Estoy bien, mi cielo está despejado.
A todo el dolor le digo adiós, adiós.-I'm fine.
18:47 pm.
- ¿De verdad eres famoso? - preguntó la chica antes de que unos hombres se la llevaran rápidamente, no debía estar allí - Nunca había conocido un famoso, debo contárselo a Koe.
La chica de ojos saltones y cabello plateado aplaudió feliz. Seguramente Koe, su amiga imaginaria, se sorprendería cuando le escuchase.
- ¿Eres un actor famoso? ¿Un cantante tal vez? - insistió la chica demasiado eufórica con una sonrisa.
Hoseok ladeó una sonrisa cuando le respondió - Digamos que tengo otro tipo de fama.
El pelirrojo observó a la chica lanzar una carcajada demasiado ruidosa para el lugar donde se encontraban. Su risa chillona le produjo dolor de oídos y eso hizo que le mirase con odio. Se vería mucho más linda con la lengua arrancada de cuajo y la boca cocida con hilo y aguja.
La chica no dejaba de reír como si le hubieran contado el más grande chiste de la historia, y es que en su mente ocurría algo muy gracioso. Justo cuando el chico famoso al que todos le temían le había respondido, ella quiso pedirle un autógrafo, pero ¿cómo iba a dárselo si tenía ambos brazos atados y sus piernas amarradas a la silla? Era estúpido, de seguro Koe se reiría cuando se lo comentase.
Para la suerte del chico, antes de que la molesta bruja siguiera preguntándole cosas, unos hombres aparecieron de repente llevándosela hasta la otra habitación.
Ahora Hoseok suspira cabizbajo. Qué miserable se sentía desde que lo habían llevado a ese extraño lugar. La sala donde se encontraba estaba iluminada por la luz que provenía de una ventana y tenía dos sillas a ambos lados de una mesa sin bordes.
Aquella sala era mucho mejor que la habitación donde lo obligaban a dormir. Qué pésimo servicio. Apenas podía pegar un ojo con las paredes blancas y la luz encendida día y noche.
¿Quién demonios duerme con luz? Amaba la noche, la oscuridad, o bueno... parte de él lo hacía.
Hoseok parecía muy feliz por las paredes acolchadas, la cama pequeña y la cutre lamparilla de pie en una esquina de la habitación; J por el contrario mantenía un humor de perros.
¿Dónde estaba su amada oscuridad y sangre chorreando por todos lados?
Que bueno que los medicamentos que le inyectaban sin su consentimiento lo dormían y entonces Hoseok quedaba a cargo. J descansaba, pero siempre estaba allí presente.
Unos hombres aparecen de repente entrando por la puerta del mismo odioso color blanco y toman asiento frente a él con expresión seria, tal vez igual de aburridos que él en ese lugar. Hacía falta un buen toque de rojo en las paredes y viseras alfombrando el suelo.
- ¿Sabes por qué estás aquí? - pregunta uno de los hombres dejando una grabadora sobre la mesa.
No.
- Sí.
Cuarenta minutos después el idiota de Hoseok le había contado todo a la policía. Les dijo que J estaba loco, que había matado a su padre, a su madre, a su hermano y a todos esos chicos porque en su mente trastornada todos estaban enfermos salvo él. J parecía un animal enjaulado en tanto Hoseok contaba su versión de la historia. ''Maldito traidor'', le gritó. Los policías le habían escuchado.
Las amenazas de muerte por parte de J quedaron grabadas en el pequeño aparato sobre la mesa y Hoseok gritaba por ayuda. Los hombres dijeron que le ayudarían y luego de un par de insultos más por parte de J, Hoseok pareció tranquilizarse un poco más debido a que comenzó a sentirse seguro.
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INVENIET | KOOKV
FanfictionAlgo extraño ocurre en Daegu. Una mente enferma y desquiciada camina libre por las calles usando una careta, ¿será alguien capaz de descubrirla? Taehyung es un chico de veintidós años que junto a su mejor amigo se verán envueltos en una guerra de se...