INVENIET | KOOKV

Cuarenta y siete

Si abres esa puerta y entras, yo estaré allí esperándote.

-Magic shop. 

21:30 pm.

El frenazo que Yoongi ha pegado sobre el asfalto se oyó por toda la cuadra.

Sale del auto hecho un manojo de nervios, debía encontrarlo. Cuando cruza el umbral de la entrada en el edificio de Jimin, sus manos sudan y siente algo metido en la garganta.

- ¡Maldita sea! – gruñe paseándose de un lado a otro mientras espera el ascensor, pero cuando nota que éste demora demasiado en bajar, lo deja – ¡A la mierda con esto!

Los escalones nunca le parecieron tan infinitos. Debía hacer más ejercicio, se recuerda.

Una vez de pie frente a la puerta del rubio, golpea con inquietud el objeto mientras intenta normalizar su respiración. Definitivamente debía hacer más ejercicios.

Al no tener respuesta, éste continúa golpeando y golpeando hasta casi derribar la puerta con los puños. Jimin no estaba en casa, no contestaba las llamadas desde hace unas horas y su móvil ahora sonaba apagado.

Solo le quedaba una opción, la casa de Hoseok que no quedaba tan lejos de donde estaba porque solo quedaba a unas cuadras del río Geumho.

Para su suerte cuando se gira para volver a bajar una chica toma el ascensor junto a un pequeño niño en brazos. Quizá Yoongi parecía un loco, pero no le importó meter su mano entre las puertas a punto de cerrarse para entrar como un animal.

La chica lo mira sorprendida, pero guarda silencio moviéndose lo más lejos posible del extraño chico sudado que parecía alterado. Se veía peligroso, como un demente.

De un golpe Yoongi marca el primer piso haciendo que el niño diera un brinco en su lugar. Por suerte no lloró ni hizo nada, aunque la chica parecía bastante asustada.

Una vez abajo, Yoongi echa a correr para meterse a su mercedes y arrancar hecho un diablo hasta la casa del pelirrojo.

- Namjoon – habla poniendo el manos libres en un semáforo – ¿Me oyes?

- Sí – responde el contrario notando el tono de voz alterado de su colega – ¿Pasó algo?

- Los hombres que ordenaste vigilar a Hoseok, ¿no te han dicho nada extraño?

- Nada, el chico es un sol, ¿qué quieres saber?

- Mándame sus contactos, necesito hablar con ellos.

- Claro – es todo lo que dice Namjoon para cortar la llamada.

No pasaron ni cinco minutos cuando Yoongi ya estaba marcando el numero de los hombres que Namjoon había puesto de vigilantes.

- ¿Hola? – dice una voz al otro lado de la línea.

- Habla el detective Min – la voz de Yoongi ahora es un poco más calmada, pero no demasiado – Necesito que me pongan al tanto de Jung Hoseok, ahora mismo.

- Mmm... no es que hiciera mucho en realidad, a las siete salió de su casa rumbo al trabajo, estuvo en la cafetería desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde, luego caminó hasta encontrarse con un chico, Park Jimin, y pasaron la tarde a eso de las cinco en un espectáculo callejero.

- ¿Y luego?

- Bueno, luego creemos que volvió a su casa.

- ¿Creemos? - Yoongi frunce el ceño.

- Sí, verá... perdimos al chico un par de minutos mientras comprábamos un sándwich de almuerzo, pero lo contactamos rápidamente y ahora se encuentra en su casa.