INVENIET | KOOKV

Ocho

Abrázame solo un poco más.
No digas nada por favor,
solo corre hacia mí,
Con un corazón que no siente más que soledad y ansiedad.

-Hug me.

16:17 pm.

La semana siguiente todos en la universidad hablan de la muerte del estudiante de primer año de arquitectura y a Taehyung ya no le quedan más uñas que comerse de los nervios. Tiene miedo, y el hecho que su madre no deje de repetirle una y otra vez que si sigue llegando tarde a casa por pasar a jugar a los artesanos con el señor Jung, será su nombre el que aparezca en la televisión.

Taehyung bromea sobre ser famoso y que no es mala idea, pero realmente le teme hasta su sombra y camina inseguro por las calles. El señor Jung lo regaña a veces porque se queda hasta que anochece practicando hacer esculturas junto a él, pero ve a Tae tan entusiasmado en su trabajo que cuando es momento de irse le acompaña varias calles hasta su casa antes de desviarse a la de él.

Tae agradece esos gestos que tiene el mayor, pero detesta que bromee con su amorío con Jimin. No había tarde sin que sacara el tema para hacerlo enfadar.

El miércoles Jungkook parecía volver a encontrarse bien con sus amigos, pues Tae le había visto jugar baloncesto con ellos una tarde que venía de la universidad. Aquel día el pelinegro corrió saliendo desde la cancha hasta la acera para recordarle que aun tenían un encuentro pendiente y entonces ambos acordaron quedar en la casa de Taehyung para jugar videojuegos.

El jueves Taehyung salió temprano de clases aprovechando para llegar a casa y ordenar un poco su cuarto debido  a que tenía un montón de fotografías regadas por su cama que le daban un poco de vergüenza. 

A las cuatro de la tarde salió de casa rumbo a encontrarse con su nuevo amigo. Grande fue su sorpresa cuando apenas llegar a la esquina que debía cruzar para subir al puente, se encontró con Jungkook bajando de las escaleras.

- ¡Taehyung! – grita llegando a su lado – No preguntes cómo es que logré cruzar esa mierda, pero lo hice.

Tae suelta una carcajada tan sonora que las personas al otro lado de la calle se le quedan mirando un buen rato – ¿Qué es tan gracioso? Tardo media hora en hacerlo.

- Ya me estaba preguntando cómo era que hacías para ir a jugar baloncesto.

- No te rías, siento que escupiré el corazón cada vez que paso por encima de esa mierda.

- Te prometí que superarías tu miedo a las alturas y lo cumpliré – afirma con una sonrisa – Ahora vamos, tengo que ganar un par de partidas.

- Espera – le frena – yo también te prometí algo.

El mayor ladea la cabeza sin entender a qué se refiere, y está a punto de preguntar cuando Jungkook dice:

- Sígueme.

El chico echa a andar en dirección opuesta a la casa de los Kim y Tae le sigue apurando el paso hasta llegar a su lado – ¿Dónde vas?

- Solo sígueme – frena estirando su mano.

Taehyung la observa unos segundos antes de cogerla con el corazón a punto de salírsele del pecho. De seguro se iba a ver muy extraño caminar de la mano de otro hombre, pero no le importa demasiado; y sintiendo una conexión muy fuerte recorrer su piel como si corriente comenzara a viajar por sus venas, Jungkook le guía hasta el sendero de la bajada del río.

Jeon se sabía el camino de memoria. El placer de sentirse rodeado de la naturaleza al aire libre, completamente ajeno al resto del mundo le hace sentir vivo, y esa sensación de cosquilleo mientras camina a paso rápido con Taehyung tomado de su mano le agrada.