INVENIET | KOOKV

Veintitrés

¿Por qué está tan oscuro cuando no estás aquí?
Es peligroso, me hace tanto mal.
Sálvame, no puedo controlarme a mí mismo
No puedo.

-Save me.

16:20 pm.

Con el sombrero de Jungkook sobre la arena, Taehyung corre descalzo hacia la orilla del mar de la mano del chico que había robado su corazón.

El cielo estaba despejado y hacía un día hermoso. Reía como un loco. No sabía de qué rayos reía realmente, pero su risa era contagiosa así que Jungkook comenzó a reír con él.

- ¡Está muy fría! – Grita viendo como sus pies se hundían en la arena bajo la fina capa de agua – ¡Demasiado!

Para Jungkook el agua estaba bien, por lo que pensó que probablemente Taehyung estaba mintiendo o jugándole una broma, así que sin pensárselo mucho lo coge de las piernas haciéndolo soltar un pequeño grito. Inmediatamente el muchacho se enrolla a la cintura del pelinegro colocando sus manos tras su cuello – No lo harás.

- Sí que lo haré – desafía el contrario sintiendo las piernas ajenas anclarse más a su cuerpo.

- ¡Jungkook idiota! – El grito de Tae es callado cuando sin previo aviso ambos se sumergen en el agua fría.

Al salir a la superficie segundos después y respirar con desesperación por el susto, Taehyung mira a Jungkook para regañarlo por lo que hizo, pero cuando le mira queda hipnotizado por la hermosa sonrisa que éste le regala. La mirada intensa de esos ojos cafés fueron todo lo que necesitaba para saber que Jungkook era el chico que tenía ganado su corazón.

Pasaron los minutos y ellos seguían mirándose el uno al otro como si su vida dependiera de ello. Jungkook no podía creer lo que tenía frente a sus ojos, y cuando baja la mirada hacia el cuerpo de Taehyung que seguía con las piernas en su cintura, siente que ha evaporado el agua con su propio calor. La remera blanca que vestía el castaño reflejaba la perfecta cintura que éste había estado ocultando por todo este tiempo.

Estaba sorprendido. Tae solía vestir con ropas holgadas tres o cuatro tallas más grandes que lo normal. Esto era demasiado inesperado, tanto que cerró los ojos fuertemente y comenzó a pensar en cosas lindas, porque si no pensaba en cachorros o gatitos ahora, sería descubierto él y su amigo que comenzaba a despertar.

- Eres un maldito idiota – le dice Taehyung pasando los dedos por su cabellera oscura.

Ante los ojos de Tae, Jungkook no podía verse más hermoso. Su cabello completamente mojado peinado hacia atrás dejaba a la vista sus gruesas cejas y esos ojos juguetones de los que estaba perdido.

Parecían unos verdaderos enamorados que solo disfrutaban del mar y del movimiento que las pequeñas olas producía. El agua fría ya no era un impedimento para que se quedaran así por varios minutos. Si hubiera sido posible calentar el agua con apenas ese roce de sus cuerpos, sería un mar hirviendo.

Kook bajó la mirada hacia esos labios jugosos y tan frágiles como una rosa que moría por besar.

Tae ríe nervioso de su mirada – ¿Por qué me miras así?

- ¿Así cómo? 

- Así... como lo estás haciendo ahora.

Jungkook aprieta su agarre con más fuerza – ¿Como si fueras la más hermosa obra de arte del planeta?

Tae no puede esconder su sonrojo, pero lo intenta bajando la mirada hasta su playera.

- Porque lo eres – dice Jungkook apoyando su frente con la contraria – Eres la más hermosa obra de arte que existe en todo el puto planeta.