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Sábanas blancas teñidas de carmesí. El sonido claro pero estridente de los automóviles de la avenida principal. Bocinas, camionetas marchando de un lado a otro. Un motel que se caía a pedazos, una habitación en penumbras que solo era iluminada por las luces rojizas provenientes desde el exterior de la ventana que tenía algunos quiebres en sus vidrios.

Nadie puede detenerme ahora.
Chico, estaré volando por lo alto.

Se cruzó de piernas en la punta de la cama desordenada. Con la mano de su brazo inferior se llevó un cigarrillo a los labios e inhaló el tabaco y con sus dos manos superiores, escribió algunos mensajes de texto hacia su jefe. Terminó de leer sus notificaciones de trabajo con gran rapidez, se subió el bretel de su vestido corto y negro para sentirse más cómodo y peinó un poco su cabello, entrelazando sus dedos largos en su cabellera blanca.

Exhaló el humo rojo suavemente y observó sin apuro por el exterior de la ventana. El barullo caótico de la ciudad se escuchaba porque en las noches, el infierno se convertía en la ciudad perdida, en la ciudad donde gente como él podía trabajar con más libertad. Mujerzuelas y prostitutas, todo un mercado de grandes valores y diversidad. Deformó una expresión de decepción al revisar las terminaciones de su vestido negro, estaban mojadas en sangre caliente, le gustaba mucho ese vestido.

Sus pesadas palabras no pueden derribarme.
Bebé, he sido resucitado de la muerte.

Su celular comenzó a sonar, atendió sin esperar mucho y se puso de pie hasta caminar hacia la pequeña ventana de aquella vieja y sucia habitación de ese hotel de mala muerte.

Si, conseguí el dinero. No hubo problemas.

Sus muslos y piel blanca estaban salpicados en sangre fresca. Se giró un poco hacia atrás, escuchando las palabras de su jefe, el cual no dejaba de parlotear. Le regaló una mirada desinteresada al cadáver sobre el colchón de la cama, un simple balazo sagrado en la cabeza había causado tal desastre. Fue la única bala que pudo conseguir en el mercado negro y el metal no era puro, pero si efectivo para alguien corriente como ese vejestorio. Sentía pereza, no tenía ganas de limpiarlo. Se lo dejaría al personal del hotel, no importaba mucho porque esa clase de cosas no eran escandalosas en el infierno.

Claro que acabé con él. No me dejó muchas opciones.

Se reclinó contra el borde de la ventana, exhalando más humo rojo de su cilindro de nicotina. Con sus manos inferiores, limpió algunos restos de las manchas rojas de su revólver, para finalmente acomodarlo dentro de su pecho que estaba fuertemente sujetado por su vestido de encaje.

Una noche habitual, nada fuera de lo común. El anciano era un cadáver en ese momento, le robó el suficiente dinero como para subsistir un largo período de tiempo. Su jefe colgó la llamada, Angel Dust se quedó con el celular en mano y alzó su mirada al cielo para contemplar la belleza del pentagrama, del bullicio de la ciudad y del fresco viento que provenía desde el exterior de la ventana.

Ni siquiera noto cuán difícil fue la vida.
Ahora que te he encontrado.

Este hotel. Yo, voy a ayudarte a dirigirlo.

La princesa del infierno se quedó quieta observando con seriedad a aquel demonio que estaba ofreciendo su mano hacia ella, con una sonrisa grotesca y escalofriante, casi sin humanidad ni nada de buenos sentimientos. No estaba mostrando piedad o lástima, pero necesitaba alcanzar el negocio más sublime, tratos con parte de la realeza la cual se encontraba en la punta de la pirámide de los demonios de pura sangre.

Pero Charlotte estaba tan abatida y sola en ese preciso instante, sin esperanzas de que alguien pudiera entender su verdadero sentir y la gran necesidad que sentía de proteger a su mundo. A sus ciudadanos, a todos aquellos a quienes amaba tanto. Estrechó la mano de Alastor, causando que el temible demonio de la radio abriera grande sus ojos que se tiñeron de negro en segundos, mientras ambos cuerpos eran rodeados por un espectral fuego de colores verdes fluorescentes.

Los sueños se vuelven realidad.
Juré que perseguiría el mío hasta que estuviera muerta.


Okey. Hora de partir, cielo. Lamento que no la hayas pasado tan bien. Pero de todas formas, gracias.

Angel se giró enteramente hacia el viejo muerto sobre la cama del hotel y le sonrió muy divertido ante la escena que acababa de crear. Volvió a acomodarse el vestido, pero supo que no podía hacer el milagro de limpiar su piel manchada con sangre ajena. Le dio asco, pero ya no podía hacer nada. Escondió la billetera del señor cadáver entre sus ropas y abrió bien la ventana, apenas eran unos dos pisos de distancia. Y sus habilidades atléticas no eran cuestionables, al igual que su increíble capacidad para realizar saltos de gran medida. Se dejó caer desde esa proximidad, y en esos segundos cuando estaba descendiendo...

La libertad de sentirse caer en el vacío le llenó el alma de adrenalina, de placer y de locura. Ver la iluminación de la ciudad que lo dejaba ciego, las luces rojas destellantes y el aroma a droga del ambiente, lo llenó. Creció por décadas en el infierno, un descenso que hizo que lo adorara, que lo apreciara mucho más que a su propia vida humana.

Oí qué las calles estaban pavimentadas con oro.
Eso fue lo que mi padre dijo, una vez.

Hizo el intento de llamar múltiples veces al celular de su novia, pero no contestaba desde hacía muchas horas. Corrió los mechones de su cabello grisáceo para acomodarselo, guardó su celular y observó el cielo con preocupación.

Las calles en dónde se encontraba eran solitarias, peligrosas y vacías. Pero no necesariamente por la ausencia de demonios, al contrario. La soledad radicaba en el propio egoísmo y desprecio de los unos con los otros. Cubrió su ojo dañado con una mano y suspiró agotada... Charlie debía estar bien. Tenía que estarlo. No la había visto en días, pero volvería pronto para poder estar a su lado y protegerla como había jurado desde hace mucho. Solo deseaba con todo su corazón, que no haya cometido ningún acto imprudente o fuera de lo común en su ausencia.

Ahora estoy en el infierno y es el paraíso.
Ahora mi vida es dulce como la canela.


༻ Welcome to the Hazbin Hotel. ༺





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Pequeña introducción. <3
Cómo verán este será un omegaverse, respetaré algunas reglas pero otras las voy a inventar yo porque puedo y quiero ah(?). Algunos acontecimientos no serán obviamente iguales al piloto, pero tendrá las bases y la estructura de algunas cosas. Sigo muy agradecida ante el apoyo de mi anterior fic, "Don't call me Ángel". Espero que puedan leer y disfrutar de esta historia ! <3

Cinnamon's Radio [ RadioDust ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora