Veinticinco

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Estoy abandonado en este mundo,
En este momento estoy a la deriva lejos del cielo.
Estoy cayendo.

-So far away.

00:04 am.

Cada día que pasa SeokJin está más extraño. Cada noche llega más tarde y sus ojeras son cada vez más notorias.

Ya no hay ni rastros del perfecto Kim SeokJin de piel firme y de cabello brillante. Además, últimamente vestía solo con ropa oscura dejando de lado sus preciosas camisas y pantalones de tela color crema.

- ¡Mírate! – escucha Taehyung desde su habitación tumbado en la cama. Habían pasado tres días desde que llegó a Daegu después del corto viaje a Busan – Pareces un indigente SeokJin, ¿realmente crees que estas son horas de llegar a casa? ¿Dónde andabas?

El tono de voz de su madre era firme. Taehyung no estaba muy acostumbrado a escuchar reprimendas de su parte y mucho menos siendo dirigidas a su hermano mayor.

- Estudiando – responde su hyung con voz cansada.

Taehyung vuelve a cerrar los ojos con la cara hundida en la almohada simulando no oír nada, pero por más que intentase dormir, el sueño ya se había esfumado de su cuerpo.

- A mí no me mientas – su madre eleva la voz – Dime dónde estabas.

- Da igual.

En la oscuridad de su habitación, Tae se gira haciendo que su viejo colchón sonase por el impulso clavando la vista en un punto imaginario sobre la pared que tiene a su lado. Que su hermano llegase tan tarde a casa no era nada bueno y le aterraba pensar que pudiese pasarle algo con tantas tragedias que estaban ocurriendo en la ciudad últimamente.

- Ocultarme cosas no es lo mejor para esta familia.

- ¿Lo mejor para esta familia? – la risa sarcástica de Jin retumba por toda la casa – Usted no sabe lo que es mejor para esta familia porque nunca está aquí... ¡Sorpresa! Esta familia está rota hace mucho tiempo.

- ¡Estoy trabajando, no yendo a tomar el té! – ruge la señora Kim – Tú sabes muy bien todo lo que me parto la espalda para que nunca les falte nada ni a ti ni a tu hermano.

- Desde que papá murió no ha hecho otra cosa más que trabajar, trabajar y trabajar. Ni siquiera se ha preocupado de preguntar cómo estamos, ¿o es que acaso ya sabe que rompí con mi novia? ¿Que perdí una de las becas universitarias o que Taehyung tiene un novio?

- ¿Qué? – suelta su madre atónita.

Taehyung no lo duda un segundo para lanzarse cama abajo golpeándose la rodilla contra el piso. No tenía idea cómo era que Jin sabía de la existencia de Jungkook, pero no debía saberlo, pues si su madre no le dejaba trabajar para ayudar con los gastos de la casa con la mediocre excusa que afectaría su rendimiento en la universidad, el hecho que ahora tuviera un novio era exactamente lo mismo. Una distracción.

- No sabe de nada – continúa el pelinegro mientras tanto Tae camina hasta la puerta cerrada de su habitación mordiéndose las uñas – Porque ni siquiera recuerda que tiene hijos, así que no actúe ahora como si le interesáramos.

- No me faltes el respeto SeokJin – espeta su madre con tono autoritario.

- Soy realista. Que la verdad le duela no es asunto mío.

- ¡Kim SeokJin! – el regaño de la mujer se oye por toda la casa. 

Taehyung lleva una mano a su boca sorprendido. Las palabras que su hermano vomitaba sin pensar en los sentimientos de su madre eran horribles. Aunque ella no estuviera mucho en casa, era una buena madre y Tae comprendía que su ausencia era por una buena razón.

INVENIET | KOOKV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora