• CAPÍTULO 70 •

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Había pasado ya dos días, estábamos en Buenos Aires, era noche y me encontraba en casa con mi madre. Mi prima Camila se ha quedado con su padre, así que solo estamos mi madre y yo, No he visto a Karol desde que nos despedimos cuando bajamos del avión, he estado ocupado para ir a verla, o más bien he estado estresado pensando sobre aquel tema...

—Esa universidad es linda y muy reconocida—Me dijo mi madre, quien había entrado a mi habitación—La estuve investigando y grandes empresarios muy reconocidos y millonarios estudiaron ahí.

—Lo se, Ya vi eso.

—Pero, Siendo sincera contigo hijo, no me gustaría que te fueras tan lejos.

—Yo no me quiero ir—Le contesté frustrado frotándome las manos en el rostro.

—Si te sirve de consuelo—Suspira—Le he dicho a los señores Sevillas sobre el viaje de Italia, y le han dado permiso a Karol de ir. Pero con la única condición de que la cuidemos mucho, Por cierto, ¿Porqué no vas a verla? Seguro que te extraña mucho.

—Yo también la extraño, pero no puedo ir y estar con ella aun pensando sobre la universidad. Sabía que no debía de investigar a fondo, ya estaba convencido de que me quedaría en la de Buenos Aires.

—Aún no sabes Si te admitirán ahí—Iba a hablar pero me interrumpió—Ambos sabemos que eres un chico aplicado e inteligente, quedarás en la que quieras, Pero aún falta mucho ¿Porqué no vas a divertirte un rato? Sal con Karol, o sal con Logan y Agustín, no lo sé, sal con los chicos a donde quieras, anda, te doy permiso—Sonríe—Solo no te quedes encerrado un día mas, y te recomiendo que te des prisa porque ya son las seis.

Tenía razón, aún faltaba tiempo, faltaban seis meses y un gran peso se me quitó de encima cuando me informé de la carrera de Negocios internacionales, es una de las más pagadas, te pagan viajes, y... ¿Ya dije que es una de las más pagadas? -Suspiré- En verdad necesito tener un buen futuro.

—Saldré en la moto—Dije sin más, parándome y tomando mi chaqueta de cuero que hace mucho no usaba, le di un último beso a mi madre en la mejilla y salí de la casa.

Karol Sevilla

Pasado Mañana me iría con Ruggero a Italia, me iría el jueves y regresaría el domingo por la tarde, de hecho ahora que no estaba haciendo nada me encontraba sentada en la sala de estar con la computadora en las piernas, viendo los vuelos a Italia, estaba pensando en comprar los de Ruggero y Antonella también, solo era cuestión de preguntarle a Ruggero a que hora nos iríamos.

Ha estado muy ocupado estos dos días, me habría encantado dormir con él o mínimo salir a tomar un helado, no se que ha estado haciendo, pero debe de estar muy ocupado.

Tras unos minutos Escucho que tocan la puerta, y dejo la computadora a un lado para dirigirme a abrirla, hablando del Rey de Roma...

—Hola, ¿Me extrañaste?—Vestía su chaqueta de cuero, la que siempre usaba para ir al Chicago a verme, recuerdo que siempre que lo veía se me hacía muy varonil y rudo.

—No sabes cuanto—Me acerqué para darle un beso—Pasa, no estaba haciendo nada.

Al cerrar la puerta tras él nos dirigimos a la sala de estar, y realmente me sorprendió mucho lo que salió de su boca.

—Estaba pensando en irnos a divertir, Tal vez ir a... A las carreras de motos.

—¿Hablas en serio?—Sonreí—No creo que seas bienvenido en ese lugar después de que iniciaste una gran pelea, y que casi matas al líder—Reí.

—Max No es más el líder desde que calló en el hospital, me enteré que cuando salió de ahí todos ya le habían perdido el respeto por haber perdido la pelea.

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora