Cinco

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Quiero ser libre.
Quiero estar libre de la libertad
porque ahora mismo soy feliz,
pero infeliz.

-Reflection.

18:30 pm.

Los últimos dos días los chicos se han estado reuniendo en un parque cercano al río Geumho. Al parecer Jungkook seguía enfadado por alguna razón con sus amigos y había faltado a sus prácticas para pasar la tarde con Taehyung.

Ahora, luego de accidentalmente volver a encontrarse en un extremo del puente, ambos chicos caminan por las calles solitarias de Daegu riendo y soltando bromas.
Tae jamás creyó poderse sentir cómodo con otra persona que no fuera Jimin y eso hacía que su corazoncito hiciera piruetas de alegría.

En el camino Jungkook le contó que no era de la ciudad, sino que venía de Busan y vivía en un viejo departamento cercano a su universidad.
Ambos estudiaban en universidades distintas. La de Jungkook era la más lejana, pero a pesar de eso siempre caminaba hasta el río Geumho para ir a su lugar secreto.

Taehyung intentó preguntarle muchas veces cuál era, pero éste solo reía y decía que algún día se lo mostraría.

Ya cuando llegaron a un lugar más transitado, entraron a un local y apenas Jungkook puso un pie en el lugar un fuerte olor a chocolate caliente mezclado con tarta de fresa le abofeteó el rostro.

La campanilla de la puerta sonaba cada vez que alguien entraba y Taehyung salió y volvió a entrar para oírla dos veces.

- ¿Qué? – pregunta mirando a Jungkook – Me gusta cómo suena.

El pelinegro rueda los ojos y camina hasta una mesa seguido por Taehyung. El ambiente es cálido y se oye una ligera musiquilla de fondo bastante agradable.

- Me gusta el olor a café – dice el menor tomando el menú – ¡Tienen muffins de coco!

A Tae parece deshacérsele el corazón al verlo sonreír como un niño pequeño, porque a pesar de que Jungkook fuera más grande de altura aun parecía un niño en su interior.

Quizá hasta debería dejar que le llamara Hyung de vez en cuando.

- Creo que pediré un té de canela – dice el castaño dejando el menú en la mesa – me recuerda a mamá.

Jungkook deja el menú encima del contrario y mira a su Hyung con la duda reflejada en sus grandes ojos oscuros.

- ¿Le pasó algo? – pregunta – Siento que lo dices con mucha pena.

- No, nada de eso – se apresura a decir Taehyung restándole importancia con las manos – mi madre está bien. Ella vive conmigo y mi hermano, pero no la veo mucho en casa porque trabaja gran parte del día. Casi siempre estoy solo con mi hermano mayor.

- Ah, ya veo – Jungkook se relaja – ¿Y qué hay de tu padre?

Taehyung está a punto de responder a la pregunta del menor, pero una presencia se interpone en sus palabras y ambos chicos miran hacia el pequeño rubio con un lápiz en su mano.

- Buenas tardes, ¿qué desean ordenar? – pregunta con voz suave dándose cuenta casi al instante que se trataba de su mejor amigo – ¿Taehyung?

El rubio sonríe al ver al mencionado y ensancha aun más su sonrisa cuando repara en su acompañante.

- ¡Jimin! – chilla el castaño – pensé que hoy no trabajabas.

-Tomé el turno de mi compañera para un ingreso extra – responde girándose nuevamente hacia el chico de cabello azabache.

INVENIET | KOOKV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora