• CAPÍTULO 104 •

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Después de la quinta Clase me tocaba el almuerzo, Por Fin, Me moría de hambre pues las primeras dos clases que tuve con Noah y Johan no pararon de hablar sobre la comida que vendían aquí. Así que tomé mis cosas y me dirigí a la primera planta, Según tengo entendido en la siguiente clase me toca con Ruggero, Es una suerte que haya escogido Negocios Internacionales porque tenemos algunas materias que compartimos.

Al llegar a la cafetería la fila era corta, Eso era porque para algunas carreras aún no era la hora del almuerzo, La cafetería era ¡Enorme! ¡En serio! Yo creí que la del instituto era grande pero comparada con ésta se queda corta.

—Una Hamburguesa, Por Favor—Le pedí a la cocinera, Y me la extendió con una sonrisa.

Al terminar de Pagarla visualicé a lo lejos que estaba de espalda Ruggero, Lo se, Conozco su cuerpo, Pero no estaba solo, Estaba en una mesa con muchos chicos y chicas que en mi vida había visto (Solo a Agustín) Oh no, A ella si que la he visto, Estaba sentada en la mesa con Charlie y demás personas. Caminé de corrido por su lado volteando a verlo y sonriéndole, Este me la devolvió. Y llegué a otra mesa donde no había nadie, Todo sin dejar esa conexión que teníamos Ruggero y yo con las miradas.

Lo vi pararse, Pero luego ya no lo vi, Porque un cuerpo frente a mi se interpuso y se sentó, O más bien Se sentaron.

—¡Pediste Hamburguesa!—Eran Noah y Johan—Giré mi vista de nuevo a Ruggero quien se había vuelto a sentar pero sin quitarme el ojo de encima.

—Te dije que le habías antojado la Hamburguesa, A ver si algún día paras de hablas de comida.

—Johan, Eso lo dices porque a ti también se te ha antojado.

—¿Qué puedo decir? La señora de la cocina es mi Sugar Mommy, Ella y yo algún día nos casaremos y me hará de comer siempre para siempre.

—¿La cocinera es tu Sugar Mommy?—Me reí—Entonces tiene que ser tan buena como lo platicas.

—¡La mejor! ¡Pruébala!—Ambos miraban determinadamente cada movimiento que hacía, Desde que desenvolvía la hamburguesa del plástico transparente, Hasta cuando la tenía en mis mansos y le daba una probada... Joder, ¡Es buenísima!

—¡Chicos! ¡Es Buenísima!—Los dos aplaudieron y gritaron de felicidad causando un gran escándalo, Y mi mirada cayó de nuevo en Ruggero quien seguía comiendo su ensalada sin quitarme los ojos de encima, ¿Porqué no se acercará?

—¡Te dije que estaba buenísima! ¡Por eso es mi Sugar Mommy!

—Es mi Sugar Mommy Johan, No la tuya. Consíguete a otra cocinera.

—Yo la conocí primero, Es más, A mi siempre me regala salsa de tomate extra. ¿Y a ti?

—¡Agh! ¿Seguirás restregándome eso en la cara?

Ambos comenzaron a platicar sobre de quien era Sugar mommy la cocinera, En verdad me partía de gracia verlos hablar de aquello, eran unos chicos realmente divertidos.

Al cabo de unos minutos, Vi a otra persona acercarse a nosotros, Joder, Tenía que ser una broma.

—Hola Chicos.

—Hola Issac Siéntate, Que le estábamos platicando a Karol que la comida aquí es genial—Y se sentó, Con el ceño fruncido mientras me miraba.

—Hola Tú, Ladrona de lugar de estacionamiento.

—Hola.

—¡Ey! ¡Karol!—La rubia melena de Valentina apareció a mi vista, Le sonreí de oreja a oreja y ésta se sentó a un lado mío—¿Cómo Te va?

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora