• CAPÍTULO 120 •

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Karol Sevilla

—Ay mi niña—Sentí como unas manos me acariciaban el cabello, Abrí los ojos poco a poco para ver de quien se trataba, ¿Qué hace Agustín aquí?—No tenía idea de lo que estaba pasando, Si lo hubiera sabido te juro que te hubiera defendido—Alcé mi vista y lo observé al rostro, Estaba todo mayugado con Moretones y sangre, ¿Se habrá metido en una pelea recién?

Volví a hacerme bolita y me tape hasta la cabeza. No había dormido hasta la madrugada, Pues toda la noche me la pasé llorando con el corazón derrumbado. Y me castigaba teniendo que recordar la estúpida mirada de Ruggero mientras se besaba con Charlie, Mierda, Mis ojos comenzaron de nuevo a humedecerse.

Escuché como Agustín se marchaba de la habitación y se quedaba en el pequeño pasillo charlando con ¿Johan? ¿También están los chicos aquí?

—Nos la llevaremos Nosotros.

—Jódete Noah—Le dijo Agustín—Me la llevaré yo. Aparte no se que están haciendo ustedes dos aquí, Par de maricas.

—Por que nosotros estuvimos para ella cuando tú estabas Follando seguro con una tipa, Por eso, Así que tú cierra la boca Agustín.

—No discutan aquí chicos—Habló Michael—No sean idiotas.

—Tú no te quedas fuera Ronda. No entiendo porqué Karol ha venido aquí contigo.

—Porque es mi amiga. Y si van a discutir les pido que sea afuera.

Y se marcharon, Suspiré, Solo estoy siendo una carga para mis amigos, No se que haría sin todos ellos. Los quiero mucho y sin duda no los cambiaria por nada en absoluto.

[...]

Y aquí vamos de camino a Palermo, No quería regresar, Michael me había ofrecido hospedaje por mas tiempo y en verdad quería tomarlo. Pero Agustín me cargó en su hombro como costal de papa y me subió a su coche. He aquí aún envuelta en la cobija de Michael sentada a un lado de Agustín sin decir ni una sola palabra. Sin sentir nada más que el ardor de las lágrimas y el hueco en mi pecho.

—¿Porqué no me has contado nada?—Me preguntó, Pero no le respondí—Karol, Tu y Yo somos mejores amigos. Y los amigos están para apoyarse, Pero yo no te puedo apoyar si no se lo que te pasa. Me duele tener secretos contigo.

—Era una Stripper—Solté sin más, Haciendo que volteara a mirarme con el ceño fruncido—Así conocí a Ruggero.

—¿Cómo? Sevilla, Estas delirando.

—¿Los amigos no tienen secretos? Ya te conté, Era una Stripper en el Chicago Bar—Suspiró, Como si pensara las cosas con claridad.

—Bien, Eso si me tomó de sorpresa en serio ¿Okey? No te imagino a ti haciendo... Lo que haya estado haciendo en el tubo.

—Algún día tenias que enterarte.

—Vaya, Creo que, WoW, Ahora todo tiene sentido ¿No? Antes no comprendía lo tuyo con el imbécil de Ruggero, Pero creo que ahora si.

—¿Podríamos no hablar de él?

—Si, Claro, Lo lamento.

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora