de saber siquiera su nombre, o me equivoco.

—¿Y? Tú eres igual

—Claro que no. Ya no.

A Agustín le parece dar risa lo que dijo, pero se rió de una forma muy fría—Eras así cuando estabas con Candelaria. ¿Que me hace pensar que no serás así ahora que estás con...?—Trago saliva—Karol

—Yo quiero a Karol.

—Claro. Como sea.— Rodó los ojos

—¿Que estúpido problema tienes?

—Solo no me gustaría que, con la chica con la cual crecí... Saliera dañada. Es todo.

—No saldrá dañanda. No tienes porque preocuparte.

—Como sea.—Una vez más su mirada de clavó en la mía, inhalando de su cigarrillo.

—Nos vemos luego Agustín—Le dije, caminé hacía la terraza para bajar las cortinas de nuevo. Lo único que se escuchó fue el suspiro que dió.

Sin decir más, salí de la habitación para bajar las escaleras y llegar a la cocina con Ruggero detrás de mí.

—Karol. —Me llamaba—Karol.—Abrí el refrigerador para sacar las cosas—Ey, Sevilla.— me tomó del brazo haciéndome girar

—Que pasa.

—Te lo puedo explicar, lo que dijo de mí y de Candelaria...

—Eso no me interesa—Y era verdad, estaba así por la actitud tomada de mi amigo, no sabía que le pasaba y eso me preocupaba mucho—Lo que haya pasado en el pasado, es pasado, y en el pasado se quedará.

—¿Entonces? ¿Porque tú cara cambio al instante?

—Algo le pasa a Agustín, casi no lo he visto sonreír, y eso me preocupa...

—¿Te preocupa él?

—Si

—¿Como porqué?

—Él y yo crecimos juntos, nos conocemos de años y no sé... Me preocupa mi amigo.

Me estrechó en sus brazos—Lo averiguaremos luego ¿Te parece?—mis brazos rodearon su cintura

—Eso espero...

La tarde se pasó volando, al final decidimos ir al MacDonalds como tanto había pedido, después de lo que pasó con Agustín decidimos no prestarle tanta atención y divertimos juntos en mi casa, nos ayudamos con las tareas que teníamos y charlamos muchísimo.

Al siguiente día me fui yo en mi coche, le dije a Ruggero que no hacía falta que viniera por mi hoy, no se lo tomó tan bien que digamos, dijo que a él le gustaba verme todas las mañanas... Al final accedió. Me reuní antes de las clases con mi amiga Valentina y platicamos muchísimo. Me ha contado que ha visto a Logan hablar con una chica que no conoce en la calle, y que la chica se le insinuaba mucho. Era la primera vez que ella sentía celos por una persona, así que de impulso fue a armarle un show en plena calle. Ahora están enojados ambos, no se hablan y no sabe si han terminado o no. Espero que se solucione pronto el problema de mi amiga...

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora