17•

5.3K 567 462
                                    

Son bastante costosos.

Alastor se frotó el mentón al ver la gran cantidad de precios, tamaños y colores de los celulares en el mercado negro. Estuvo mirando como por media hora cada uno sin entender ni un poco la relación o  diferencia entre uno y otro. Pero Angel estaba muchos pasos adelante en cuanto a la tecnología, por supuesto que le pidió al vendedor el más costoso y lujoso del mercado, aprovechando que el ciervo pagaría.

Aunque se trataba de un mercado callejero de productos de contrabando, la araña sabía dónde acudir exactamente cada vez que estaba en aprietos y necesitaba algún tipo de producto por el estilo.

Para ti, Angie. Por cierto, ¿Cómo estás, pequeño? Hace mucho no te veía por estos lugares. ¿El negocio está muy concurrido?

El vendedor entregó una pequeña caja en las manos de Angel, la araña le sonrió muy alegre y no tuvo reparo en arrojarse en los brazos de Travis, el cual no solo era un vendedor de confianza sino también un gran conocido que se había hecho con el tiempo. Alastor observó en silencio la escena y entrecerró los ojos de una manera bastante hostil, porque no podía confiar en nadie ahora que Angel estaba huyendo y escondiéndose de las lacras de Valentino. No entendía como podía regalarle tanta confianza y amistad a un demonio que de seguro había conocido en medio de sus trabajos nocturnos.

He estado mejor, lindo. Pero me alegra mucho verte. Mi situación es algo complicada y por eso no puedo salir mucho de dónde me hospedo. Sé que llevarás tu negocio a otro círculo pronto. Voy a extrañar hacerte visitas de vez en cuando.

Le sonrió algo triste y no dejó de abrazarlo con sus cuatro brazos. Travis no solo le vendía cosas de vez en cuando, también había sido un cliente regular hasta que se casó y formó una familia con una omega de los barrios bajos. La productividad de su negocio estaba bajando con las décadas, así que había optado por mudarse de locación para probar suerte en otros lugares.

¿Este tipo es confiable?

La voz de Alastor se hizo presente entre ambos al mismo tiempo que su sonrisa se volvía forzada y sus ojos se abrían demasiado, emitiendo ese mismo brillo que demostraba desconfianza.

Travis sonrió nervioso, porque no todos los días demonios tan jodidos recorrían los negocios más bajos de los suburbios. Sin embargo, Angel se separó de aquel demonio para tranquilizar a Alastor con una sonrisa serena.

Travis nunca diría dónde estoy, jamás me traicionaría. Él es muy confiable para mí. Lo más cercano a un amigo que he tenido. Así que no te preocupes, Alastor.

El ciervo relajó su semblante por un momento, aunque no pudo confiar al cien por ciento en su criterio porque Angel era muy imparcial cuando se trataba de personas que quería. Travis envolvió rápidamente otra caja idéntica a la del celular que acababa de envolver para la araña, y se la entregó a su amigo, sonriendo un poco.

Angel está en lo cierto. Ten un regalo de cortesía, pequeño. No sé cuándo volveré a verte así que puede servirte. Y pórtate bien, cuídate mucho y no abuses de la cocaína, sabes que te hace mal.

El hombre le dirigió una última sonrisa antes de acariciarle los cabellos y Angel le sonrió y le asintió muy feliz ante sus gestos de cariño. Travis era tan amable y considerado, siempre lo cubría cuando los hombres de Valentino lo buscaban por los alrededores y le pedían información en aquellos barrios, lo había hecho varias veces en el pasado cuando necesitaba un respiro y se distanciaba de Val para tener noches de gira. Nunca revelaba los problemas en los que se involucraba, tenía muchos códigos y le solía hacer presentes como esos de vez en cuando. Le brindó un último abrazo como agradecimiento, para luego alejarse junto con Alastor con ambas cajas en sus manos.

Cinnamon's Radio [ RadioDust ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora