INVENIET | KOOKV

Veintidós

Lleno de soledad, este jardín ha florecido.
Está lleno de espinas.
Me he quedado atrapado en este castillo espinoso.

-The truth untold.

14:17 pm.

Taehyung no sabe realmente cuánto tiempo estuvo bromeando, comiendo y fotografiando hacia todos lados, especialmente gaviotas y a Jungkook comiendo de forma graciosa, hasta que pagaron y salieron en dirección a la ahora pequeña calle que rodeaba la zona costera.

El sabor salado del aire y la brisa marina era algo que le encantaba a Taehyung, pero de lo cual Jungkook estaba acostumbrado así que le daba igual.

Sus deseos por conocer los grandes edificios y el centro de la ciudad quedaron silenciosamente en el pasado por el encanto del puerto, de sus montañas increíbles donde cruzaba un teleférico, de sus paseos incontables y de sus rincones que se escondían coquetamente para volver a asomarse en el mar.

- Kookye – le llama con la vista fija en los pequeños puestos de chucherías que rodeaban el paso – ¿Queda mucho para llegar a tu casa?

El chico medita un momento antes de responder. El lugar donde iban no lo consideraba realmente ''su'' casa – No mucho – responde – Podríamos llegar fácilmente caminando.

Y con esa respuesta el castaño sigue su camino feliz de la vida porque eso significaba más fotografías.

- ¡Hyung! – grita un niño repentinamente a sus espaldas – ¡Jungkook hyung!

Pero por muy fuerte que el niño grita ninguno de los dos muchachos le oye, así que el pequeño de nueve años no hace otra cosa que llevar un montón de aire a sus pulmones y gritar lo más fuerte que puede con un pulmón a punto de salírsele por la boca.

- ¡¡¡Jungkook Hyung!!!

Fue Taehyung quien oyó los gritos del pequeño entre tanto ruido de música, barullos y ladridos de perros que pedían comida frente a un carro de hot dogs.

- Oye – detiene su paso – Acabo de escuchar tu...

- ¡¡¡¡Jungkook Hyung!!!! – vuelve a gritar el pequeño con su voz chillona, esta vez logrando la atención de su vecino que no veía hace bastante tiempo – ¡Estoy acá!

Cuando el azabache lo ve no puede evitar sonreír y echar a correr hacia uno de los puestos arrastrando a Tae con él – ¡Daehyun! – grita cuando el menor se le lanza encima emocionado – ¡Has crecido bastante, no esperaba verte aquí!

Tae analiza al niño conteniendo las ganas de apretar sus abultadas mejillas. De algún modo le recordaba un poco a Jimin cuando vio la única foto de pequeño que tenía. Es pelinegro, sus ojitos brillan de felicidad, y tal como Jimin parecen dos agujeros de alcancías.

- ¡Hyung! ¡Lo extrañé mucho!

- Yo también Daehyun – responde el pelinegro. Daehyun está más delgado y más grande, pero no deja de tener esa cara de bebé que le caracterizaba – Él es Taehyung... – añade cogiendo la mano de Tae – Mi amigo.

Mi amigo.

Mi amigo.

- Hola – saluda el mayor de los tres con una de sus más hermosas sonrisas cuadradas.

Daehyun observa sus manos entrelazadas antes de ver al castaño de ropas holgadas y cara bonita que tiene al frente. Jungkook y su amigo tienen las manos juntas, y eso en la mente del menor no podía significar otra cosa más que ahora su hyung favorito tenía un nuevo mejor amigo. Así que sin responder al saludo que acababa de recibir, se lanza a los brazos de Taehyung como si le conociera de toda la vida.