• CAPÍTULO 74 •

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Karol Sevilla

Me subí al coche de Ruggero para irnos al aeropuerto, me recogió en casa de Fabián cuando me estaba despidiendo de ellos, y aunque Ruggero me estaba diciendo algo yo solo tenía en mente de que encontré a Valentina bajando de las escaleras junto con Edwin, ella solo me miró toda sonrojada, o por Dios, ¿Eso quiere decir que pasaron la noche juntos? Sin duda ella y yo debemos de tener una plática muy seria.

—Conocerás a mis futuros hermanastros; Alison y Jason, son hijos de Karen la Prometida de mi padre. Casi no he convivido con ellos, solo se que Alison es La chava más fresa de todo su instituto y que Jason se acuesta con todas las que se le cruce. Por eso no te dejare sola con él ni un solo instante, no porque no confíe en ti claro está, sino porque puede hacerte algún comentario inapropiado que al final acabaremos peleados.

—De acuerdo.

—¿Te sucede algo?—Me miró de reojo—Saliste muy callada de la casa de Fabián.

—Nada, Solo estoy nerviosa por el viaje—Sabía que no debía de decir nada sobre lo de Valentina, esto es algo que me llevaré hasta la tumba, así que decidí desviar la conversación completamente—Conocer a tu familia, tu padre, va a ser un viaje pesado porque regresamos el domingo y el lunes entramos al instituto.

—Yo te puedo ayudar con el instituto—Fruncí el ceño, ¿Acaso me está diciendo burra?

—No Gracias, puedo sola.

—Ya...—Su mano se posa justamente encima de la mía dándome una leve corriente eléctrica—Me emociona que vengas conmigo.

—A mi me emociona ir contigo—Me incliné para darle un beso en los labios, y su expresión cuando lo recibió me hizo sonreír, es tan adorable.

[...]

Eran las 12 del medio día, y nos encontrábamos en el avión, Yo junto a la ventanilla, Ruggero en medio y Antonella al lado del pasillo, estaba recostada en el hombro de Ruggero mientras que veía las nubes pasar, sin duda muy bonito todos.

—Karol...

—¿Si?—Voltee mi cabeza para verlo, Levantando mi mano y acariciando su rostro suavemente.

—No nada, Solo me alegro de que estés conmigo en serio—Sonreí sin decirle nada solo dándole un corto beso sobre los labios, me recargué en su hombro y se podría decir que me quedé dormida en él.

[...]

—Amor, Despierta, Hemos llegado—Lo primero que vi abriendo los ojos fue a Ruggero completamente serio y con el ceño fruncido.

—¿Tan pronto?—Miré a la ventanilla, el sol ya no estaba tan fuerte, vi el reloj y me di cuenta que eran las 6 de la tarde. Antonella estaba ya parada esperándonos impaciente, así que tomé mi teléfono guardándolo y poniéndome de pie.

A los pocos minutos ya estábamos saliendo del aeropuerto con nuestras maletas, me miré en una área donde me reflejaba y me acomodé mi cabello. Lo bueno es que iba bien presentable para conocer al padre de Ruggero, con un top color mostaza y un pantalón ajustado, la sudadera de Ruggero ya la había guardado en la maleta.

—Aquí vamos a esperar a Bruno, dijo que no tardaría—Habló Antonella mirando a su hijo para luego desviar su mirada hasta mi—Tranquila Karol, te vez bien—Me sonrió—Mi ex esposo no es alguien que se fije en los atuendos, y no creo que Karen lo sea, me ha platicado que es una mujer maravillosa.

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora