Cinnamon's Radio [ RadioDust ]

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Molly alzó su arma y dio un último disparo contra el craneo de un demonio corpulento. Su cabeza explotó y el conjunto de tripas y sangre salió volando por todas partes.

El grupo de demonios había disminuido en número, pero cuando la tierra comenzó a partirse y el color del cielo se volvió extrañamente anaranjado, los guardias comenzaron a alarmarse entre ellos, como si supieran exactamente lo que significaba esa clase de señal. Desde las grandes grietas que se fueron concentrando en los centros, el magma empezó a surgir y a acumularse como si el escenario fuera un conjunto de placas tectónicas digno de la misma tierra mortal. Los guardias se asustaron a tal grado que empezaron a huir corriendo, dejando a los tres solos en medio de esa escena que lucía como el infierno relatado en los libros o en la biblia.

Cherri se inclinó hacia las curiosas protuberancias que nacían desde las grietas, eran pequeños cables que desprendían brillos eléctricos de un color verdoso azulado. Molly observó a su alrededor y ,cuando levantó su mirada hacia el cielo, comprendió que las nubes negras se estaban condensando como si se trataran de contaminación pura. Y dentro de estas, se albergaban un conjunto de rayos eléctricos de los mismos colores verdosos que se apreciaban en los cables.

—¿Qué son estas cosas?

Preguntó Arackniss analizando con detenimiento los pedazos de cableado que rompían la tierra y el cemento. Cherri permaneció en silencio, con el peor presentimiento naciendo de su pecho.

—Debemos encontrar a Angel.

Murmuró girando levemente hacia él, pero Molly se acercó a los tres, señaló la lejanía y la forma en como las casas abandonadas y los grandes edificios empezaban a ser consumidos por esa mezcla de magma anaranjado y por la oscuridad de las nubes que desprendían relámpagos cada vez más fuertes.

—Esta parte del infierno se está consumiendo. No queda mucho antes de que este lugar se destruya por completo.

Eso solo les indicaba que no quedaba mucho tiempo y que debían huir al igual que el ejército de demonios que habían enfrentado. Arackniss entendió lo mismo que ellas, cumplieran su objetivo o no, debían escapar pronto antes de que fueran consumidos por esa destrucción que se seguía extendiendo. Su última acción consistió en bajar el rifle que cargaba en su espalda, cargando las balas de hierro más puras que consiguieron gracias al tráfico que inició Angel desde un primer momento.

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Vox sujetó con facilidad la garganta de Alastor, lo levantó y lo arrojó con todas sus fuerzas contra el piso. De inmediato, sus cables destruyeron el concreto de la calle y envolvieron sus piernas y sus brazos. El ciervo abrió grande sus ojos y emitió un resplandor único que solo podía representar fuerza y poder. Desplegó grandes y ágiles tentáculos desde sus vórtices sobrenaturales y estos se entrelazaron inmediatamente contra la barrera de cables que Vox creó frente a su cuerpo para protegerse.

Alastor tuvo los segundos suficientes para soltarse de las ataduras de los cables y romper con garras y dientes cada parte que lo aprisionaba. Se puso de pie y retrocedió con una naciente mirada de odio que solo se manifestaba mediante distorsiones de radio que surgían de su cabeza. Vox chasqueó los dedos y partió cada uno de los tentáculos de Alastor con gran facilidad. Estaba bajo de poder, Valentino lo hirió lo suficiente para dejarle el camino fácil.

—Eres un omega. ¿Cómo puedes aceptar todo lo que les hace a esas almas?

Pronunció el demonio radio tratando de cubrir sus hemorragias con sus manos y odiando a cada segundo el maldito brillo de emitía esa televisión frente a él. Vox solo sonrió espléndido, elegante. No se trataba solo de eso.