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Maki

— ¡No te creo!

Reímos.

— Lo juro, Izuku dijo eso —respondí entre risas.

— Mi dulce niño...

— Mamá...— reprochó avergonzado Midoriya.

Este se removió incómodo, vine a visitarlo tal como había dicho, hace mucho no veía a Inko. La extrañaba, era como una tía para mí.

Ciertamente tengo afinidad con Inko y Fuyumi ahora que lo pienso.

— Izuku, tocaron la puerta. ¿Puedes ir a ver?

Este asintió y se marchó.

— Aprovechando su ausencia... Dime, ¿Ya son novios? —preguntó levantando las cejas una y otra vez y con una voz divertida.

Divertida le respondí por su actitud.

—Claro que no, somos amigos. Ciertamente su hijo es muy apuesto y-

Izuku me interrumpió algo sonrojado y nervioso al escuchar nuestra conversación.

— Mi-Mineta y Kami-Kaminari están aquí, preguntan si queremos ir con ellos a entrenar a la piscina de la escuela.

Asentí eufórica.

— Vendré otro día, lo prometo. Debemos terminar la charla, ¡Adiós Inko!

Esta asintió.

— ¡Kaminari, Mineta! —los abracé a ambos— Cuanto sin vernos.

Estos quedaron inmóviles y sonrieron bobos.

(...)

Midoriya

—¡Oe! ¡¿Por qué tu y los otros inútiles vinieron con Maki juntos? —Kacchan habló.

— Porque estaba en mi casa.

— ¡¿En tu casa?! Aaaaagh, Deku maldito veloz —se quejó derrotado Kirishima—, yo la quería...

— ¡N-no! ¡No es lo que ustedes piens-

— ¡Oigan! ¡Idiotas! ¡¿Vamos a jugar o qué?! —me interrumpió.

Todos nos giramos a verla. Esta tenía la pelota de voleibol en su brazo derecho apoyada en su cadera mirándonos agotada de esperarnos.

Por mucho que me costara decir...

— Le queda tan bien el traje de la escuela...

Mineta me sacó las palabras de mi boca.

Tragué duro.

— ¡Sí! —afirmando para ir a jugar.

(...)

Maki

— ¿Nos juntamos mañana?

Estábamos yendonos todos juntos, ya que Aizawa nos echó.

— Lo siento, Monoma quiere que me quede en casa, dijo que tenía una sorpresa o algo así. Este chico es una caja de pandora, seguramente rompa algo y debo quedarme a supervisarlo.

— De acuerdo, que lástima. Cualquier cosa llámame.

— Bien, hasta luego, Momo.

— Hasta luego, Maki.

Segui caminando hacia mi casa, hoy le tocaba cocinar a Monoma.

Mi estómago crujía del hambre, el cocinaba exquisito.

Fue una buena idea rentar la otra habitación, así nos repartiamos los gastos.

Abrí la puerta y un aroma a estofado inundó mis fosas nasales.

— ¡Que bien huele!

— Lo mejor para lo mejor hecho por el mejor de los mejores, mejores.

Siempre tan arrogante el rubio.

— Ya deseaba llegar a casa y probar uno de tus deliciosos platos.

— Me enorgullece que desees la comida que YO preparo, Maki.

(...)

— ¡Monoma hijo de-

El seguía riéndose.

La sorpresa que tenía era que íbamos a limpiar la piscina y el muy listo me tiró un balde de agua. Me empapó por completo, mi musculosa se transparenta toda, ya que esta algo desgastada de tanto uso, je.

— Uh, ve a-a ca-ca-cambiarte la remera...

El rubio no dejaba de estar rojo de vergüenza y vi un pequeño hilo de sangre que caía por su nariz.

— Limpiate la nariz —dije mientras me iba—, maldito pervertido.

Entré a la casa yendo directo a las escaleras a cambiarme de remera pero el timbre sonó, miré unos segundos la puerta, podría esperar es so- volvió a sonar y sonar y sonar. Se ve que estaban desesperados. Rode los ojos y suspiré.

El timbre no dejaba de sonar.

— ¡Que ya voy!

Agarré la picaporte y abrí la puerta, una gran sorpresa me encontré.

Kirishima, Bakugo, Shoto, Mineta, Kaminari y deku estaban ahí parados. Al inspeccionarme se pusieron rojos, salvo dos que empezaron a decir cosas que ni yo pide descifrar y tenían un gran sangrado de nariz.

— ¡Mataré a Monoma! —avisó Katsuki

— ¡Te acompaño! ¡Mira como tiene a Maki el sin vergüenza! ¡¡Se aprovecha de nuestra dulce Maki! —apoyó el pelirrojo.

Estos me empujaron y salieron disparados al patio gritando el nombre del rubio.

—Esto...¿Ah? —giré mi cabeza con algo de confusión y gracia— ¿Que hacen aquí?

— Iré a detener a esos dos antes que rompan tu casa.

En la voz de Shoto noté algo de molestia.

— Mineta y Kaminari escucharon tu conversación de ayer con Momo y sacaron conclusiones y nosotros lo escuchamos por casualidad y estos dos lo exageraron todo fue una confusión y luego nos preocupamos porque Bakugo dice que conoce a Monoma y dijo que te iba a hacer algo y luego-

Tomé sus hombros y reí.

— ¡Espera! Deku, calma...

Me hice a un lado y los dejé pasar.

Cerré la puerta cuando entraron, Denki y Mineta seguían en su trance.

Nos fuimos a la cocina y vimos por los ventanales a Shoto teniendo del cuello a Bakugo y Kirishima más enojados que nunca tratando de matar a Monoma, esta se estaba riendo pero podía notar su miedo.

—Oigan, ustedes. ¡Entren de una vez!

Estos se "calmaron" y entraron sin dejar de ver mal a mi compañero de convivencia.

— Será mejor que te cambies de ropa, Maki... —sugirió Monoma.

Miré mi cuerpo.

—Oh cierto, ahora vuelvo ¡No se maten! —pedí corriendo escaleras arriba.

•••
¡Hola y adiós!


Líquidos || Boku No Hero y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora