Es 24 de diciembre por la mañana, la semana pasada había entrado a un intercambio de regalo sorpresa con los amigos de Simon, éramos muchos los que participábamos y para mi maravillosa "Suerte" le tenía que dar a Michael el regalo, si, le daré a la persona que no soporta verme ni en pintura. Nos llevábamos bien, pero desde que Agustín le llamó "Marica" a Simón frente a él, ha hecho que de nuevo me deje de hablar.
Ayer le fui a comprar un reloj Gucci que me encantó cuando lo vi en la tienda, espero y que le guste, en la noche iré a dárselo después de la cena con mis padres.
—Cómete tu desayuno Karol—Me dijo mi madre sacándome de mis pensamientos—Espero que la comida que mandamos a pedir para la noche llegue a tiempo, invitamos a una amiga a cenar.
—Creí que se irían con sus socios.
—Si, por eso cenaremos temprano, ya después nos vamos con los socios de Prada y Luis button, compré un vino delicioso para llevarlo.
—¿Segura que no nos quieres acompañar hija?
—¿Para qué papá? No conozco a nadie.
—Bueno, es tu decisión, si quieres Ruggero puede pasar contigo noche buena, sería genial ¿no?
—Karol, solo espero que se estén cuidando tú y ese muchacho.
—Mamá...—Reproché, ellos aún no saben que llevo separada de Ruggero hace tiempo—No es necesario, saldré con unos amigos hoy, hemos hecho un intercambio sorpresa.
—Uy, ¿qué le has comprado? Si es una chica, Prada acaba de sacar unas carteras divinas, y si es chico, Tommy Hilfiger sacó un perfume que ¡Uf!
—Un reloj.
—¿Un reloj?
—Gucci—Tuve que rodar los ojos al decir la marca, sabía que no estarían satisfechos hasta que les dijera que marca era.
—Menos mal, porque tú hija siempre tienes mal gusto en todo. Pero cambiando de tema, iremos a pasar Año Nuevo con tus tías en Mexico.
—¿A México? Hace mucho que no vamos allá.
—Pero nos han invitado, así que sería buena idea qué tal vez llevaras a tus amigos ¿No? El chico Agustín y la hermosa Valentina, también puedes llevar a Ruggero si quieres—Ni hablar.
—Me quedaré aquí en Año Nuevo.
—Como quieras, pero la invitación está abierta para ti y tus amigos. No le vendría nada mal tomar un poco de sol a tu piel pálida.
—Lo pensaré. ¿Quiénes vendrán hoy a cenar?
—Oh, una vieja amiga, es todo. Vez al súper a comprar algo de queso, haré unos Snacks deliciosos que me recomendaron en New York.
(...)
Para el medio día ya había colocado unos regalos debajo del pequeño pino de navidad, que solo lo hemos puesto porque hoy vendría una visita. Coloqué el regalo de Agustín y Valentina junto al de Simón, Michael y Fabián.
Hoy también iría a visitar a Fabián, de hecho me había invitado a su cena en su casa pero le he dicho que cenaría con mis padres, pero que como quiera no faltaría a darle su regalo.
—¿Hacemos más brownies?—Oh, casi se me olvida que Agustín estaba conmigo en la casa—O con esos están bien.
—Creo que son suficientes.
—¿Aún haremos la pijamada de siempre? A mi me encantaría.
—tengo un intercambio con los Ronda, regresaré noche.
—Oh... ¿Porqué no los invitas?—Lo miré con la ceja levantada, ¿Invitarlos?
—No creo que sea buena idea, tú no te llevas con ellos.
—¿Y? Yo no me llevo con Logan y aún así me junto con los que él se junta.
—Por cierto ¿qué ha pasado con él y Valentina?
—No se han hablado. Una chica le mostró una foto a la rubia donde su novio y Regina se encontraron en el cine.
—¿Y tú que piensas sobre eso?
—Pues, yo conocí a Regina, y ella es muy... o bueno, era muy loca, al igual que Valentina. Pero regresó cambiada, más inteligente y aplicada. Estoy seguro que las intenciones de Logan con esa chica no van más allá de la amistad.
—¿Porqué no le dices eso a Valentina?
—Porque me cae mal Logan. Lo odio. No lo tolero.
—¿Por?—Me senté a un lado de él para prestarle más atención.
—Pues, él es, o más bien era, mi amigo. Y no es que yo sea el mejor ejemplo para un noviazgo, pero, ¡Agh! ¡No se! ¡No se ni porque me cae mal!
—¿No será que te gusta la rubia?
—¿¡Qué?! ¡No!—Ríe—A mi... A mi me gustan otro tipo de chicas.
—Ya...
—Bueno, en pocas palabras no se porque no me cae bien ese chico. Pero cambiando de tema, iré con mi madre a envolver los obsequios—Se acerca para depositar un beso sobre mi mejilla—Nos vemos al rato linda.
—Está bien—Y el chico se marcha, dejándome de vuelta en esta gran casa. Sola. ¿Y mis padres? No tengo ni puta idea.
(...)
Para las siete de la noche ya había terminado de arreglarme, con un vestido negro entallado a mi cuerpo con unos tacones demasiados altos color plateado, no se porque pero esta noche me siento muy bonita, solo coloqué un poco de labial rojo Para completar este hermoso conjunto.
Bajé al comedor donde mis padres estaban de un lado para otro colocando la cena que habían encargado en la mesa como si ellos mismos la hubieran hecho, arreglaron unas cuantas cosas de bocadillos y adornos hasta que se dieron cuenta de mi presencia.
—Hija, te vez hermosa ¿Yo te compré ese vestido? ¡Me encanta!
—Si madre, tú me lo has comprado.
—Ese vestido te queda bien con el rojo de tus labios, los periodistas deberían de tomarte fotos cuando andes así y no cuando estés en tus fachadas—Habla mi padre.
—Si quieres salgo a la calle ahorita para que me fotografíen—Al parecer no entendieron mi sarcasmo, pues ambos se miraron entre sí muy pensativos—Es chiste, obvio no lo haré.
—Pues no sería una mala idea, pero bueno—en eso suena el timbre haciendo que me libre de una larga charla.
—Yo abro.
—Amor, pásame los brownies Para ponerlos en el centro de la mesa...—Mis padres se quedaron organizando lo que faltaba, pero al abrir la puerta lo que no me imaginaba se presentó frente a mi.
Un enorme ramo de rosas rojas estaban frente a mi, y no venían solas obviamente.
—Te dije que nunca rompo mis promesas.
—Que haces aquí—Me señala las flores con la mirada y con su maldita sonrisa perfecta.
—Feliz noche buena.
—No te quiero ver Pasquarelli, adiós.
—¡Karoool!—La pequeña Camila, prima de Ruggero, corrió hasta abrazar mis piernas—Que bueno verte de vuelta, me encanta la idea de pasar la noche buena contigo—Y caí en cuenta, que esto no era ninguna broma de mal gusto.
Mabel Paz ✌️
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¿Por qué Yo? #1
Teen FictionTodo comenzó aquella noche que atropellé a una persona accidentalmente. Sin darme cuenta que mi futuro iba a cambiar. De día soy una persona normal, una del montón. Pero de noche, sustituyo strippers en el Chicago bar Es ahí donde lo conocí, lo cono...