INVENIET | KOOKV

Treinta y siete

Quiero abrazarte una vez más antes de que desaparezcas.
Inmenso cristal que se convierte en realidad.

Quiero que creas en mí, yo regresaré por ti algún día.
Algún día.

-Cristal Snow.

00:46 pm.

Cuando el pequeño reloj digital sobre el tablero del mercedes negro de Yoongi marca las doce con treinta y seis, el detective cree estar a punto de sufrir un ataque de ansiedad. En su cabeza una feroz batalla se llevaba a cabo con sentimientos disparados como si de granadas se tratasen.

- Lamento no haberle contado antes – dice Jimin a su lado sorbiendo sus mocos – Lo siento de verdad...

- Todavía no sabemos si es verdad – Yoongi permanece con la mirada fija en el volante – Así que no lo sientas.

Jimin le mira – ¿Todavía no me cree?

En realidad Yoongi sí le creía, pero gran parte de él no quería hacerlo.

Ante su silencio, Jimin continúa – Hace un tiempo Tae se enfadó conmigo creyendo que me gustaba Jungkook – suelta una fingida carcajada – Pero jamás fue así. ¿Cómo decirle que en realidad el chico que le gustaba estaba muerto? Cuando me comentó que Jungkook le gustaba fue cuando lo decidí. Prefería millones de veces seguir mintiendo para ver a mi mejor amigo feliz, que decirle la verdad y romper su corazón. Porque Jungkook lograba hacerlo feliz, y mientras Tae fuera feliz yo lo sería.

Los ojos de Yoongi siguen clavados en el volante – Entonces decidiste crearle una ilusión.

- Sí – afirma el rubio – Y todo iba bien hasta que usted caló en mi vida.... mi corazón se dividió y no supe que hacer por un largo tiempo.

- Dime... – Yoongi se gira para mirarle con rostro serio – ¿Hace cuando sabías que era mi hermano?

Jimin baja la mirada hasta sus manos y juega con los dedos intentando recordar el tiempo exacto – Hace dos meses más o menos... lo vi en el cementerio un día y leí su nombre.

- Entiendo – dice el pelinegro lanzándose contra el asiento – entonces te acercaste a mí por lástima.

- ¡Claro que no! – se apresura a responder – ¡Usted me importa!

- Por favor deja de fingir que te importo porque si realmente fuera así no me habrías hecho daño ni me habrías mentido.

Yoongi no era una persona tan fría como parecía, quizá solo un poco esquivo, pero en realidad era una persona bastante cálida y empática.

- No es así.... – dice Jimin con la voz quebrada. Él de verdad quería a su hyung - ¿Dónde... dónde vamos? – pregunta cuando Yoongi pone el automóvil en marcha haciendo que las ruedas emitieran un sonido horrible contra el asfalto.

- Por tu amigo – responde con la mirada fija en el camino. Ya cree haber perdido la cordura porque le quería y odiaba tanto como jamás hubiera imaginado.

- Yoongi hyung...

- Guarda silencio, Jimin – le calla.

- Pero hyung...

- ¡Te dije que guardaras silencio!

Jimin asustado por los gritos se hunde en el asiento del copiloto como si fuera un niño pequeño – Está yendo muy rápido, me da miedo...

- ¡Maldita sea Jimin! – grita Yoongi exasperado – ¡¿Quieres llegar rápido con el idiota de tu amigo o es que quieres seguirle mintiendo el resto de su vida?! ¡Que tu vida se base en una mentira no quiere decir que tengas que joder la de los demás! ¡Ya no sé ni quién mierda eres!