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Angel Dust seguía observando en estado de pánico a las dos chicas en el interior del hotel, señaló la puerta detrás de él y trato de gesticular con sus manos el espanto que acababa de presenciar.

¡E-EL DEMONIO RADIO ESTÁ...!

A pesar de que lucía nervioso y aterrado ante su descubriento, Vaggie se cruzó de brazos arqueando una ceja hacia él y Charlie por su parte, lo observó algo confundida por no entender su gran susto general. Angel definitivamente no comprendía porque estaban tan calmadas, ¡Era un demente horrible y tenía una reputación espantosa! Pero... Si ellas no estaban en pánico como él, ¿Lo conocían o algo así?

La araña bajó sus brazos y luego de quedarse meditando por algunos segundos, se dio la vuelta y posó su mano sobre el picaporte de la puerta. Inhaló aire para tranquilizarce, en realidad no parecía hostil y tan jodido como todos siempre decían. Era la primera vez que lo veía y no podía fiarse de él, pero si estaba allí, era porque conocía a esas dos chicas que lo habían ayudado.

La extraña mirada del demonio radio estaba sacudiendo su mente, tan brillante y espectral como la de los demonios más poderosos del infierno, casi tal cual como la de Valentino. Enfrentar un temor así no debería ser nada para él. Se armó de valor y abrió la puerta de par en par. Alastor seguía ahí, con esa gran sonrisa que lo caracterizaba. Al parecer, ni se había movido y esperaba que volvieran a abrirle la puerta.

Se volvieron a mirar a los ojos y algo en el corazón de Angel empezó a retumbar fuerte. No era solo la primera impresión física. Ambos agudizaron la mirada hacia el contrario y supieron que algo bastante extraño sucedía, como si parte de sus almas se hubieran reconocido. Pero se trataba de algo totalmente inexplicable porque esa sensación de nostalgia no podía tener sentido.

Angel dio un paso hacia atrás, pero Alastor avanzó sin cuidado de invadir su espacio personal e incomodarlo. Por supuesto que la araña quiso mantener una postura firme, pero Alastor siguió observándolo de pies a cabeza. Lo habían sentido al mismo tiempo. Angel se negó a creer que esa clase de conexión existía, porque solo era un sujeto que habia visto una sola vez en su vida. Su omega interno estaba revolucionándose, pero lo ignoró a la fuerza.

Oh. ¿Huésped nuevo?

Preguntó con una voz finamente distorsionada el temible demonio radio, pasando por un lado del arácnido y sonriéndole a las chicas que permanecían de pie a algunos metros de ellos. Luego, se volvió a enfocar en el demonio araña y le tomó de la mano para estrujarla en términos de educación y respeto. Nunca dejó de sonreírle. Ese gesto solo dejó bastante perplejo a Angel porque, apenas tomó su mano, sintió aquel instinto del que tanto escuchó hablar pero jamás creyó que existía. Fue una especie de corriente que lo estremeció.

¡Alastor! Un gusto. ¿Por qué nadie me dijo que el hotel ya estaba abierto para huéspedes?

El ciervo lo soltó y empezó a caminar hacia las chicas sin nada de prisa, dejando a Angel totalmente confundido y con una maraña de emociones en su cuerpo que ni siquiera sabía que podían existir. Por su parte, Charlie se acercó a Alastor y quiso explicarle un poco de la situación.

Alastor... no, es que no es un huésped. Lo ayúdamos porque estaba herido.

No importa. Ya se iba. No cree en nuestra causa.

Finalizó el comentario su novia con cara de pocos amigos y se cruzó de brazos sin intenciones de disimular su molestia hacia Dust, quien aún estaba de pie a unos metros de ellos sin dejar de mirarlos. En realidad, no le importaba que creyeran que era un malagradecido o algo por el estilo, su causa le resultaba tan estúpida que no podía aceptarla y empezar a tener un buen comportamiento. Era mentirles y mentirse a sí mismo. Alastor lanzó una carcajada al aire y se sintió bastante entretenido por la particular situación, levantó el rostro de Charlie con su dedo indice y le mostró sus colmillos afilados al sonreírle.

Cinnamon's Radio [ RadioDust ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora