Cuarenta y seis

1K 188 11
                                    

Quiero que seas tu luz, cariño.
Deberías ser tu luz.
Para que no seas lastimado, para que puedas sonreír.

-Promise.

19:58 pm.

- No ha salido de la habitación en cinco días – le informa Junghyun sentado en el sofá de la vieja casa de su tía paterna – Y la entiendo.

- ¿Has intentado hablar con ella? – pregunta Yoongi de pie tras su padre que permanece sentado frente a su hermanastro.

- Créeme que lo hice, pero no contesta. Parece otra persona.

Yoongi lo medita un momento y comprende el que su madrastra no quisiera ver a Junghyun. El maldito desgraciado era demasiado parecido a Jungkook – Intentaré hablar con ella.

El pálido camina hasta la puerta donde su madre se encuentra y se detiene al oír a su padre hablar – Yoongi – le llama haciendo que se girase – Intenta ser suave con ella... ya se siente muy culpable por todo como para que la regañes ahora. No seas duro, por favor.

Yoongi niega con la cabeza, él era tan culpable como ella – No te preocupes, aquí todos somos culpables.

- Pero en especial ella – añade el chico sentado frente a su padre llamando la atención inmediatamente de los dos hombres – Porque ella fue la que lo echó de casa.

- No puedo creer toda la mierda que sale de tu boca – escupe el pelinegro alejándose de la puerta de madera café – Todos somos igual de culpables, no intentes salvarte el culo ahora.

- No lo hago. Sé que fui una mierda de hermano con Jungkook por no aceptarlo con todo y su mariconería, solo digo que ella es la que más tiene peso aquí y por eso comprendo su culpa

- ¿Mariconería? – pregunta Yoongi queriendo echarse a reír en la cara de su hermano. La sangre comenzaba a hervirle – ¿Me estás jodiendo?

- Tranquilo Yoongi, no es como si esa palabra no hubiera salido de tu boca antes – explica – ¿Por qué te molestas?

- Porque Jungkook no era distinto a nosotros por tener otros gustos – vocifera con el rostro coloreándose de rojo a punto de estallarle – Sí, me equivoqué y lo admito, fui un hijo de puta, pero he cambiado y me arrepiento cada puto día de haberlo dejado sólo sin razones válidas.

- ¿Sin razones válidas? – Junghyun alza una ceja poniéndose de pie – Te recuerdo que la homosexualidad es inmoral. Yo mucho habré querido a mi hermano, pero nadie me saca de la cabeza que estaba enfermo.

- ¡Junghyun! – oye el regaño de su padre desde un costado del salón seguido de una sinfonía de cristales esparcidos por el piso. Yoongi le había propinado un golpe tan fuerte en el rostro que lo había tumbado en el piso arrastrando algunas esculturas de vidrio a su paso.

Yoongi, con la mandíbula terriblemente marcada, ojos furiosos y una vena hinchada en el cuello, ha perdido el color pálido que lo caracterizaba para reemplazarlo por uno rojo lleno de furia – Aquí el único enfermo de mierda eres tú, Junghyun – escupe como si soltara mierda por la boca – Tú y toda la tropa de subnormales que no entienden que el amor es uno solo y viene de muchas formas. Si buscas una enfermedad, aquí está, abre los ojos, la tienes justo al frente junto a todo lo que te rodea: se llama homofobia.

El chico se levanta a duras penas limpiándose el rastro de sangre de la boca con la manga de su suéter – Por si no te has enterado en esta familia todos somos homofóbicos, Min.

- Entonces estaré muy orgulloso de no pertenecer a tu mierda de familia, Jeon.

- Chicos – la voz de su padre es autoritaria y grave. Parece furioso cuando se acerca hasta ellos con expresión notoriamente molesta – Su madre está al otro lado de esa puerta y merece respeto. Si van a actuar como animales, por favor vayan afuera, pero les recuerdo que esta familia está rompiéndose y lo último que necesitamos es que ustedes dos se estén peleando.

INVENIET | KOOKV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora