• CAPÍTULO 13 •

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—¿Ocurre algo?—me preguntó Valentina al entrar al vestidor

—Soy novia de Pasquarelli—Susurre.

—¿Que?

—Soy novia de Pasquarelli. ¡Mierda Valentina! Él me dijo que si lo besaba nos hacíamos novios y ahora... No se... Me deje llevar y...

—¿Sientes algo por él?

—Por eso lo besé Valentina—reí algo nerviosa, era la primera vez que admitía que me gustaba

—Pues Entonces no hay problema, ya has visto como te ha tratado el imbécil de Agustin, él sinceramente no merece tu amor. Muy amigo que sea mío, pero sé notar a un imbecil desde lejos—me tomó del hombro—Dale una oportunidad a Ruggero, anda

—¡Somos novios! —grité, pero fue más bien un grito de preocupación— ¿Y si la riego? ¿Que pasará? ¿Eh? ¿Y si no soy lo suficiente para él? ¿Y si no se como tratarlo?

—Ya has tenido novio. Y no me puedes decir que él no fue un tema serio porque ambas sabemos que fue MUY serio.

—Valentina... No quiero arruinar esto

—No lo vas a hacer, él te quiere, o dime ¿Cuando ha golpeado a alguien por defender a candelaria? ¿Eh? ¡Nunca! Y lo hizo por tí

—Tienes razón—tomé aire—Debo de dejar de ser algo paranoica. —las dos nos sonreímos, pero fue ahí donde me vino un recuerdo —Mierda, no le he dicho que he vuelto al Chicago

—¿Y ese es un problema? Él te conoció ahí

—Si pero, una vez me dijo que si él fuera mi novio jamás me dejaría pisar ese lugar

—Pues... No te preocupes, aquí la única que sé que has vuelto soy yo, y date por segura que jamás diré nada

—Gracias Valentina, te quiero mucho

—Y yo a tí, para eso están las mejores amigas—reimos, en verdad que amo a esta mujer

—¿Y ustedes creen que están en una fiesta o que? —Llegó la entrenadora a regañarnos, así que salimos corriendo y riendo hacia donde estaban todas. ¿Lo malo? Ahí estaban entrenando los del equipo de fútbol. Exacto. Ahí estaban Agustin y Ruggero.

—Bien chicas, los Diablos Rojos van a competir este Fin, así que debemos ponernos las pilas en todo. Juegan contra los bulldogs, saben que ellos tienen un buen equipo de animación, así que por eso tenemos que hacerlo mejor que nunca. —no entendí lo que dijo después, me distraje viendo cómo unos pájaros se habían metido a la cancha, ¿Cómo habrán llegado ahí? Eran dos, y se habían puesto en una pequeña ventana que había muy arriba de la cancha, son muy lindos, me gusta mucho ver los pájaros porque...

—karol—me susurró Valentina—te está hablando la entrenadora

—¿Eh?

—Sevilla, estoy diciendo que usted irá en frente para guiarlas.

—¿Yo? ¿Que? Pero...

—¡Entrenadora! ¡Pero yo siempre iba enfrente!—chilla candelaria y Valentina se ríe de ella

—Ibas— le dijo mi amiga burlándose, candelaria la fulminó con la mirada

—Yo no...—trataba de decir, pero era inútil, nadie me prestaba atención puesto que Valentina y candelaria estaban discutiendo

—¡Hecho! Bien... Sevilla, enséñanos que tienes en mente—se Fue a sentar para colocar la música

—Yo no quiero...—susurre

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora