Diecisiete

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Las estrellas están en el cielo,
estamos volando.
Esto no es un sueño.

-Serendipity.

10:30 am.

Cuando Tae despierta Jungkook ya se ha bañado y preparado el desayuno.

Era muy consciente de la advertencia del menor cuando dijo que era un asco en la cocina, pero no pensó que tanto. Las tostadas no eran más que dos trozos de carbón con olor a pan quemado. Así que en el momento que Jungkook da un mordisco a su creación, decide tirarlas a la basura y ambos terminan comiendo galletas de la alacena con una taza de café.

Y aunque pueda parecer un desayuno demasiado simple, ambos chicos lo disfrutan por el olor a café en la habitación, las miradas compartidas, los gestos y sonrisas traviesas. Taehyung disfruta las cosas simples, y son esas mismas cosas simples las que lo hacen la persona más feliz del mundo.

O lo era hasta que Jungkook recibió un mensaje.

- Es Jimin – avisa el muchacho mirando la pantalla de su móvil – Quiere que quedemos más tarde.

- ¿Los tres? – pregunta Tae jugando con sus manos bajo la mesa. Si era así entonces se esforzaría por no ser ignorado de nuevo.

Jungkook teclea un par de veces y después de unos segundos levanta la mirada del aparato – No, solo él y yo.

Tae asiente empuñando ambas manos en su pantalón y se termina su café. Era consciente que estaba celoso de Jimin y se abofetea mentalmente por sentirse así. No debería tener ese tipo de sentimientos con su mejor amigo y la persona que siempre ha estado ahí para él.

Cuando Jungkook nota su molestia quiere aclararle muchas cosas, pero no le dice nada porque algo dentro de él se lo impide y quiere ir corriendo con Jimin. Y es que quizá Jimin le hace volver a recordar ciertas cosas de su pasado que su mente bloquea, que traen traen de vuelta sus pies a la tierra.

Y lo que Jungkook más anhelaba era recordar.

00:15 pm.

La primavera es una de las estaciones favoritas de Taehyung y una de las más hermosas, pero ahora mismo está comenzando a detestarla porque hay días donde el sol le hace nadar en su propio sudor, y otros donde el frío viento le cala hasta los huesos haciéndole tiritar como si fuera un móvil en modo vibrador.

Ha pasado un rato desde que se despidió de Jungkook excusándose que tiene algo muy importante que hacer en casa, lo cual es mentira porque de ser así no estaría tomando el camino más largo hasta ella, pero estaba molesto y no quería que se diera cuenta. Lo peor era que a Taehyung no le gustaba estar solo y era seguro que en su casa no habría nadie como siempre.

- ¡Señor Jung! – grita corriendo hasta la casilla de su viejo amigo.

El hombre tose un par de veces antes de responderle y apaga un cigarrillo porque sabe que a Tae le molesta – No te he visto en varios días, ya me estaba preocupando.

Para Tae el humo del cigarrillo es desagradable, así que exagera con sus manos espantando el humo cuando se sienta frente a su amigo – Me he sentido algo raro estos días.

- ¿Te duele la panza? – pregunta recordándose que a Tae le gustaban mucho las golosinas, pero éste niega con la cabeza – ¿Y tiene algo que ver con el hecho que tengas polvo en toda tu ropa?

Tae echa un vistazo a sus ropas y frunce el ceño al verse todo sucio. No sabe en qué momento ni cómo fue que quedó así cuando solo estuvo en casa de Jungkook y en el camino no se topó con nada extraño, ni siquiera una pequeña corriente de viento que le pudiera haber ensuciado tanto como si le hubiera pasado remolino por encima.

INVENIET | KOOKV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora