29•

3.2K 425 154
                                    

¿Eres nuevo aquí, gatito?

Angel no vestía de una forma muy provocativa. Aún así, el solo llevar poca ropa resaltaba sus facciones, el largo de sus piernas y la suavidad de su piel blanca. Su abrigo era largo, pero ajustaba su cintura y su pequeño torso, muchos le estaban echando la mirada indiscretamente. Elegía los bares y las fiestas en las que el servicio de prostitución no estaba permitido. Los demonios pecadores solo iban a beber, drogarse y divertirse. Un reflejo del libertinaje humano más decadente.

El demonio en forma de felino arqueó una ceja con cara de pocos amigos. Se mantenía lustrando la mesada de la barra de bebidas, era su primer día como bartender en ese club de mala muerte y no quería involucrarse con ningún demonio y arriesgarse a perder el trabajo. Pero Angel solo estaba siendo coqueto porque quería tragos gratis y había percibido su aroma a alfa, todos los alfa pensaban con la verga cuando lo veían y no iba a titubear a la hora de conseguir algo para su beneficio propio con solo sonreír y mostrarse cariñoso.

Angel no tuvo ningún tipo de vergüenza al derramar desde su pequeña bolsa más preciada, tres líneas de cocaína sobre la barra y empezar a alinearlas con prolijidad sobre la madera. Bajó su rostro y esnifó una a una a un ritmo sorprendente, Husk apenas y reaccionó porque sabía que iba a tener que limpiar esos restos de polvo y odiaba que esos pecadores consumieran en su lugar de trabajo. Pero la araña se rio un poco y le dedicó una gran sonrisa confiada.

Recuerda mi rostro, vendré cada media hora.

Fueron sus últimas palabras antes de retirarse de la barra y adentrarse al mar de gente que lo esperaba en la pista de baile.

Husk lo ignoró, en el infierno existía toda clase de dementes y esas fiestas, las cuales rebalsaban en drogas y alcohol, no eran nada de otro mundo. Atendió a los clientes que se fueron acercando uno a uno, sirvió ron y vodka puro, aunque la cerveza era una de las bebidas más solicitadas. Y mientras la noche transcurría con regularidad, contó la cantidad de tragos que ese demonio araña consumió en la barra. Fueron más de diez, estaba seguro. Como también aseguraba que cada vez que volvía estaba en peor estado, riéndose y apenas teniendo la estabilidad suficiente como para no perder el equilibrio.

Luce bastante lindo, me lo cogería sin dudarlo. Apesta a omega.

Husk sirvió algunas copas de champagne a ese grupo de alfas en la barra y no pudo evitar escuchar su conversación. Analizaban con la mirada a un inquieto Angel, quien se paseaba por toda la pista de baile y a veces bebía de las botellas de personas que ni siquiera conocía.

El demonio gato lo siguió con la mirada, y formó una mueca de asco cuando se dio cuenta que ese omega dejó de balancearse y reír abruptamente y se arrodilló en el piso para comenzar a vomitar cualquier cantidad de alcohol y sustancias. ¿Se habría metido ácido también? Por supuesto que sí mezclaba todo le haría daño, le era increíble pensar que un cuerpo que parecía tan frágil tuviera tanta resistencia.

Yo le eché el ojo primero, colegas. Mala suerte para ustedes.

Mencionó el alfa más grande de todo el grupo, el más robusto y el que parecía ser un demonio de raza pura. Su color de piel rojizo y sus grandes cuernos oscuros lo delataban. Sus compañeros se empezaron a lamentar en voz alta, dramatizando de forma falsa. Discutieron el hecho de poder compartirlo, pero ese gran demonio se negó rotundamente porque los gang bangs no eran su estilo.

Husk estaba muy atento a cada una de sus palabras, volvió a desviar su mirada hacia ese omega. Angel parecía haberse recuperado luego de vomitar una gran cantidad y se había empezado a divertir de nuevo, robando más botellas de vodka y bebiendo como si nada hubiera pasado. El bartender sintió algo extraño, era su sentido de alfa cuando le alertaba un peligro inminente, como también esa necesidad protectora con la que contaban todos los de su naturaleza. ¿La araña estaba sola? Si, conversaba casualmente con algunos pecadores, fumaba de lo que pudiera conseguir, bebía sin ningún tipo de control. Era un omega, definitivamente su olor lo delataba, ¿Por qué no se preocupaba por su propia seguridad sabiendo que había muchos alfa a su alrededor? ¿Era estúpido?

Cinnamon's Radio [ RadioDust ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora